Tras los anuncios, el peso tuvo la mayor caída de la era Macri
Se hundió más de 4% frente al dólar, que trepó a $ 19,46; bajaron hasta 3,8% las tasas de las Lebac
El peso amplió ayer su tendencia a devaluarse contra el dólar al caer más del 4% luego de que el Gobierno anunció –antes del inicio de la apertura del mercado-–un replanteo de sus metas de inflación, lo que implica que se propone recortar en breve los refuerzos de tasa de interés que (junto a una elevada y persistente inflación) habían ayudado a apreciarlo fuertemente este año.
La divisa cerró cotizando a un promedio de $ 19,46 para la venta al público y $ 19,20 para la mayorista, lo que supone incrementos de 68 y 76 centavos, respectivamente, respecto de los precios de clausura previos. Se trata de la mayor pérdida del peso contra esa divisa en una jornada en lo que va de la era Macri y de la corrección más abrupta en el valor del tipo de cambio (11% en apenas dos semanas), un precio clave para la economía local, desde la liberalización del cepo, a mediados de diciembre de 2015.
“Si se arma un ranking de devaluaciones de 1992 para acá, considerando los períodos en que previamente se registraba estabilidad cambiaria, se trata de la cuarta caída más fuerte del peso frente al dólar: la primera fue el salto del 290% en el semestre siguiente al fin de la convertibilidad; la segunda, del 44% promedio tras desarmarse el cepo; la tercera fue la del 23% de fin de enero de 2014 en unos días, y la cuarta es la de las dos últimas semanas, que ya llega al 11% y dejó atrás la del 10% registrada en la previa de las PASO”, reseñó el economista y consultor Mariano Kestelboim.
La escalada se profundizó por un marcadodesarmedelosportafolios deinversiónqueestabanvolcadosal peso pero apostando a la renta que podían obtener en dólares, es decir, lo que en la jerga denominan carry trade. Vale recordar que el mercado local venía registrando en los últimos meses, en especial desde que se supo que el Gobierno superaría sin traumas el test electoral, un fuerte ingreso de capitales especulativos: en noviembre, de los US$ 1287 millones que entraron US$ 1113 millonesfueronainversionesfinancieras y, de ese total, US$ 1130 millones se pasaronapesosparaaprovecharlas altas tasas locales.
El salto el dólar de ayer estuvo relacionado con la salida de estos fondos, algo que quedó a la vista por la baja en US$ 130 millones que registraron ayer las reservas del Banco Central (BCRA) pese a la ganancia de US$ 60 millones que obtuvo por la valorización del billete. Ese desarme se precipitó al derrumbarse hasta 3,8% en el día los rendimientos de las Letras del Banco Central (BCRA) que ya venían ajustando a la baja en los últimos días, aunque mucho más levemente por la actividad compradora que en ese mercado llevó adelante el BCRA para inyectar más liquidez. “Por la readecuación de las metas el tramo largo de la curva, que estaba operando tasas del 28,70%, ahora las dejó en el 24,88%. Es nafta adicional para el rally del dólar”, observó el economista Nery Persichini.
Señal de largada
La ola de traspasos se activó apenas el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, dijo que el cambio en las metas de inflación dispuesto por el Gobierno le permitía “recalibrar la política monetaria”. “Estas tasas son para las metas que teníamos, con la nueva meta el BCRA irá tomando las decisiones según sus parámetros”, explicó.
Los analistas califican la reacción del mercado ante los anuncios oficiales como “exagerada”, aunque la comprenden. “La gente y las empresas compran más dólares cuando sube sólo porque buscan algo de seguridad cuando ven incertidumbre y buscan, en todo caso, minimizar posibles pérdidas mayores. Eso se generalizó por la baja de tasas”, explicó Miguel Zielonka, de EconViews.
“Lo que provocó la reacción del mercado fue comprobar que el ala política le ganó la pulseada al BCRA y con aval de Macri. Al agregarse a eso un marcado ajuste a la baja en las tasas en el día, resultó un combo perfecto para que se disparara más el dólar”, apuntó Amílcar Collante, del CeSur. “Lo que leyó el mercado es que la política se sigue imponiendo a la economía, pasando por alto que los desequilibrios macroeconómicos siguen ahí porque hasta ahora avanzamos mucho más en buscar una forma elegante y coherente de lidiar con ellos que en su corrección”, remarcó Gabriel Caamaño, del estudio Ledesma.
“Lo que quedó a la vista ayer fue que no hay mucho margen para relajar las tasas en estas circunstancias sin pagar costos, aunque algunos parecieran ser buscados, como la mejora en el tipo de cambio. El problema pasa a ser el posible impacto de esta brusca corrección sobre las expectativas de inflación, en vísperas de paritarias y en un contexto sensibilizado por las subas tarifarias. Por eso no veo razón para que el dólar se calme mañana [por hoy] salvo que intervenga el BCRA o dé marcha atrás con parte del recorte de tasas de Lebac”, advirtió el economista Santiago Manoukian.