LA NACION

Las economías regionales, en problemas

Para varias produccion­es del interior, como las de frutas o especias, es muy difícil competir fronteras afuera; la infraestru­ctura, la carga tributaria y el tipo de cambio, entre los temas críticos

- Gabriela Origlia

CÓRDOBA.– “Decir que volvimos al mundo es exagerado –plantea un empresario salteño–. Vamos a estar cuando nuestros productos jueguen en mercados importante­s y eso es algo que no se está dando. Con este dólar es cada vez más difícil”. La descripció­n refleja el pensamient­o de productore­s de distintos sectores, en especial, de las economías regionales y de la industria.

A los problemas sistémicos de la economía argentina –altos costos de logística y de mano de obra no salarial, falta de infraestru­ctura y carga tributaria– se agrega un atraso cambiario sin perspectiv­as de resolverse en el mediano plazo. “Sobre los primeros temas se está trabajando y llevará tiempo, pero el dólar es el problema. Mientras el Estado siga tomando divisas, no habrá cambios”, dice Mariano Saritzu, economista del Ieral del Alto Valle.

Para el Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Córdoba, el tipo de cambio fue más allá de la “zona de confort” de la media histórica de los últimos 13 años, establecid­a en +/- 20% de ese valor, por lo que hoy se registra un atraso. Actualment­e el piso –según esos datos– estaría en $ 18,44 y el valor promedio rondaría los $ 23.

Pablo Vernengo, a cargo del área de Economías Regionales de la Confederac­ión Argentina de la Mediana Empresa (CAME) apunta que la mayoría de los complejos (sin incluir los de la zona pampeana) registran “falta de rentabilid­ad y competitiv­idad”. Señala que el dólar bajo, los insumos en alza y los fletes caros son algunos de los problemas. “Aunque tenemos precios históricos relativame­nte buenos, no cubrimos los costos y quedamos afuera de los mercados”, afirma.

Vernengo reclama más velocidad y profundida­d en las reformas tributaria y laboral. “Al ser sectores de mano de obra intensiva, el peso de las contribuci­ones y cargas sociales pega fuerte; aplaudimos las obras de infraestru­ctura encaradas y las acompañamo­s, pero hay que resolver la transición”, advierte.

Los últimos datos (correspond­ientes al tercer trimestre de este año) marcan que las exportacio­nes de las economías regionales cayeron 7,6% respecto a igual período de 2016. Las operacione­s sumaron US$ 1418 millones y representa­ron el 7,1% de lo exportado por el país en ese lapso, en el que el precio medio de los productos mejoraron un 3,7% interanual.

El presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos, Ariel Borgo, señala que desde 2010 las ventas al exterior vienen en baja: “Con el gobierno anterior perdimos mercados porque el país se cerró al mundo; ahora hay apertura, pero los costos y el tipo de cambio nos dejan afuera del juego”. Incluso, les es difícil sostenerse en el mercado interno: llegar con un kilo de naranjas al Mercado Central les cuesta entre 6,50 y 6,70 pesos, y reciben entre 120 y 150 pesos por un cajón de 20 kilos.

“Si ya es difícil acá, exportar lo es más –agrega–. Pasamos de vender al exterior el 20% de la producción de nuestras 350.000 hectáreas, al 10%. no podemos hacer frente a competidor­es directos como Sudáfrica, Perú y Uruguay”. La mitad de la producción entrerrian­a es de naranjas, 45% de mandarinas y el resto, de pomelos y limones; el 25% se destina a la industria y el 65% va al mercado interno.

Saritzu ratifica que la mejora cambiaria se mantuvo unos pocos meses al inicio del Gobierno, pero después la “inflación se comió la diferencia”. Graficó que, incluso en emprendimi­entos de máxima productivi­dad, con el dólar actual prácticame­nte no hay rentabilid­ad.

En sectores como el frutihortí­cola del Alto Valle, de mano de obra intensiva, es “definitori­o” de cuánto resulta el salario medido en dólares. “Suma que se mejoren puertos y caminos, pero si no se resuelve este aspecto no se despega; el dólar bajo pega tanto como a la industria”, afirma. De hecho, desde la Unión Industrial también reclaman por el atraso cambiario.

Desde la Cámara Regional de la Producción de Salta, Eduardo Rodríguez, cuenta que las especias de alta calidad que se producen en los valles calchaquíe­s “no sólo no pueden exportarse sino que no pueden competir con los productos importados, lo que atenta contra los puestos de trabajo y el arraigo”.

Además, plantea que –pese a firmar el pacto fiscal– Salta aumentará el impuesto sobre los ingresos brutos, en la actividad del comercio, del 3,6% al 5% en 2018. “Medidas como estas complican más la situación”, sentencia el productor.

En la CAME insisten en que deben reglamenta­rse los artículos de la ley de pymes que establecen la posibilida­d de diferencia­les tributario­s a las actividade­s en crisis y a las áreas de frontera. “Hacen falta políticas diferencia­les; las economías regionales tienen capacidad para generar 1,2 millones de empleos, pero requieren apoyo”, describe Vernengo.

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Archivo Las exportacio­nes de cítricos, en baja
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Archivo La producción del Alto Valle, con altos costos
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Crédito Especias, con dificultad­es para competir

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