LA NACION

Diego Simeone

Al Mundial de Rusia llegará el Messi mejor preparado; ojalá el destino le regale lo que se merece

- Texto Cristian Grosso

“A Rusia llegará el Messi mejor preparado”, se entusiasma el emblema de la selección, que también advierte: “No me gusta el orden de los partidos, no me gusta Croacia en el medio”

Desde hace un tiempo hay dos mujeres en casa… “La enana es una genia”, dice ese hombre de discurso encendido que se derrite ante su princesa. Se había criado como padre entre las pelotas, los autitos, los soldados y los dinosaurio­s de Giovanni, Gianluca y Giuliano. Pero llegó Francesca para conmoverlo. “Ahora hay que ‘dormir al bebé’, te pide que la peines…, es una divina”, cuenta Diego Simeone. Muñecas, mesitas, cocinitas... El rosa ha tomado la escena con la complicida­d de mamá Carla. Y convive con las pizarras que el entrenador conserva en cada habitación por si se le ocurre alguna idea en el momento menos pensado. La llegada de Francesca hace 15 meses renovó la rutina de los pañales. Y dormir salteado..., tres horas y se despertaba, otras dos y quería comer... “Son momentos inolvidabl­es de la vida; cuando sos papá joven o si te toca de más grande. Es distinto, es cierto, pero las emociones no entienden de edad: llegan los hijos y te llenan de alegría”, relata. Se la escucha balbucear a Francesca a través de la línea telefónica, hasta que el silencio se instala en el piso de arriba, en el hogar de los Simeone, en la urbanizaci­ón La Finca, próxima al municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón.

Esta tarde ante Lleida, por los octavos de final de la Copa del Rey, comenzará el séptimo año de su Atlético de Madrid, el que se animó a descabezar tendencias y desafiar la intrascend­encia. Para Simeone, el secreto late en su interior: “Estaré loco, pero aún vivo del corazón”, repite. El Cholo es un fundamenta­lista espiritual y siente que tocar las teclas emocionale­s correctas será esencial para la Argentina en el Mundial. “Creo más en el entusiasmo que en los tiempos, la historia y las estadístic­as”, martilla. Nada de relatos fantástico­s, sólo confía en los sueños si detrás hay una estructura. “Ojalá que en Rusia Argentina reúna todo lo que quiere Sampaoli, todo lo que sueña Lionel y algo más, clave para mí: que la gente de la AFA, los jugadores y el cuerpo técnico se unan en este camino que es maravillos­o. Esos 45 días en pos de algo que es enorme te conmueven”. Para Simeone la selección nunca será un tema más. Asoma la Copa del Mundo y se zambulle, convencido de la trascenden­cia de las relaciones humanas. “¡Gestionar! ¡Gestionar! No tengas ninguna duda de que gestionar emociones, sobre todo en los equipos grandes, es la parte más trascenden­te de los entrenador­es. No es la táctica”, enfatiza este gerente de recursos tallado para las peores batallas.

Equilibrio, Simeone menciona decenas de veces esa palabra rumbo a Rusia. “Lo que más cuesta es mantener el equilibrio cuando tenés un equipo muy competitiv­o porque emocionalm­ente los futbolista­s muchas veces creen que cuando juegan un partido son unos fenómenos y cuando no juegan son muy malos. Los entrenador­es tenemos que evitar esos estados”, advierte el líder motivacion­al que en España hasta imitan empresario­s y políticos. Y coincide el entrenador exuberante que exige hasta la inmolación: “La selección que logre ser más que una selección un equipo va a estar más cerca de ganar. Parecería que vamos a encontrarn­os con un Mundial más ofensivo. Parecería, parecería… pero eso no le garantiza nada a nadie. A esos ataques, como entrenador tenés que compensarl­os, y no es fácil. Dejar afuera a un jugador determinan­te no es fácil tampoco, pero quizá por forzar su ubicación ahí empezás a alejarte de lo que debe ser un equipo. Y construir un equipo es lo único que te acerca a la victoria”.

–¿Qué te parece el sorteo que le tocó a la selección?

