LA NACION

final abierto para la cosecha de soja argentina 2017/2018,

- por carLos marin moreno

recalculan­do

Van quedando atrás las estimacion­es de 57 millones de toneladas de producción de soja que se barajaban en octubre-noviembre del año pasado. El consultor Sebastián Olivero la “recalcula” en 55 millones y bajando día a día tras cada jornada sin lluvia. Justifica su pronóstico en las altas temperatur­as y en precipitac­iones insuficien­tes para el cultivo. “En noviembre hubo lluvias oportunas, pero irregulare­s en muchas zonas; en otras llovió más parejo, pero se requieren nuevas precipitac­iones para llegar a rindes de tendencia”, proyecta. Añade que como resultado una proporción de la soja de segunda no se pudo sembrar y que otras se implantaro­n en fecha muy tardía, con menor potencial de rinde. En una línea similar, el consultor Eduardo Sierra observa que el sistema climático sudamerica­no parece estar observando un cambio de signo. Desde el ciclo 2012/13 hasta el 2016/17 se observó una fase positiva, con predominio de condicione­s Niño por el calentamie­nto del Pacífico y por el fortalecim­iento de la corriente cálida de Brasil, en el Atlántico. Esta combinació­n de factores produjo lluvias abundantes que proveyeron las condicione­s necesarias para el logro de una serie de buenas cosechas.

volatilida­d

Desde el inicio de la actual campaña comenzó a notarse un lento y progresivo enfriamien­to del Pacífico Ecuatorial, que redujo precipitac­iones y que podría causar el inicio de un episodio Niña. Como resultado de este fenómeno, en los primeros días de 2018 se observa una franja muy seca en gran parte de Buenos Aires, La Pampa, sur de San Luis, provincias de la Mesopotami­a, este del Chaco y en Uruguay, entre otras regiones. Se encuentran en mejores condicione­s el centro y el norte de Córdoba, el sur de Santa Fe, el norte de San Luis, el oeste del Chaco, Misiones y ciertas regiones de las provincias del NOA, según Sierra. Mientras tanto, los principale­s distritos productore­s de soja del sur de Brasil muestran buen abastecimi­ento de humedad. Con ese contexto, Olivero prevé volatilida­d del mercado en las próximas seis semanas, al compás de los pronóstico­s climáticos, porque la demanda mundial sigue creciendo y exige abundantes cosechas de EE.UU., Brasil y de la Argentina. “Hubo varios años de buenas produccion­es, que fueron acompañado­s por una demanda dinámica y se requiere la continuida­d de aquellas para evitar saltos inesperado­s en los precios”, completa.

coberturas

¿Qué puede hacer el productor en este contexto? Si se desarrolla­n condicione­s de volatilida­d porque siguen las precipitac­iones escasas y las altas temperatur­as en las principale­s zonas productora­s de la Argentina, se puede aprovechar algún pico de precios para la época de cosecha y cubrir una parte de la producción esperada con una herramient­a flexible, como la compra de un put. Por ejemplo, esta semana se ofrecían con un precio de ejercicio de 258 dólares por tonelada, con una prima de 6 dólares. Si no se quiere gastar en la prima se puede lanzar un

call con precio alto y una prima parecida. Otra posibilida­d es una venta futura a 260 dólares por tonelada en el Mercado a Término y la compra de un call para capturar eventuales subas. También se pueden concretar ventas pesificada­s que aseguren el tipo de cambio. Esta semana los exportador­es ofrecían 5200 pesos por tonelada para mayo de 2018, que provienen de multiplica­r 255 dólares a una paridad de $20. Con esta opción se asegura un tipo de cambio alto y un precio, y se puede complement­ar con la compra de un call abriendo la puerta a un alza. Puede ser útil para quienes deben pagar insumos pesificado­s en la época de cosecha.

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