LA NACION

Vacaciones “a tiro de celular” para los ministros

Macri va a La Angostura y su gabinete evita destinos “exóticos”

- Jaime Rosemberg LA NACION

Los violentos incidentes dentro y fuera del Congreso llenaron de zozobra e incertidum­bre a propios y extraños, pero no alteraron los planes de descanso, aunque sí condiciona­ron tiempos y distancias.

El presidente Mauricio Macri y sus ministros se tomarán vacaciones entre la Navidad y la segunda quincena de enero, en su mayoría en destinos cercanos a Buenos Aires y siempre “a tiro de celular”, por si surgiera alguna urgencia o imprevisto.

“No hay instruccio­nes sobre el tiempo que nos tenemos que tomar, pero todos sabemos qué hacer. Nadie va a dejar desprotegi­do su ministerio y se turnará con sus dos o tres personas de confianza”, afirmaron a la nacion dos ministros del gabinete.

Cerca de Macri esperan que el año “termine en paz” y que la tranquilid­ad continúe en enero. Por eso, algunos ministros no se animaron a planificar viajes a destinos exóticos o lejanos, más allá de tener la libertad de hacerlo, según comentaron en la Casa Rosada. Esperan un verano “agitado” con mucha actividad, más allá de que el Congreso estará cerrado en enero y de que la Justicia también se tomará un respiro luego de semanas de intensa tarea.

El primero en confirmar su viaje, como era de esperar, fue el Presidente, que desde el lunes y hasta principios de enero repetirá junto a su esposa, Juliana Awada, y la hija de ambos, Antonia, su destino favorito: el country club Cumelén, en Villa La Angostura, donde también suelen pasar sus vacaciones su amigo Nicolás Caputo y la reina Máxima de Holanda. Aún sin reponerse del todo de su lesión en la rodilla, Macri promete jugar allí al golf y “moderarse” con el tenis y el paddle, otros dos deportes que practica.

Mientras esté de vacaciones, la vicepresid­enta Gabriela Michetti estará a cargo de las cuestiones operativas, más allá de que también ella pasará las Fiestas en su Laprida natal, y que el 8 de enero partirá hacia Israel en visita oficial y con una agenda nutrida de reuniones y encuentros políticos.

El tridente que rodea a Macri también se irá unos días en esas mismas fechas. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, por caso, se refugiará nuevamente en las costas uruguayas junto a su esposa, Luciana Mantero, y sus dos hijos durante las dos primeras semanas de enero.

La gobernador­a bonaerense, María Eugenia Vidal, repartirá sus días con sus hijos entre Mar del Plata y Villa La Angostura, la misma localidad del Presidente. Podrían tener alguna reunión o compartir una cena, como lo hicieron en el verano pasado. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, analiza irse entre Navidad y Año Nuevo, pero aún no se lo comunicó a sus funcionari­os de confianza.

Al igual que Peña, también eligieron Uruguay el ministro de Producción, Francisco “Pancho” Cabrera, un habitué de Punta del Este, y el secretario general de la Presidenci­a, Fernando de Andreis, que el año pasado descansó en un campo cercano al balneario más famoso del país vecino.

Las playas bonaerense­s también recibirán a varios ministros. Andrés Ibarra, el ministro de Modernizac­ión, estará cerca de Chapadmala­l junto a su esposa, la diputada nacional Carla Piccolomin­i. Su par de Educación, Alejandro Finocchiar­o, también estará entre la arena y el mar, pero con destino desconocid­o.

Más modesto aún, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, estará en su Villa Paranacito natal, mientras el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, hará largas caminatas junto a su mujer y sus dos hijos en la villa santacruce­ña El Chaltén. Su par de Medio Ambiente, el rabino Sergio Bergman, se irá unos días “al sur” con su esposa y sus cuatro hijos, y tiene previsto pasar enero y febrero en su despacho de la calle San Martín, casi Corrientes.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, estará unos días en el campo Granja Grande, propiedad de su familia en Los Toldos, pero dejará a cargo a sus secretario­s Eugenio Burzaco y Gerardo Milman. Nadie en el Ministerio de Seguridad podrá desenchufa­rse del todo, como casi todo el Gobierno, de lo que ocurra en las calles y las rutas del país durante su ausencia.

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