LA NACION

Incidentes en el Congreso: ordenan detener a dos manifestan­tes y un policía

medidas. El juez Torres intimó a Patricia Bullrich a identifica­r al agente que atropelló a un hombre con su moto; más indagatori­as

- Paz Rodríguez Niell LA NACION

El juez federal Sergio Torres ordenó ayer la detención de dos manifestan­tes y un policía en el marco de la causa que investiga los hechos de violencia ocurridos en las inmediacio­nes del Congreso cuando se discutía la reforma previsiona­l.

Los manifestan­tes son César Javier Arakaki y Lucas Iván Sauret. En imágenes que analizó el juzgado, se los ve “en una actitud palmariame­nte agresiva” hacia el policía Brian Escobar, que estaba “postrado en el piso”. En un video aparecen “golpeándol­o”, afirmó Torres. Escobar sufrió una fractura de cráneo y la pérdida de la audición del oído izquierdo.

En cuanto al policía que Torres ordenó detener, es el que atropelló con su moto a un hombre, que de acuerdo con la investigac­ión es Alejandro Gabriel Rosado, cartonero, a quien además quemó con el caño de escape. El policía no está identifica­do, por eso el juez le pidió al Gobierno que determinar­a quién es. “Toda vez que el requerido

es fácilmente identifica­ble por tratarse de un integrante de las fuerzas de seguridad en actividad, (...) úrjase en un plazo no superior de 24 horas a la Sra. ministra de Seguridad de la Nación que proporcion­e la identidad del efectivo policial”, dispuso el juez.

Además, Torres citó a indagatori­a a “un hombre vestido con una remera negra con la inscripció­n UOM”, identifica­do como Mariano Ernesto Stansiola, que además de tirar piedras a los policías, “arengaba [a un grupo de manifestan­tes] e indicaba hacia dónde dirigir las agresiones”. En la misma situación (citado a indagatori­a, pero sin orden de detención) quedó Damián Alejandro Ferrero, un policía bonaerense que fue sumariado, que arrojó “elementos contundent­es al personal policial”.

Además, el juez le encomendó a la Policía de la Ciudad que identifica­ra al “sujeto de sexo masculino” que aparece en las imágenes “destruyend­o una fuente de agua en la Plaza de los Dos Congresos”. De acuerdo con la investigac­ión judicial, no es la militante del Partido Obrero Celia Burgueño, como se había sostenido inicialmen­te.

Además, sigue la búsqueda de Sebastián Romero, el hombre del mortero. La Cámara Federal se negó ayer a eximirlo de prisión. Su abogado había dicho que se entregaría si la cámara confirmara la orden de detención, pero no lo hizo. Fuentes del caso advirtiero­n que con el tiempo que lleva prófugo quedó demostrado que tiene capacidad de eludir el proceso; por eso, si es capturado, difícilmen­te le concedan la libertad.

En cuanto al expediente de “violencia institucio­nal”, además de la detención del agente de la moto, el juez citó a indagatori­a a otro policía. “Arrojó varias veces un spray a escasa distancia y directamen­te al cuerpo y al rostro a un adulto mayor que se encontraba solo y desarmado, al que inmediatam­ente luego golpeó en su espalda con su tonfa”, afirmó el juez.

En paralelo con estas medidas, el juzgado investiga si hubo un plan organizado para generar los desmanes. Ese será el eje de la segunda etapa de la causa.

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Télam César Arakaki (de anteojos y remera en el cuello) es uno de los citados

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