Otro día de furia en los territorios palestinos deja cuatro muertos
Hubo masivas protestas en Gaza y Cisjordania, donde miles de personas se enfrentaron a soldados israelíes
CIUDAD DE GAZA.– La furia por el giro del presidente Donald Trump sobre el estatus de Jerusalén volvió a desatar un viernes violento en los territorios palestinos, donde cuatro personas murieron y más de 160 resultaron heridas ayer en choques con el ejército israelí.
Luego de las oraciones del viernes, grupos de palestinos incendiaron neumáticos y arrojaron piedras a los soldados, que respondieron con gases lacrimógenos y munición de guerra en Cisjordania y la frontera con Gaza.
El vocero del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Kidra, dijo que dos hombres murieron por disparos en la cabeza y que 82 palestinos sufrieron heridas –cinco de ellos permanecían en estado de gravedad– durante choques en dos puntos de la frontera del territorio con Israel. Uno de los muertos fue identificado como Ibrahim Abu Thraya, de 29 años, un discapacitado que tenía ambas piernas amputadas.
En la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, después de la oración hubo una manifestación contra Trump en la que participaron alrededor de 30.000 personas.
El mando militar israelí informó que “miles de agitadores palestinos” rodaron neumáticos en llamas y lanzaron rocas y petardos a las fuerzas de seguridad, quienes respondieron con gas lacrimógeno y “disparos selectivos hacia los principales instigadores”.
La policía israelí dijo que un palestino fue herido a tiros luego de apuñalar a un agente en Ramallah, Cisjordania. El agresor fue evacuado por la Media Luna Roja y se desconocía su estado.
Las autoridades investigan denuncias de que el palestino llevaba un chaleco explosivo o portaba un artefacto explosivo falso.
Los choques se sucedieron desde que Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel, la semana pasada. El grupo terrorista Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, convocó a una nueva insurrección armada contra Israel en respuesta a la medida del presidente norteamericano.
Con su anuncio, Trump se apartó de la posición que sostuvo durante décadas la Casa Blanca de que el estatus de Jerusalén se debía resolver en negociaciones. Desde entonces, las protestas se multiplicaron en varios países de Medio oriente.
En Jerusalén Este hay sitios sagrados judíos, cristianos y musulmanes, y el estatus del lugar es el centro del conflicto. Los palestinos reclaman la zona, que Israel se apoderó en la guerra de 1967, como la capital de su futuro Estado.