“Para mí, desempeñarse en un oficio manual es tener el poder de suspender el tiempo. La energía concentrada entre las manos y los objetos es un momento de disfrute y de paz”
Joyera Emmy Werner (66) Su marca: Clara & Yema En Facebook: Clara & Yema
La tostadora y las burbujas de una cacerola sobre la hornalla, empezaron a convivir con un torno, maquetas y lijas, cuando la cocina de su casa se convirtió en un taller multidisciplinario. Sus hijas estudiaban Diseño Industrial y Gráfico, mientras Emmy comenzaba a interesarse por la joyería a partir de que una amiga le pidió que copiara un par de aros que había traído de un viaje. “Comencé así, por casualidad, a armar aros con piedras y partes de plata, pero eso me impulsó a querer producir mis propias joyas”. Se inscribió en una escuela vinculada a la Cámara Argentina de Joyería, y lo complementó con cursos específicos. Cuando sus hijas le pedían una pieza a medida, prefería enseñarles cómo hacerla. Quizás por eso, de las estaciones de creación que había en su cocina, la joyería fue la ganadora, cuando en 2012 lanzaron su marca. Empezaron con seis modelos, que mostraban en el living de su casa a las clientas que llegaban por Facebook –red en la que ya tienen casi 100.000 seguidores–: “Lo bueno de las redes es que podés testear un producto instantáneamente. La respuesta es inmediata”. El proceso es largo, pero hay disfrute en cada parte, asegura: “Hay momentos creativos, de reunión, de compartir y de paz. Lo lindo es que el tiempo y el esfuerzo se materializan en un producto terminado pequeño y brillante”. Hoy, además de una tienda online, acaban de abrir un local en la galería Guido Spano (Av. Santa Fe 2653).