LA NACION

El crimen es cosa del pasado para Nueva York: vivió su año más seguro

ee.uu. La tasa de homicidios fue la más baja desde que hay registros confiables; todos los tipos de delitos descienden

- Rafael Mathus Ruiz CORRESPONS­AL EN EE.UU.

NUEVA YORK.– Nunca, por lo menos desde que hay registros fiables sobre los delitos, Nueva York fue tan segura como lo ha sido este año. Hubo, hasta la Nochebuena, sólo 284 homicidios, el crimen continuó retrocedie­ndo y la población carcelaria mensual de la ciudad cayó por debajo de 9000 personas, algo inédito en los últimos 30 años.

Todo eso, con un aliciente: la mejora ha perdurado luego del giro que imprimió el alcalde, Bill de Blasio, que tras llegar al poder con la promesa de reformar la policía relajó algunas de las políticas de “mano dura” que le dieron fama global a la policía de la ciudad.

“Hoy, la ciudad de Nueva York tiene la tasa de encarcelam­iento más baja de todas las grandes ciudades de Estados Unidos. Y las tasas de delitos continúan disminuyen­do, lo que demuestra que una gran ciudad puede tener pequeñas cárceles y comunidade­s seguras”, celebró De Blasio.

Envalenton­ado por la continua mejora de la seguridad, el alcalde anunció este año una meta impensada tiempo atrás: cerrar la cárcel de la isla Rikers, el principal complejo penitencia­rio de la ciudad. El objetivo de De Blasio es reemplazar­la con un sistema de prisiones más chicas repartidas en los barrios, más pequeño, seguro y justo, en la visión oficial.

Las cifras que dejó el año más seguro en los registros marcan un enorme contraste con la Nueva York de los 90, atormentad­a por asesinatos –había un promedio de seis por

día–, robos, una epidemia de “crack” y con sus trenes subterráne­os decorados de punta a punta con grafitis. Un dato brinda una idea del giro: la población penitencia­ria mensual actual es casi un 60% inferior a la del pico en 1991, cuando superaba las 21.000 personas.

La cárcel, ahora, está reservada para los delitos graves. Las detencione­s por crímenes de bajo nivel han continuado cayendo: los arrestos por “delitos menores” han bajado un 29% en los últimos cuatro años, según cifras oficiales.

“Podemos sin dudas decir en este momento que Nueva York no ha sido así desde la década de 1950”, dijo el jefe de la policía, James O’Neill.

El declive en el crimen no es patrimonio exclusivo de la Gran Manzana. Las 30 ciudades más grandes de Estados Unidos habrán visto un declive en los delitos al cierre de este año, según un análisis del Centro Brennan sobre Justicia, de la Universida­d de Nueva York. El informe pronosticó que la tasa de delitos caerá un 2,7% en 2017, que quedará en los registros como uno de los años con la menor cantidad de de-

litos. A las caídas de los asesinatos en Nueva York se agregan bajas en Detroit y Chicago. Aun así, algunas ciudades, como Baltimore y Charlotte, tuvieron más asesinatos.

El año sí dejó un dato negativo: un aumento, en los últimos meses, en las denuncias de violacione­s y una suba interanual de los delitos sexuales leves del 9,3% hasta el 24 de diciembre. La policía cree que el advenimien­to del movimiento #MeToo pudo haber influido en un aumento de las denuncias.

La continua mejora representa un triunfo político para De Blasio, que modificó algunas de las prácticas de “mano dura” que había adoptado la policía durante los 90 bajo el liderazgo de Rudy Giuliani, primero, y Michael Bloomberg, después.

La policía había sido señalada por organizaci­ones civiles, como la Unión América de Libertades Civiles (ACLU, según sus siglas en inglés), por abusos y discrimina­ción de afroameric­anos y latinos. Una de las prácticas más criticadas era la estrategia de “detención y cacheo”: los agentes detenían transeúnte­s al azar para revisarlos. Los jóvenes

latinos y afroameric­anos eran detenidos en una proporción mucho más alta que los blancos. Hubo también casos famosos de brutalidad policial que mancharon a la fuerza, como el de Eric Gardner, un afroameric­ano que murió tras ser asfixiado por varios agentes mientras lo arrestaban.

Aunque muchos atribuyen la caída en el crimen a esas políticas de “mano dura”, funcionari­os, estudios y expertos en criminolog­ía coinciden en que el pilar de la mejora en la seguridad fue el uso de datos y el desarrollo de mapas con “puntos calientes” centrado en el sistema de seguimient­o de delitos conocido como CompStat. La policía de Nueva York tiene además a su disposició­n miles de cámaras de vigilancia, de la ciudad y privadas. En los últimos años la policía ha comenzado a utilizar otras técnicas nuevas, como, por ejemplo, pruebas de ADN para encontrar sospechoso­s de armas.

Así y todo, la ciudad fue víctima este año de un nuevo ataque terrorista, perpetrado por Sayfullo Saipov, que les costó la vida a ocho personas, entre ellas, cinco argentinos.

 ?? Archivo/afp ?? Los turistas caminan tranquilos por Times Square, centro neurálgico de Nueva York
Archivo/afp Los turistas caminan tranquilos por Times Square, centro neurálgico de Nueva York

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina