Piñera y Guillier lanzan sus apuestas finales para destrabar la paridad en el ballottage
Ante un escenario cerrado para las elecciones de mañana, buscan movilizar votantes
SANTIAGO, Chile.– El ballottage de mañana en Chile será cerrado. El pronóstico de Cristóbal Bellolio, analista político de la Universidad Adolfo Ibáñez, es que la diferencia entre Sebastián Piñera y Alejandro Guillier no será mayor a los 200.000 votos y que el próximo presidente “se definirá por penales”, señaló a la nacion.
El mismo escenario arrojan las encuestas: un empate técnico, no más de dos puntos de distancia entre uno y otro. Fue por eso que en la última semana, la más polarizada en la historia reciente, los dos candidatos enfatizaron sus diferencias para mover a los electores suficientes y destrabar la paridad.
Si en la primera vuelta votaron cerca de siete millones de chilenos, se espera que ahora lo hagan poco más de seis millones. En ese escenario, y con la prohibición de hacer campaña en las 48 horas previas al
ballottage, tanto Piñera como Guillier aprovecharon anteanoche sus últimos discursos para dejar bien claro cómo es el Chile que quieren y, por supuesto, el que no.
Piñera se centró en el crecimiento del país, en la creación de más empleos y en la lucha contra la delincuencia. Guillier, en cambio, se enfocó en el mensaje de una joven escritora que en primera vuelta votó por la candidata del Frente Amplio (Beatriz Sánchez, que logró 1,3 millones de sufragios) y que ahora decidió apoyarlo a él.
En sus discursos de cierre, también hubo diferencias profundas. “Aquí se inició un camino, nos toca tomar el relevo (…) No votar es permitir que gane la derecha conservadora que quiere volver atrás, es entregarles el triunfo a los poderosos, que no van a gobernar para la gente”, dijo Guillier, que estuvo acompañado por el ex presidente uruguayo José Mujica.
Su contrincante, en cambio, afirmó: “Los chilenos quieren cambios profundos, basados en el diálogo, en los acuerdos y no en la confrontación, ni mucho menos en la retroexcavadora (…) Hemos aprendido lo que Chile necesita para superar este clima de frustración y estancamiento”. Piñera había mostrado un video de apoyo que le envió Mauricio Macri y que ayer tuvo repercusiones, porque el canciller chileno, Heraldo Muñoz, llamó a su par argentino, Jorge Faurie, para decirle que “es altamente inusual que un presidente en ejercicio apoye a un candidato, diciendo que no puede ser objetivo por la amistad que tiene con uno de ellos”.
Ayer, Piñera y Guillier tuvieron actividades reservadas, pero los medios de comunicación y las redes sociales no bajaron la intensidad.
El ex presidente, por ejemplo, escribió en Twitter un mensaje: “Dejando atrás el Lado Oscuro de la Fuerza, que debemos erradicar de las campañas, saludo a Alejandro Guillier y le deseo éxito en todo, menos en el resultado de este domingo”. El aludido no respondió y, después de ser entrevistado en un canal de televisión evangélico (con protestas en su contra afuera), escribió dos definiciones más. Una de ellas fue: “Mi anhelo es un gabinete en que haya mujeres y hombres, de regiones y de Santiago, y con diversidad religiosa”.
La sensación es que en un escenario de voto voluntario con llegada estrecha, todos los mensajes cuentan para movilizar votantes. Predicciones
La Universidad Católica de Valparaíso analiza desde las primarias si se puede predecir una elección a través de Twitter. El proyecto es de BigData y se llama Depp PUCV.
Claudio Elórtegui, miembro del equipo investigador y doctor en Comunicación, dice que los resultados de primera vuelta estuvieron bastante cerca de lo que observaron en más de 165.000 cuentas. Ahora están atentos a cómo cambian los mensajes de los votantes que supuestamente deberían irse para Guillier y Piñera, y aunque no puede adelantar resultados, a pocas horas del ballottage Elórtegui dijo a la nacion que el pronóstico es “una definición muy cerrada”, con un comportamiento en Twitter también muy polarizado.
“El antipiñerismo antes no tenía tanta forma como esta semana. Las distinciones en estas horas van en la línea de apelar al futuro. Uno de esos futuros es continuar con un modelo neoliberal con ciertos marcos. Y por otro lado, Guillier apuesta a intensificar reformas para la igualdad y los derechos sociales. Los dos son discursos muy emocionales, factor clave en la última semana”, explicó Elórtegui, que agregó que estas elecciones tienen la mayor tensión emocional desde el plebiscito que le dijo no a Augusto Pinochet en 1988.