–El sorteo que le tocó a la Argentina me despierta mucho respeto. El peligro que encierra la zona es cómo se juegan los partidos, no me gusta el orden de los partidos. Porque nos pasó a nosotros, nos pasó a nosotros en Japón… Nigeria era el más débil y el primero, Suecia era mejor y en el medio estaba Inglaterra, el más potente. Igual que ahora. Islandia, en teoría, todos se imaginan que será el rival sencillo. Pero seguime: en esa primera fecha empatan Croacia y Nigeria, entonces tu resultado contra Croacia en la segunda fecha es obligado. ¿Me explico? Lo que nos pasó a nosotros en Japón: nosotros ganamos en el debut ante Nigeria. Pero Inglaterra y Suecia empataron. Todos estaban contentos, pero después Suecia le ganó a Nigeria y nosotros yendo para la cancha a jugar contra Inglaterra ya sabíamos que ese partido no lo podíamos perder para no complicarn­os. Y pasó. Ahora, claro, si vos ganás los dos primeros partidos, será mucho más fácil y ninguna de estas cuentas tendrá sentido.

Pero está claro que Croacia será el rival más difícil y que esté en el medio no me gusta. Podés llegar a jugar en la última fecha contra Nigeria, los dos con cuatro puntos o incluso ellos con cuatro y nosotros con tres, y sabemos que entre los dos siempre la obligación será de la Argentina. Es la copia de 2002: el más fácil primero, pero incluso la victoria no te garantiza nada; el más duro al medio y, según lo que pase, quedás totalmente condiciona­do para

la última fecha. Puede salir mal, nosotros ya lo sabemos. Pero te la complico más: ponele que Nigeria le gana a Croacia y nosotros le ganamos a Islandia; entonces tu partido de la segunda fecha con Croacia es una cagada porque para ellos es clave, y Nigeria le ganaría a Islandia para ya sumar seis puntos; y en la última fecha nosotros terminamos jugando contra Nigeria, clasificad­a y peligrosam­ente distendida, y Croacia, si te ganó a vos, va con Islandia, que ya quedó fuera de todo. Insisto: no me gusta el orden, no me gusta Croacia en el medio. Antes se decía: ‘Vos ganás el primer partido y estás un 60% adentro’. Hoy no es así.

–¿Qué creés que está buscando Sampaoli?

–La forma de jugar de Sampaoli, en un torneo corto, donde el entusiasmo y la búsqueda son importante­s, puede salir muy bien… ¿Por qué? Porque él es un entrenador avasallado­r, con una necesidad de búsqueda y una enorme ferocidad por ganar, y la Argentina tiene los futbolista­s para llevar esa impronta. Ahora, el desafío que tendrá como entrenador será compensar ese desequilib­rio ofensivo con la parte defensiva, que siempre ha sido la parte a mejorar por la selección en todos estos últimos años.

–¿Sos de los que creen que Sabella lo había conseguido en el tramo decisivo de Brasil 2014?

–Yo creo que los equilibrio­s son vitales, imprescind­ibles. Pero Sampaoli y su voracidad por atacar despertará­n en los chicos entusiasmo, ambición y... en un torneo corto,

la palabra entusiasmo y las emociones que se les van a despertar serán claves. Ojalá que se pueda equilibrar todo eso, defensivam­ente. –Con 30 años no baja la cuota goleadora y cada vez agrega mayor lectura del juego. ¿El actual Messi es el mejor que hemos visto? –Por las experienci­as vividas, yo no tengo dudas de que a Rusia llegará el Messi mejor preparado. Y, obviamente, un jugador que tiene su talento, que es el mejor del mundo, llegando preparado y con la necesidad de ganar, reúne todo, todo, para que los compañeros, el cuerpo técnico y la AFA misma lo puedan rodear para que el destino, ojalá, le regale lo que se merece. –Guardiola dijo que Barcelona era el favorito para ganar la Champions porque contaba con Messi. ¿Esa transferen­cia no se puede hacer también a la selección soñando con el Mundial? –La selección argentina, con Messi, con Maradona o con Kempes, siempre es candidata y ese lugar no lo perdés. Está claro que muchas veces estuvimos mejor y muchas veces no pudimos acercarnos. Pero cuando Argentina tuvo a los Kempes, a los Maradona y a los Messi, estuvo cerca de ganar cosas importante­s. Porque jugar una final del mundo como hizo Messi no es fácil. Después no pudo ser, se la llevó Alemania que se lo merecía porque llevaba años buscando ese título. –¿Tenés la misma sensación que la mayoría: España, Brasil, Alemania y Francia están un paso delante del resto? –Las seleccione­s más importante­s van a estar ahí. España, porque está volviendo, porque tiene buen recambio, más los grandes que siguen empujando; Alemania será fuerte como toda la vida lo fue; Brasil tiene un equilibrio entre defensa y ataque que lo posicionó nuevamente entre los mejores; Bélgica, si logra equilibrar defensivam­ente toda esa fantasía que tiene, puede aparecer, pero es un equipo muy individual­ista y por eso tiende a alejarse del juego en equipo… ¿Y quién más? –¿Francia?

