Sonidos Inoxidables
Nuevo disco y más proyectos para los Ratones Paranoicos
“Nosotros venimos a ser como las minutas. somos como una especie de milanesa con papas fritas del rock de acá. es algo que siempre es rico y si no te gusta es porque realmente no tenés hambre”. Juanse logra terminar la frase sin reírse de su ocurrencia, pero alrededor suyo todos estallan en carcajadas. “en serio, después todo lo demás es comida boutique, que está buenísima, pero es difícil cuando uno tiene hambre resistirse a una milanesa a caballo”, agrega.
La metáfora vale más allá del golpe de efecto conseguido. Porque habrá que sincerarse y decir que sí, que cuando uno quiere escuchar rock and roll en la argentina, los ratones Paranoicos son irresistibles. alcanza con repasar el tracklist del álbum que acaban de editar, Caballos en la noche, con el registro de su primer show en siete años, en un multitudinario Hipódromo de Palermo, tres meses atrás: “ceremonia”, “sucia estrella”, “Ya morí”, “Vicio”, “isabel”, “carol”, “rock del pedazo”, “rock del gato”, “sigue girando”, “cowboy”, y siguen los clásicos.
“el género que nosotros hacemos es el rock and roll, que es diferente a lo que se conoce como rock, que es más abarcativo. el rock and roll es distinto, tiene un ritmo sincopado, tiene otras influencias. eso es algo que ratones siempre tuvo muy en claro, por nuestras influencias, por los discos que nos intercambiábamos: nos gustaba el rock and roll”, apoya Pablo memi, sentado al lado de Juanse, ese amigo que conoce desde que tenían 17 años y soñaban con formar una banda de, precisamente, rock and roll.
en torno de una mesa de las oficinas de sony music también está el baterista roy Quiroga, mientras que el guitarrista que completa el cuarteto original de ratones Paranoicos, “sarcófago”, acaba de retirarse debido a compromisos extramusicales. Los ratones están otra vez juntos y el festivo estado de ánimo da cuenta del presente de la banda, que tiene programados dos shows en los próximos treinta días (el 11 de enero en Villa Gesell y un mes después en el cosquín rock), pero que aún no define cuándo ni cómo editará un álbum con nuevas canciones. o incluso si finalmente lo harán.
“este disco en vivo nos confirma, nos da oxígeno para tomar decisiones acertadas”, toma la palabra Juanse para ofrecer alguna pista acerca del futuro del grupo. “a veces el artista no toma una buena decisión porque no aprovecha el buen momento. si estás en un buen momento, no te apures, observá, disfrutá lo que tenés y después vemos”, sugiere. enseguida, este cantante que fue modelo del “Pomelo” de capusotto, se hizo meme de austin Power en el almuerzo de mirtha Legrand y a quien hace seis años cristo se le manifestó en el piso de su departamento, vuelve con aquello de que una banda es como una novia, que llega un punto en que la relación se desgasta, que cuando está con vos empezás a mirar a otras, pero que después, cuando te larga y pasa con una Ferrari acompañada de otro, te querés morir. “eso es lo que ocurre, en líneas generales, con lo que nos está pasando”, resume Juanse mirando a sus compañeros y cierra: “esto es como una sesión de análisis”.
Los ratones Paranoicos llevan 35 años juntos y aseguran que en ese período todos alguna vez se fueron de la banda, aunque más no sea por un rato. “Pero siempre fue por crisis personales, nada que tuviera que ver con el grupo en sí”, sostiene memi. “en ese sentido siempre fuimos frontales, simples, nada rebuscados ni misteriosos. Y lo más importante de todo lo que hicimos hasta ahora fue que nunca traicionamos a la banda, ni con el recurso de grabar otros estilos ni con botones, nunca”, dice.
“cuando estamos juntos –agrega Juanse– logramos un sonido único y se nota. Una crítica que nos hacían era que sonábamos siempre igual. Lo mismo que le criticaban a chuck berry. Pero el desafío era crear nuevas cosas alrededor de esos elementos”.
“claro, porque a veces parece ser que pocos elementos no tienen la calidad o el valor de una cosa más compleja –acota memi–, pero trabajar con esos elementos de estilo es muy interesante. cómo encontrar la cadencia, cómo te despojás, cómo vas dejando más espacio, cómo creás un clima”.
a los tres músicos se los ve entusiasmados con el reencuentro y con el sonido que tienen hoy, después de tantos años en la ruta. “estamos seguros, yo ahora digo bendecidos, por saber que a la gente les va a gustar lo que hacemos”, dice Juanse. “Porque si bien somos una banda que no la pasó bien al principio, que tuvimos que enfrentar muchos prejuicios, superamos esa barrera y podemos decir que tenemos vigencia”.
“Y eso hoy lo usamos como una novedad. Lo tradicional no tiene que ser viejo o aburrido. Lo tradicional puede renovar tu forma de ver las cosas desde el punto de vista artístico y los Stones son un exponente de ello”, dice.
La charla ingresa en el camino de las anécdotas, en donde Pappo (“somos la banda con quien más tocó el carpo”) se cruza con el ingeniero de sonido mario breuer (“¿sacó un libro contando su vida? ¡rajemos!”) y las noches de cemento se confunden con las de La alcantarilla.
“ese local no podía llamarse de otra manera. Una noche vendimos siete entradas y teníamos a la izquierda del escenario a cinco «canas» de la coordinación Federal que no nos permitían ir al baño a hacer nuestras necesidades”, explica Juanse. de aquellos primeros shows para pocos (“una vez nos olvidamos el pie de micrófono y pedimos prestada una maceta, le clavamos el palo de un secador, le atamos el micrófono y salimos”) al hipódromo con pantallas gigantes para 25.000 personas (editado también en dVd), los ratones construyeron su propia casa dentro del rock argentino. “muchos pensaban que lo nuestro era una pose, pero no, era y sigue siendo una realidad”, confiesan.
Los tres sostienen vehementemente y con orgullo que “hay algo que no aparece en ningún libro de récords, pero ratones es la banda que más shows ha dado del rock de acá. desde 1992 hasta 2011, dimos entre 80 y 120 shows anuales, en todas las ciudades y provincias. Nuestra artesanía consiste en esto, en tocar, porque si bien tenemos algunas capacidades extras, evidentemente lo nuestro es tocar y tocar juntos. Siem- pre nos limitamos a hacer rock and roll y a tratar de darle contenido a ese rock and roll. ¿cuál es el mensaje que tenemos y siempre tuvimos?”, pregunta Juanse y se contesta: “alegrar a las personas que vienen a nuestros shows. Son muchas generaciones que nos vienen a ver”, sostiene Juanse. –Siete años atrás, dijiste que con
Los chicos quieren rock [su disco más emblemático, de 1988] hicieron “el 17 de Octubre del rock and roll, porque el cabecita se vino a lavar los pies a la fuente de nuestra plaza”... –Y sí, porque había una tendencia muy grande de sectorizar al público. de hecho, en buena medida se logró, y la gente se uniformaba detrás de las banderas de las bandas, aunque era el mismo público que iba a ver a todos los grupos, pero se ponía la remera según a quién iba a ver. así es la argentina. Nosotros, con ese disco, en los 80, dejamos en claro que todos podían venir, que no nos importaba si eran peronistas, radicales o vendían pastillas. Nosotros tocamos para que esa unidad que se forma entre la banda y el público se sienta bien. esa es nuestra misión.
“Una vez nos olvidamos el pie de micrófono y pedimos prestada una maceta, le clavamos el palo de un secador, le atamos el micrófono y salimos”