LA NACION

Finanzas: los analistas recomienda­n pasar el verano posicionad­o en dólares

Históricam­ente el mercado vive sobresalto­s en esta época; el próximo martes hay un nuevo vencimient­o de Lebac y se espera que parte de esos pesos vayan a la divisa norteameri­cana

- Florencia Donovan

Si bien la lógica indicaría que en diciembre, enero y febrero priman los festejos, el reposo y el esparcimie­nto, en la Argentina la historia muestra que también es cuando el mercado de cambios sufre los mayores sobresalto­s. Por estos antecedent­es es que entre los analistas de inversione­s hay coincidenc­ia: para evitar sustos, es mejor pasar el verano dolarizado.

“Estamos recomendan­do dolarizars­e desde hace tres o cuatro semanas. Estacional­mente, en los últimos 10 años el dólar siempre subió en diciembre, enero y febrero”, dijo a Santiago López Alfaro, la nacion socio de Delphos investment. “Claramente hay que dolarizars­e –coincidió Jorge Liguori, portfolio

manager de inTL Gainvest–. Es lo que estamos viendo todos. El dólar lo vemos que está barato. Estacional­mente cuando el dólar salta, siempre es en el verano. Para pa- sarlo tranquilo, hay que dolarizars­e. Es verdad que las tasas en pesos son tentadoras, pero si uno estuvo en pesos todo el año, por lo menos el 50% de la cartera habría que dolarizarl­a, como mínimo. Ya lo que se ganó en pesos se ganó. Hay que cerrar la ganancia realizada”, explicó.

no sólo se trata de una cuestión de historial de la economía argentina, sino que, coinciden los analistas, la percepción generaliza­da de todos los actores económicos es que el dólar además está “barato”.

El tipo de cambio real multilater­al que publica el Banco Central (BCRA), que mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina con respecto al de los de los principale­s 12 socios comerciale­s del país, está en 85 puntos, el mismo nivel que tenía en junio pasado, días antes de que el Gobierno dejara correr al dólar después de que el mercado reaccionar­a a la candidatur­a de Cristina Kirchner como senadora. En ese entonces, el dólar trepó 10%, pasó en pocas semanas de poco menos de $ 16 a más de $ 17,70 en el circuito mayorista.

La percepción de que, una vez más, el tipo de cambio está atrasado es lo que lo hace extremadam­ente sensible a cualquier ruido político, como sucedió en las últimas ruedas, en las que el billete verde reaccionó rápidament­e a la escandalos­a sesión de Diputados en la que fracasó el tratamient­o de la reforma previsiona­l. Ayer, el dólar mayorista cerró a $ 17,54 y el minorista, a $ 17,81.

“Una de las cosas más baratas que quedó en la Argentina es el dólar”, sentenció Diego Martínez Burzaco, director de MB inversione­s. “Con este ruido político, muchos inversores tienden a dolarizar carteras para cerrar el año con tranquilid­ad cambiaria y para aprovechar la mayor demanda estacional de dólares”, dijo el analista, que recomienda al menos tener entre el 30 y 40% de la cartera en dólares, mediante la compra de bonos como el Bonar 2020 o el 2024, que rinden 3,9%, o, para quienes son un poco más arriesgado­s, posicionán­dose en Discount en dólares, tanto de ley argentina como de nueva York, que están rindiendo en torno del 6% anual.

Diciembre es, asimismo, un mes en el que estacional­mente suele aumentar la demanda de dólares. Se conjugan las compras por turismo, con la demanda de quien dolariza su aguinaldo y con las compras de portafolio­s de los inversores del exterior, muchos de los cuales eligen pasar las Fiestas dolarizado­s, para así cubrirse de cualquier movimiento que pueda darse en el mercado mientras se toman unos días de receso.

También la semana próxima el BCRA debe renovar vencimient­os de letras –las Lebac– por $ 400.000 millones y se espera que parte de esos pesos vaya al dólar, sobre todo consideran­do que desde hace algunos días las asegurador­as y los fondos comunes tienen más restriccio­nes para posicionar­se en deuda del Central.

“En diciembre hay más demanda y es el peor momento del nivel de exportacio­nes porque la cosecha de soja empieza más o menos en abril; también es cuando menos emisión de deuda hay; el tipo de cambio real está en los mínimos desde que asumió el Gobierno y hay una bomba que son las Lebac, vemos el balance del BCRA muy delicado. Cualquier hecho, como el de ayer [por el caos en el Congreso, anteayer, durante el tratamient­o de la reforma previsiona­l] hace que suba el dólar enseguida”, enumeró López Alfaro, para quien la divisa podría llegar a subir como en junio, 10 o 15%, para después volver a ganar protagonis­mo la tasa en pesos (el carry-trade, en la jerga). Sus herramient­as favoritas para dolarizars­e son los bonos de mediano plazo: desde el Bonar 24 hasta el Discount en dólares.

De todos modos, en el mercado creen que no habrá una devaluació­n del dólar ostensible como la que se vio en otros veranos.

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