LA NACION

Hugo arana. “El paisaje externo moviliza los paisajes internos”

- algo Para dEclarar

—¿Qué lugar ocupan los viajes en su vida? —Están muy asociados al teatro, por la cantidad de giras que hice. —¿Qué es lo que más le atrae de la situación de estar de viaje? —Cómo el paisaje externo moviliza los paisajes internos... —¿Y cómo se vive eso durante las giras teatrales? —Depende de las giras, pero me ha tocado hacer un martes un pueblo, el miércoles otro pueblo, el jueves otro, viernes, sábado y domingo capital de provincia, y como tenemos un país que es extraordin­ario, uno puede disfrutar toda clase de paisajes. Y en el paisaje incluyo a la gente. —¿Un lugar preferido para pasar las vacaciones? —No tengo preferido, porque a veces el preferido es el nuevo, el que no conocía, entonces no puedo elegir uno. No hay mejor, cada uno vale porque hay otro que es distinto. —¿Y un rincón de Buenos Aires al que le gusta volver? —La placita Dorrego, en San Telmo. Me gusta ir tomar un cafecito. —¿Qué es lo primero que hace apenas llega a un lugar desconocid­o? —Trato de adaptarme a cada circunstan­cia y cada circunstan­cia me propone cosas distintas. —Improvisa, digamos. De alguna manera, pero siempre una improvisac­ión tiene que ver con responder a necesidade­s que a lo mejor uno ya tenía adentro, y uno improvisa en función de conseguir eso que quería, entonces no sé cuánto hay de improvisac­ión. —¿Tiene que ver con vivir el momento presente, quizás? —Intentándo­lo siempre, no es que lo logre. —¿Si pudiera visitar a un gran actor de todos los tiempos, a quién iría a ver? —Gracias a alguno de los dioses, si es que existen, grandes actores hubo, hay y seguirá habiendo siempre, no puedo elegir. Cuando me dicen quién es mejor, Pelé, Maradona o Messi, me parece tan absurdo… Lo extraordin­ario es que existan todos ellos. Si me siento a hacer una lista de actores, va a ser muy larga. —¿Alguna vez pensó en tomarse un año sabático? —No, será porque todavía me estimula la acción, la tarea, la profesión. Amo mi profesión, amo seguir jugando, entonces no sería una ganancia, sería una gran pérdida. —¿Alguna enseñanza que le haya dejado un viaje? —Siempre me llamó la atención los olores, las comidas, y una vez más, el paisaje, lo que se escucha y lo que se ve, que siempre es nuevo. En todo caso, estar alerta, aprender, tomar, sostener, guardar, conservar, intentar estar atento a eso, porque no siempre se está. A veces uno está muy ocupado en el ego. —¿Un día de vacaciones perfecto? —Gracias a Dios he podido viajar por todo nuestro país. También he estado alguna vez en Egipto, Israel, Polonia, Italia, Francia, Nueva York, y creo que tiene que ver con qué contacto hace uno con el afuera. Y ese afuera puede ser el patio de mi casa también. En todo caso, un día perfecto de vacaciones es aquel en el que uno puede conectarse de alguna manera con el presente, construirs­e ese estado, de acuerdo a dónde se ponga el acento. Y creo que eso tiene que ver con la profesión, porque estas cosas son las que uno recorre para construir un personaje, la construcci­ón de una conducta, de una psicología de un personaje determinad­o, y tiene que conectarse con estos temas. Por eso, para el actor existe el famoso aquí y ahora. En la actuación tengo que intentar no repetir la noche anterior en la obra (sin modificar el sentido), tengo que estar presente en ese aquí y ahora, no copiar lo que hice anoche. Anoche fue anoche. Y las fotocopias no se aceptan como documentos oficiales. —¿Algo que lo haya sorprendid­o en un viaje? —Mi mujer era polaca y una vez viajamos a Polonia. Estuvimos 11 días, y hacía 17 grados bajo cero. Un día íbamos caminando por la calle y entonces vimos tres edificios de departamen­tos de cinco o seis pisos de altura, grisecitos, y me quedé paralizado sin poder creer el espectácul­o que veía en los balcones, donde no había plantas ni ropa tendida, sino gallinas, conejos, corderitos, codornices y todo tipo de animales colgados boca abajo, con piel y con plumas. Usaban las ventanas como freezer. No me lo olvido más. ◗ PARA MAS DATOS El próximo 11 de enero, Hugo Arana estrena Los Tutores, escrita por Carlos La Casa y Daniel Cúparo, y dirigida por este último, junto a Laura Oliva, Ludovico Di Santo, Paula Kohan, Dan Breitman y Mónica Cabrera. Jueves y domingo, a las 20.30; viernes, a las 21.30 y sábado, a las 20 y 22, en el Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660). Localidade­s desde 550 pesos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina