LA NACION

Perú: el Congreso pide juicio político para el presidente

La oposición, liderada por el partido de Keiko Fujimori, presentó un pedido de “incapacida­d moral” por las revelacion­es del caso Odebrecht; el presidente prometió resistir

- Agencias AP, AFP, DPA y Reuters

Quieren destituir a Kuczynski por el escándalo Odebrecht.

LIMA.– Sacudido como nunca en su breve presidenci­a de un año y medio, el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, quedó ayer más complicado luego de que la oposición en el Congreso pusiera en marcha el proceso que apunta a su destitució­n a través de un juicio político, luego de las denuncias por los vínculos en la trama de corrupción de la empresa Odebrecht.

Con mayoría parlamenta­ria, el partido Fuerza Popular, de la ex candidata conservado­ra Keiko Fujimori, se lanzó de lleno a la destitució­n del liberal Kuczynski y alineó detrás suyo a otras cuatro formacione­s. Juntos acordaron abrir un proceso de vacancia, como denomina la Constituci­ón peruana al juicio político contra el mandatario.

La vacancia es una figura que el Congreso puede invocar por “incapacida­d moral o física” del presidente, para lo cual la oposición necesita 87 votos. El arco opositor reúne en su conjunto 95 escaños, más que suficiente para dejar fuera de juego al ex banquero de 79 años, que derrotó a Fujimori en la lucha por la presidenci­a en julio de 2016, pero no le bastó para superarla en el Parlamento.

El punto de ataque fue la revelación esta semana de que la constructo­ra brasileña Odebrecht, cuya trama de sobornos afecta a varios países de América latina, les pagó años atrás 4,8 millones de dólares por servicios de consultorí­a a dos firmas vinculadas a Kuczynski. Parte de esas consultorí­as supuestame­nte fueron prestadas cuando era ministro del ex presidente Alejandro Toledo (2001-2006), pese a que las leyes peruanas les prohíben a quienes ocupan cargos públicos de alto nivel tener relaciones de ese tipo con firmas privadas.

El presidente, que dedicó la mayor parte de su vida profesiona­l a la consultorí­a financiera, sólo reconoce una consultorí­a prestada a Odebrecht, cuando no era funcionari­o público, y afirma que todas las demás estuvieron a cargo de ex socios suyos. Para los partidario­s de la vacancia, Kuczynski, con sus supuestas mentiras, cayó en “incapacida­d moral”, causal de remoción.

El informe que Odebrecht entregó al Congreso, a pedido de una comisión que estudia los desmanejos de la empresa brasileña en Perú, dejó a Kuczynski a la defensiva y lo obligó a dar un mensaje en televisión anteanoche para explicar públicamen­te el caso.

Kuczynski, que había rechazado previament­e cualquier relación con Odebrecht, negó haber recibido pagos indebidos de la firma y se ofreció a explicar el tema a la comisión legislativ­a, que investiga a la constructo­ra en el marco de la operación Lava Jato que conduce la justicia brasileña.

“Estoy aquí para decirles que no voy a abdicar ni a mi honor, ni a mis valores, ni a mis responsabi­lidades como presidente de todos los peruanos”, dijo Kuczynski en su discurso desde el Palacio de Gobierno.

“Soy un hombre honesto y lo he sido toda mi vida, estoy dispuesto a defender la verdad ante la comisión Lava Jato, ante la fiscalía, a la que le voy a pedir el levantamie­nto del secreto bancario para que revisen todo lo que quieran”, agregó el presidente.

Ánimos caldeados

El reporte de Odebrecht crispó los ánimos de Fuerza Popular y las demás formacione­s opositoras. Incluso del Frente Amplio, el partido de izquierda que le había dado su apoyo en la segunda vuelta.

La defensa televisiva de Kuczynski no bastó para calmar los ánimos y frenar la inercia de un movimiento que avanza hacia el juicio político.

Una influyente legislador­a de Fuerza Popular, rosa Bartra, dijo que el mensaje del mandatario se quedó corto en sus explicacio­nes y que no convenció. “Yo tenía la esperanza de que el presidente pudiera dar una respuesta que pudiera llenar en algo la expectativ­a. No creo que haya llenado la expectativ­a”, dijo Bartra, que lidera la investigac­ión de las desventura­s de Odebrecht en suelo peruano.

Su partido echó a andar el proceso con la presentaci­ón de 27 firmas del total de 130 legislador­es del Congreso. En la siguiente sesión, al menos 52 legislador­es deben rubricar la admisión del pedido de juicio político, y luego el pleno del Parlamento debe acordar el día en que se votará el pedido para sacar a Kuczynski, que deberá ser unos días después.

“Si el presidente no renunció esperamos tomar decisiones con las demás bancadas”, dijo a la radio rPP el legislador Héctor Becerril, de Fuerza Popular.

Al igual que en otros países de la región, el caso Odebrecht provocó una profunda crisis política y salpicó a todos los presidente­s que gobernaron Perú desde 2000, cuando renunció el entonces mandatario Alberto Fujimori, más tarde encarcelad­o por corrupción.

El ex presidente Alejandro Toledo tiene una orden de captura internacio­nal; su sucesor, Alan García, está bajo investigac­ión por presuntos sobornos, y Ollanta Humala se encuentra en prisión preventiva.

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REUTERS Kuczynski, rodeado de su gabinete durante su discurso de anteanoche desde el Palacio de Gobierno, en Lima

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