Pyongyang cede y acepta dialogar con Seúl
distensión. Negociarán la presencia de atletas norcoreanos en un evento olímpico
SEÚL.– Corea del Norte aceptó ayer mantener una reunión “de alto nivel” propuesta por su vecina del sur para tratar el envío de una delegación norcoreana a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur), en lo que supondrá el primer encuentro bilateral desde 2015 y en medio de la tensión nuclear entre el régimen de Kim y la Casa Blanca.
El encuentro será el próximo martes en la Casa de Paz, en la aldea fronteriza de Panmunjom, una localidad en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas. Se espera que funcionarios de ambas partes debatan sobre los Juegos Olímpicos y la “mejora de las relaciones intercoreanas”, informó en una conferencia de prensa el vocero del Ministerio de Unificación surcoreano, Baik Tae-hyun. El anuncio del encuentro se da en el marco de la reactivación, luego de dos años, de la “línea roja” de comunicación directa entre Seúl y Pyongyang.
A su vez, Corea del Sur y Estados Unidos acordaron retrasar el inicio de sus maniobras militares anuales para que no coincidan con los Juegos Olímpicos (del 9 al 25 de febrero). El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, dijo que el objetivo es que “las fuerzas de Estados Unidos y de la República de Corea puedan centrarse en garantizar la seguridad de los Juegos”.
La vocera de la cancillería rusa, María Zajarova, apoyó la decisión de ambas Coreas de reanudar relaciones y consideró que “el diálogo directo permitirá disminuir la tensión en la península coreana. De la misma manera, el jefe del comité de relaciones exteriores del Senado ruso, Konstantin Kosachov, aseguró que “Rusia está dispuesta a contribuir con el diálogo”, y expresó su confianza en que, después de los asuntos puramente deportivos, ambas partes aborden temas políticos, “pero eso ya supondrá la inclusión de Estados Unidos, ya que sin Washington difícilmente el norte y el sur podrán hacer algo por su cuenta”.
Por su parte, el jefe de gabinete de Japón, Yoshihide Suga, declaró en una conferencia de prensa en Tokio que su país junto con sus aliados continuará presionando a Corea del Norte, y que “no modificará su propia posición de colaboración con Estados Unidos y Corea del Sur”.
En este contexto, el Ministerio de Comercio de China anunció que su país limitará las exportaciones de petróleo a Corea del Norte y prohibirá las ventas de acero y maquinaria industrial, bajo las sanciones impuestas por la ONU.
En los últimos días aumentó la tensión entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante los mensajes de fin de año.
El dictador norcoreano manifestó que ya tiene “en su escritorio” un botón para hacer despegar un misil nuclear, mientras que Trump le respondió vía Twitter y alardeó que su botón es “más grande y poderoso”.