Estados Unidos investiga a una offshore vinculada al negocio del juego
En respuesta a un exhorto, el Departamento de Justicia negó información porque tiene su pesquisa propia
El gobierno de Estados Unidos rechazó colaborar con la justicia argentina en una investigación que involucra al empresario Federico de Achával por presunto lavado de activos. ¿Por qué? Porque choca con otra pesquisa que se instruye en aquel país, según confirmó el Departamento de Justicia a la Cancillería argentina y cuya copia obtuvo la nacion.
La respuesta oficial de las autoridades estadounidenses llegó a Buenos Aires tras un pedido de colaboración que envió el juez federal Sebastián Casanello sobre Val de Loire, una sociedad offshore que durante los últimos años del gobierno kirchnerista sacó de la Argentina más de US$ 70 millones del mundo del juego.
El fiscal federal Federico Delgado buscaba que autoridades estadounidenses interrogaran a María Cecilia Villar Ferreira, una contadora uruguaya que figura como apoderada de Val de Loire con domicilio en Las Vegas, del estudio Mossack Fonseca. Pero la respuesta fue negativa.
Con fecha 20 de noviembre, el director de Asuntos Internacionales de la División Criminal del Departamento de Justicia, Vaughn Ary, respondió que no podían brindar “la asistencia requerida en este momento debido a una investigación pendiente estadounidense”.
“Sin embargo –aclaró– si dentro de un año las autoridades argentinas aún requieren la información reevaluaremos nuestra capacidad de proveer asistencia”.
En la investigación que se instruye en Buenos Aires, en tanto, el fiscal Delgado busca determinar quién es el verdadero dueño de Val de Loire, ya que según un documento hallado en los Panamá Papers sería De Achával, sospecha que refrendó la Unidad de Información Financiera (U I F ). Pero el empresario lo negó tantoante la prensa como cuando declaró ante la Justicia. Por el contrario, se limitó a consignar que el británico Edmund Ward, ex suegro de uno de los fundadores del buffet Mossak Fonseca, es el rostro visible de “inversores” sin decir sus nombres.
Consultado por la nacion, De Achával reafirmó a través de un vocero su posición. Reiteró que él no es el beneficiario final de Val de Loire ni de los US$ 70 millones que salieron del país, pero se negó a precisar los nombres sus socios en el Hipódromo de Palermo. Para los investigadores argentinos, la respuesta que llegó desde Washington es un escollo. Pero puede resultar una oportunidad, como ocurrió en 2007 con el “caso Antonini”.
¿Quién está detrás?
Según expuso como la nacion parte de los Panamá Papers en abril de 2016, la sociedad Hapsa que preside De Achával ordenó giros al exterior a favor de Val de Loire por US$ 70 millones entre 2007 y 2013.
Durante ese período, Hapsa ya había sellado una unión transitoria de empresas (UTE) con Casino Club, de Cristóbal López, para explotar tragamonedas de Palermo. Los voceros de López señalaron a De Achával. “Val de Loire es de él. La usa para sacar parte de las ganancias de Hapsa al exterior y Cristóbal no tiene nada que ver con eso”, indicó un portavoz del Grupo Indalo.
¿Cómo era esa operatoria? El director ejecutivo de Hapsa, Enrique Vienni, le remitía una carta a Val de Loire en la que le pedía que hiciera una solicitud de préstamo a Hapsa.
Días después, Ward (por Val de Loire) y Achával (por Hapsa) firmaban un mutuo para transferir el dinero, que así lograba salir de la Argentina y viajar hasta terminar en cuentas bancarias de Deutsche Bank AG, en Hamburgo, Alemania, y del PKB Privatebank, en Suiza.
Durante toda esa operatoria, López jamás apareció en los mails internos de Mossack Fonseca. Pero otro documento muestra que Val de Loire también tuvo un rol clave para que Casino Club pudiera expandir su negocio, en una operación con los catalanes de CIRSA que abarcó al Casino Flotante de Puerto Madero y al casino de Rosario. A cambio, la firma offshore cobró una comisión de US$ 6 millones que se depositó en Hamburgo.
Eso llevó a otra pregunta sin respuesta entre los investigadores argentinos. ¿De Achával cobró por medio de Val de Loire esa comisión de US$ 6 millones a cambio de intermediar entre ellos? Si De Achával no es el dueño de esa sociedad offshore, ¿quién cobró una comisión? ¿Acaso un funcionario kirchnerista por convalidar ese negocio? Y en ese caso, ¿qué funcionario pudo llevarse US$ 70 millones de Hapsa, más otros US$ 6 millones de López y Cirsa?