Los desafíos de la OMC La primera cumbre realizada en el país tuvo al proteccionismo como principal preocupación
En medio de las dificultades para lograr acuerdos concretos, la mayoría de los 164 miembros de la organización respaldaron al multilateralismo durante una semana histórica
Desde el gobierno argentino hasta el de China, pasando por la gran mayoría de los representantes mundiales convocados en la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el llamado a fortalecer el sistema multilateral de comercio fue prácticamente unánime. Mientras se discutía cómo avanzar en temas como la agricultura y la pesca, entre los más relevantes que no alcanzaban consenso al cierre de esta edición, todas las voces realzaban la conveniencia de encaminar sus economías por el sistema multilateral, salvo la de los Estados Unidos, que no es poco.
El presidente Mauricio Macri fue el primero en respaldar la labor del organismo al abrir la sesión plenaria de la conferencia, cuando en su representación el canciller Jorge Faurie dijo que la Argentina trabaja para lograr una “inserción inteligente en el mundo, respaldando el multilateralismo”. Así quedó sellado en la Declaración de Buenos Aires, en la cual la “voluntad de apertura” fue refrendada por los presidentes de la región que estuvieron presentes: Tabaré Vázquez, de Uruguay; Horacio Cartes, de Paraguay; Michel Temer, de Brasil, y Michelle Bachelet, de Chile, quien, si bien no asistió, envió un video de apoyo, difundido en el acto.
“Tenemos conciencia de que la transformación del sistema internacional, la revolución tecnológica y la desigualdad nos ponen ante desafío s enormes; nuestros pueblos necesitan que la MC11 envíe un mensaje al mundo sobre la importancia de un sistema de comercio internacional basado en reglas, abierto y equitativo que contribuya a consolidar los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030” de las Naciones Unidas, manifestó Faurie.
La preocupación por el “momento de encrucijada” internacional que advirtió desde los inicios de la conferencia su presidenta, Susana Malcorra, corrió por los salones de los diversos centros de debate habilitados en la city porteña, especialmente en el Hotel Hilton de Puerto Madero. En medio de una diversidad de lenguas, colores, exóticas vestimentas y un clima común de inquietud, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, aconsejó que frente a la “amenaza” que significa “el incremento del proteccionismo, y aun cuando el sistema multilateral de la OMC no es perfecto”, sus miembros deben “seguir avanzando, porque de lo contrario se desvanecerá”.
También el ministro de Comercio de China, Zhong Shan, salió a defender las reglas de la OMC, al evaluar que “proporcionan una salvaguarda institucional crucial para la globalización económica y sirven a nuestros intereses en común”, y aseguró que su país está listo para “orientar el proceso de la globalización hacia un rumbo más abierto, inclusivo y equilibrado”.
“El proteccionismo comercial está creciendo y la globalización enfrenta graves desafíos”, alertó el funcionario chino, quien enfatizó: “Creemos que no hay ningún país que pueda ser capaz de alcanzar el éxito en el aislamiento y que ninguna institución pueda reemplazar a la OMC”.
Más OMC
También el ministro de Comercio e Industria de la India, Suresh Prabhu, reafirmó que son “defensores del sistema multilateral de comercio” y que, en tal sentido, promoverán desde la OMC “mejorar normas democráticas y transparentes”, aunque “avanzando sobre cuestiones concretas, sin dar un paso atrás”.
En el mismo tono, el representante de la Federación Rusa ante la XI Conferencia Ministerial repudió las “formas agresivas” de proteccionismo y acusó a Estados Unidos de imponer barreras comerciales para “beneficiar a sus empresas”. “Las prácticas contra la competencia y las medidas proteccionistas generan consecuencias negativas para el comercio”, sostuvo.
Los representantes de países latinoamericanos también manifestaron su apoyo al organismo. El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, dijo que su país está dispuesto a participar en “mejorar el sistema multilateral” y que serán “los principales opositores” en una eventual involución “hacia un sistema de ley de la selva, donde predomine la ley del más fuerte”. Lo siguió la ministra de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, María Lorena Gutiérrez, quien destacó la necesidad de encaminarse hacia un sistema multilateral de comercio fuerte, “que dé certeza a los operadores económicos y que mediante la liberación del comercio y la eliminación de las distorsiones ayude al crecimiento económico, a la generación de empleo, a una mayor equidad y a lograr mayor participación en las cadenas de valor”.
La voz disonante fue la del representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, quien dijo estar preocupado porque la OMC se esté convirtiendo en una organización focalizada en conflictos en lugar de estimular las negociaciones comerciales. Sus palabras impactaron en la atmósfera de la cumbre, si bien se esperaba una posición “fuerte y dura” de esta delegación, como había anticipado Malcorra. No obstante, el director general de la organización, Roberto Azevêdo, dijo a los periodistas que es costumbre que haya un país o grupo de países que presenten cuestionamientos, y confió en que “se van a superar”. Y añadió: “La tentación del proteccionismo sigue existiendo, impulsada en la actualidad por las perturbaciones generalizadas en el mercado laboral que, de hecho, se deben en gran medida a los adelantos tecnológicos, más que a la competencia extranjera. Gracias al sistema de comercio, los países, en general, se han resistido a esa tentación, pero el sistema es fuerte sólo en la medida en que lo es el compromiso de sus miembros”.
Con el mismo optimismo y confianza, Macri afirmó que “los problemas de la OMC se resuelven con más OMC”, mientras concordó en la conveniencia de ir hacia “un mundo abierto y un comercio justo basado en reglas claras”.
“Vaso vacío”
En su último encuentro con la prensa, en la noche del martes, el vocero de la OMC, Keith Rockwell, admitió que existían “divergencias sobre todos los temas” que terminarían de abordarse en las sesiones plenarias de la jornada de ayer y describió, citando una frase de Malcorra, que “el vaso no está medio vacío; está casi totalmente vacío”, en cuanto a la posibilidad de consensuar algún acuerdo en Buenos Aires.
Las tratativas estuvieron centradas en cinco temas que abordarían los facilitadores, para la posterior consideración de los acuerdos por parte de los ministros de Comercio
la conferencia tuvo un amplio respaldo al multilateralismo