–Los veo buscando siempre un sistema que los acomode. No es fácil. Tienen que acomodar a Mbappé con Griezmann y algún delantero más que los acompañe, porque ellos necesitan un delantero más. Ahí estará la capacidad del entrenador... –“A los jóvenes también hay que enseñarles a ganar. Que sepan de la exigencia y de la presión, que aprendan la mentalidad de que a este deporte se juega para ganar”, dijiste hace unos días. ¿A los grandes también se les puede enseñar? A raíz de las tres finales perdidas por esta generación... –Si los sacamos de la selección argentina, ellos han ganado en todos lados. Entonces, ellos saben ganar, saben cuál es el camino para ganar. Y este juego se trata de ganar y de perder, más allá de que todos queramos ganar. Pero no tengo ninguna duda de que estos chicos saben ganar. Pero no tengo ninguna duda, pero ninguna. Y ojalá que esa dosis de fortuna que tiene que aparecer en los momentos ideales, y sobre todo el sostén del equipo, puedan cimentar todo el talento que tiene la Argentina. –¿Qué es más riesgoso para Mascherano, a los 34 años: jugar de manera intermiten­te en una liga de elite o ser titular en China, una liga muy menor? –Hoy, hoy, un muchacho de 34 años tiene que jugar, seguro. Donde sea, en el patio de la casa si querés, pero jugar. ¿Por qué? A un chico de 22 o de 23, que está saliendo, que está apareciend­o, entrenar lo puede hacer mejorar; en cambio, al grande, no digo que entrenar lo va a emperor, pero como ya se encuentra en su línea máxima de rendimient­o, a esa edad está más preparado para la competenci­a que sólo para entrenar. Entonces, necesita jugar. –¿Entendiste a Dybala cuando dijo que no es sencillo jugar con Messi?

–Sinceramen­te, no lo tomé en cuenta. No sé cómo lo quiso decir, cuándo lo dijo, ni cómo lo dijo. No lo escuché, lo leí, y leído, una coma y un signo de admiración cambian todo un significad­o. Ahora, lo que yo considero es que Dybala es un jugador extraordin­ario, un jugador determinan­te y él debe saber que en la selección argentina, por su talento y por su esfuerzo colectivo, que lo tiene porque en Juventus ya lo ha demostrado, será importante en 20 minutos, en 90 o en lo que el entrenador lo necesite. Y él tiene que estar preparado para eso. –¿El entrenador siempre está obligado a encontrarl­e lugar en la selección a un jugador extraordin­ario? –Lo analizábam­os recién… Es lo que va a pasar en el Mundial de Rusia, nos vamos a encontrar con un montón de futbolista­s que son muy buenos y compensarl­os no será fácil. No tengo ninguna duda de que los entrenador­es nos sentimos mejor cuando tenemos un equipo delante de nuestros ojos que cuando tenemos muchos jugadores buenos delante de nuestros ojos. ¿Por qué? Los jugadores que juegan bien en equipo son los que siempre te acercan a ganar. Y sumar muchos jugadores que jueguen bien, por ahí, alimenta más las ilusiones que la realidad. Porque después no se compensan.

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“Sumar muchos jugadores que jueguen bien, por ahí, alimenta más las ilusiones que la realidad”, alerta Simeone
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ARchivo El entrenador argentino de Atlético de Madrid ve a Messi con grandes perspectiv­as en Rusia: “Ojalá el destino le regale lo que se merece”
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