River tiene a Pratto, la compra más cara de su historia: once millones de dólares

Regresará el 4-2-3-1, con el Apache detrás de Ábila; saldría el uruguayo Nahitan Nández

Los ídolos tienen la capacidad de invertir ciertas ecuaciones. Boca, puntero del fútbol argentino desde hace más de un año, es un equipo distinguible a partir de la firma de los Barros Schelotto. La incorporación de cualquier futbolista, entonces, debería implicar que el recién llegado se amolde a ese sistema. Pero Carlos Tevez no es cualquier jugador, tiene la chapa de su nombre y historia. Así, su figura delineará una nueva silueta en el conjunto de los Mellizos de cara al máximo objetivo xeneize en 2018: la conquista de la Copa Libertadores.

“Nunca me fui”, había dicho Tevez la semana pasada al llegar al hotel de Cardales en el que ahora realiza la pretemporada con el resto del plantel. Una frase de ocasión, desmentida por el año en el que paseó por el fútbol chino. Y también por el hecho de que tras su partida, Guillermo y Gustavo habían recompuesto el sistema táctico que prefieren, el de los cuatro defensores delante del arquero, los tres mediocampistas y los tres delanteros. Ese dibujo ahora será otro para que convivan en la ofensiva Ramón Ábila, Cristian Pavón, Edwin Cardona y el propio Tevez.

Colocar a esos cuatro hombres de ataque implica, necesariamente, quitar a uno de la línea media; porque Boca retomará el 4-2-3-1 que no utiliza desde el 18 de diciembre de 2016 ante Colón, el día del último partido de Tevez vestido de azul y oro. Wanchope será el centrodelantero y detrás estará su amigo y compañero de habitación, que con la camiseta número 32 tendrá a su derecha al cotizado wing que Jorge Sampoli cuenta como posible entre los 23 que irán a Rusia, y al colombiano a su izquierda. En esta movida, Cardona puede salir favorecido al estar algo más retrasado y cercano a la zona de gestación; aunque también es cierto que ese costado izquierdo se le hará más largo con un sostén no ya de tres hombres en la mitad de la cancha, sino de un doble pivote central. No saldrá del equipo Wilmar Barrios, convertido en un elemento indispensable, ni Pablo Pérez, capitán ante la ausencia de Gago. Pese a sus buenas actuaciones, al gol en el superclásico con River y a la titularidad en las últimas siete fechas de 2017, el uruguayo Nahitán Nández es quien perdería la titularidad.

Carlos Tevez está de regreso y Boca acepta las condiciones, por eso se reacomoda para cobijarlo en su tercer ciclo en el club. Por él dejará de lado la figura que en el primer tramo de la Superliga le permitió ganar diez de los doce partidos que disputó y ser el equipo más goleador (25) y el menos goleado (5). Todo sea por la vuelta del ídolo.