LA NACION

Revelan demoras los documentos oficiales detrás del brote por los sándwiches contaminad­os

Así surge de nueve informes del área de Seguridad Alimentari­a porteña; el paso a paso de la actuación de la autoridad de control

- Fabiola Czubaj LA NACION

Los informes y las actas oficiales detrás del brote de gastroente­rocolitis por el consumo de sándwiches contaminad­os con salmonela revelan cómo respondió la oficina de Seguridad Alimentari­a porteña a esa emergencia de salud pública con más de un centenar de afectados el mes pasado.

Los nueve documentos que la Agencia Gubernamen­tal de Control (AGC) le envió anteayer a la

nacion, tras la publicació­n de las denuncias de una decena de esos consumidor­es, confirman que el comercio de Moreno al 1100 no recibió intimacion­es asociadas con la higiene o la seguridad de los productos a la venta desde 2015.

Señalan, también, que las medidas preventiva­s ante las evidencias de un brote (como cantidad de afectados y resultados clínicos) no habrían sido suficiente­s para evitar nuevos consumidor­es: los sándwiches en los que se detectó la bacteria estaban a la venta el 5 y el 6 del mes pasado, una semana después de que compraran los afectados.

María Madío trabaja en las oficinas del Ministerio de Salud de la Nación sobre la calle Lima, justo enfrente del edificio histórico sobre la avenida 9 de Julio que comparten con la cartera nacional de Desarrollo Social. Estuvo entre unos 100 afectados de ambos ministerio­s.

Como el 27 de noviembre había una movilizaci­ón, con otros colegas fueron a comprar sándwiches de miga “para almorzar algo rápido”, según recordó. “Después me sentí muy mal durante dos semanas. Hice la denuncia a Bromatolog­ía [de la ciudad] a la semana. pero cuando volví a trabajar, el lugar estaba abierto. pero lo estuvo mucho tiempo a pesar de la cantidad de personas que habíamos enfermado”, agregó.

También hubo afectados de empresas privadas y otros organismos públicos e internacio­nales, además de consumidor­es circunstan­ciales que compraron a finales de noviembre en el lugar. “El local estuvo cerrado unos días a mediados de diciembre, pero volvió a abrir y mucha gente siguió comprando”, dijo un empleado de la cartera sanitaria nacional que había compartido los sándwiches con otros cuatro colegas la última semana de noviembre. Otra empleada había enfermado el 13 de ese mes.

A diferencia de lo que informaron las autoridade­s de la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentari­a (Dghysa) de la AGC a otros medios después de la publicació­n de el lunes pasado, la nacion los informes de inspección del 27 de noviembre de 2015 y el 1° de febrero del año pasado fueron “sin novedades” luego de revisar las condicione­s de higiene, conservaci­ón y temperatur­a de las heladeras y la manipulaci­ón de los alimentos.

Tras recibir denuncias de damnificad­os el 5 de diciembre, según dijo a la titular de la Subgerenci­a la nacion Operativa de Epidemiolo­gía Alimentari­a de la Dghysa, veterinari­a Silvia López, inspectore­s tomaron muestras ese día y el siguiente de tres sándwiches de miga, mayonesa industrial y una salsa de mayonesa.

Regresaron recién el 11 para tomar una muestra de mayonesa reducida y hacer un hisopado de los mostradore­s y la untadora del pan. El hallazgo de cucarachas vivas y muertas en el sótano fue motivo de una clausura que duró desde ese día hasta el 19 de diciembre. Se intimó al lugar a hacer refaccione­s.

Los análisis de la Dghysa hallaron salmonela solo en los tres sándwiches. La mayonesa y la salsa no estaban contaminad­as. Con estos resultados, a partir del 28 pasado, la agencia demoró siete días en clausurar el local. El resto de los días, hasta el 4 de este mes, pudo abrir.

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