Liberaron a veinte de los detenidos en las calles cercanas al Congreso
El juez Bonadio debe definir aún la situación de otras 25 personas que fueron demoradas anteayer en medio de violentos choques; ayer hubo protestas en los tribunales de Comodoro Py
El juez federal Claudio Bonadio liberó ayer a 20 de las 45 personas que fueron detenidas por intimidación pública y resistencia a la autoridad en los alrededores del Congreso. Habían sido demoradas durante los violentos incidentes entre manifestantes y efectivos de las fuerzas federales que cercaban la sede legislativa mientras se intentaba realizar la sesión para debatir la reforma previsional del Gobierno.
El magistrado, a cargo del Juzgado Federal N° 11, dejó en libertad sin tomarles declaración indagatoria a los 20 demorados anteayer. Al cierre de esta edición estaban siendo indagados otros cuatro detenidos, según informó a María del la nacion Carmen Verdú, abogada y referente de la Coordinadora contra la Represión Institucional y Policial (Correpi), que intervino tras las detenciones. Además de decidir si libera, o no, a los cuatro detenidos que eran indagados, Bonadio deberá definir mañana la situación de otros 21 detenidos.
Los demorados por los incidentes de anteayer quedaron alojados en comisarías de la Policía de la Ciudad, en la Superintendencia de Investigaciones Federales y en una dependencia de la Gendarmería, pudo averiguar este diario.
En la comisaría de la comuna 15 hubo seis de ellos; en la de la comuna 4, otros cuatro detenidos; en la de la 12, cinco presos, y en la comisaría 4ª quedó alojado uno de los demorados.
En la Superintendencia de Investigaciones Federales hubo 12 detenidos. La Policía de Seguridad Aeroportuaria, otra de las fuerzas federales que actuaron en el operativo que coordinó el Ministerio de Seguridad, no produjo detenciones en la protesta contra la reforma previsional y no tuvo a ningún detenido alojado en su sede, informó la fuerza a este diario a través de un vocero.
En los tribunales de Comodoro Py se concentró un grupo de militantes de la Correpi que reclamó por la liberación de los detenidos anteayer, y también por la libertad de las tres personas apresadas el martes, en la marcha de protesta contra la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que ayer finalmente recuperaron su libertad. Los militantes de la Correpi reclamaron que se aceleren los tiempos para liberar a los detenidos en ambos hechos.
Hoy, la organización volverá a protestar frente a Comodoro Py, a la espera de que recuperen su libertad las 25 personas que siguen detenidas. “A las 8, volvemos a concentrar”, adelantó Verdú a la nacion.
Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, se entrevistó ayer en los tribunales federales con el juez Bonadio para pedirle que libere a los detenidos tras los incidentes en las cercanías del Congreso.
Violencia y destrozos
Ayer, 45 personas habían quedado detenidas tras los violentos incidentes entre manifestantes y efectivos de Gendarmería, Prefectura y las policías de la Ciudad y Federal, que custodiaban el perímetro del Congreso, donde se realizaba la fallida sesión por la reforma previsional.
Desde las columnas integradas por grupos referenciados en distintos gremios, agrupaciones de izquierda, partidos políticos y movimientos sociales volaron piedrazos y botellazos hacia los efectivos; los uniformados atacaron con gas pimienta y balas de goma. Además de los detenidos, hubo heridos entre los manifestantes y también entre las fuerzas de seguridad.
El operativo tuvo su pico de tensión entre las 14 y las 17, cuando el efecto de los gases y las detonaciones de las fuerzas de seguridad fue ininterrumpido. Espasmódicamente, los manifestantes intentaban acercarse al Congreso, pero nunca pudieron hacerlo por el accionar de los uniformados apostados detrás de las vallas.
Las calles aledañas al Congreso mostraron, una vez finalizados los hechos, los resultados de la batahola: postas de goma dispersadas por el piso, autos y contenedores de basura quemados, vidrieras rotas y el vallado alrededor de la sede legislativa que quedó inundado de inscripciones contra las fuerzas de seguridad.