La Iglesia condenó la violencia en el Congreso y llamó al diálogo
La cúpula del Episcopado será recibida el martes por Macri en la Casa Rosada
La Iglesia hizo ayer un apremiante llamado al diálogo y se expresó conmovida por la “creciente violencia política” en las calles y en el interior del Congreso de la Nación, que impidió su normal funcionamiento, tras el escándalo que rodeó a la suspensión de la sesión en la que se iba a tratar la reforma previsional.
“Para responder a las muchas urgencias y angustias de nuestros hermanos más frágiles, especialmente los jubilados, y para construir una sociedad justa y equitativa, no existen dos caminos, el diálogo o la violencia, solamente hay uno, el diálogo”, señaló la comisión ejecutiva del Episcopado, que preside el obispo de San Isidro, Oscar Ojea.
Se trata de la primera declaración pública de la nueva conducción episcopal, que el martes próximo, a las 12.30, visitará al presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada. Además de Ojea, concurrirán el cardenal Mario Poli, el obispo de La Rioja, Marcelo Colombo, y el obispo de Chascomús, Carlos Malfa, que integran la comisión ejecutiva del Episcopado.
La audiencia fue solicitada por los obispos para saludar al mandatario con motivo de las fiestas navideñas. El encuentro se hará al día siguiente del intento del Gobierno por aprobar en el Congreso la reforma previsional, tras el acercamiento que hubo ayer con los gobernadores.
Además de insistir en el diálogo para superar las diferencias, el Episcopado exhortó a todos los sectores políticos y sociales a “multiplicar los esfuerzos necesarios para poder celebrar estas próximas fiestas de Navidad en paz”.
“Parece necesario repetirlo: únicamente a través del respeto por las instituciones democráticas, que garantizan un diálogo al servicio del bien común, será posible superar las dificultades que agobian a nuestro pueblo”, agregaron los obispos en el comunicado, cuyo título señala: “El diálogo es el único camino”.
“Como pastores deseamos hacer un nuevo llamado al diálogo”, insistieron, tras señalar que “las familias argentinas han sido conmovidas por una creciente violencia política, que no sólo se ha registrado en las calles, sino que ha llegado incluso al interior del Congreso, impidiendo su normal funcionamiento”.
Fuentes del Gobierno indicaron que la declaración fue recibida con satisfacción. “Coincidimos con el llamado al diálogo y todo lo que implica evitar la violencia”, describió un funcionario.
Anteayer, antes del escándalo que se vivió en el Congreso, la Comisión de Pastoral Social de Córdoba pidió a los diputados nacionales por esa provincia que no votaran el proyecto oficial de la reforma previsional (ver aparte). El organismo, formado por laicos depende del arzobispo Carlos Ñáñez, pidió por escrito a los legisladores que “garanticen el pleno acceso de los jubilados a los medicamentos y demás bienes necesarios para una vida digna”.