El tema cultural también es clave
Bancos, desarrolladores y Gobierno conviven en un ambiente que oscila entre el entusiasmo y la incomodidad. Las partes coinciden en que en 2018 arrancará “la década de la vivienda” pero que aún quedan pendientes. En los últimos meses, el boom de los créditos hipotecarios y su impacto en el mercado sobre todo en el usado desvió la atención del tema que desvela a los empresarios a la hora de arrancar proyectos pensados en Uvas: la inflación. “Este es un punto tanto o más importante que el alza de las tasas y su impacto en las cuotas dada su mayor relevancia”, relata Carlos Spina, director Comercial de Argencons, una de las desarrolladoras más activas del mercado. Pagaron al Estado US$ 26 millones por un terreno en la avenida Huergo y México, frente a Puerto Madero, y avanza con la venta de las unidades de Distrito Quartier Puerto Retiro, un proyecto ubicado en una zona que promete revalorización, en donde –en preventa– las unidades promedian los US$ 4600/m2. Otro punto clave relacionado con el anterior es el alto costo de construcción que hace inviable los negocios que necesita el mercado: los que puedan calificar para las cuotas de los créditos. “Tenemos que construir para el segmento B o C, pero los costos no bajan de US$ 3000/m2”, grafica un empresario. De esta forma las diferentes partes del rompecabezas se esfuerzan por encastrar las piezas. El tiempo y un trabajo “casi de hormiga” serán fundamentales para acelerar el ritmo con nuevas obras. No existen las soluciones mágicas. Este año se logró que los argentinos se sacaran el chip del alquiler y entendieran que “pueden comprar”. No es poco. El tema cultural pesa y es importante también para el avance de una industria en la que los créditos hipotecarios aún representan solo el 0,5 por ciento del PBI .