Piquetes y aplausos: una recepción muy dispar en La Paz
La caravana fue abucheada en el centro de la capital boliviana, y celebrada fuera de allí
LA PAZ, Bolivia.– Con un ambiente que mezcló la algarabía y el rechazo, la llegada del Rally Dakar a La Paz resultó convulsionada. Después de cinco jornadas en las que la competencia transcurrió con normalidad en tierras peruanas, el primer día en el altiplano boliviano exhibió una cálida bienvenida en algunas zonas mientras que en otras se observaron protestas sociales en las calles expresando el rechazo por uno de los eventos más grandes del mundo.
Fundamentalmente, el reclamo boliviano que se extendió a otras ciudades pide la anulación de un Código Penal que fue promulgado en diciembre pasado. Además, el gobierno desmontó una huelga de médicos que duró 47 días y que amenazaba con dejar sin atención a los competidores del Dakar. Con esto, la llegada del Dakar estuvo precedida de una intensa agitación social, por lo que el gobierno dispuso un fuerte control policial a lo largo de la ruta. Durante varias horas, diferentes micros destinados por la organización para la prensa y oficiales de la prueba quedaron varados en el centro de la ciudad. “Queremos proyectos que piensen en el pueblo”, expresaron universitarios, trabajadores en salud y cocaleros opuestos a Evo Morales. La mayor cantidad de vecinos se reunieron en la Plaza Mayor de San Francisco, en el centro de la ciudad. “¡No queremos Dakar!” y “¡Dakar no, médicos sí!” fueron los estribillos elegidos por los manifestantes. la nacion presenció cómo un manifestante agredió un micro con un piedrazo, aunque fue un hecho aislado en medio de la movilización.
Los médicos y otros sectores habían advertido con un boicot al Dakar. Sin embargo, el presidente boliviano le dio la bienvenida en su cuenta de Twitter. “El Dakar llega a Bolivia por quinta vez. Para nosotros es un orgullo”, saludó Evo Morales.
No obstante, miles de bolivianos también salieron ayer a las calles de La Paz a recibir con calidez la llegada del Dakar. Ya desde la salida del aeropuerto internacional El Alto los vecinos se volcaron con banderas de su país. Una imagen que contrastó notablemente con las protestas, que no obstaculizaron las rutas de acceso de los pilotos. “Es un orgullo verlos nuevamente en nuestra tierra. Es una gran competencia internacional”, expresó Marco, un joven de 22 años. En un ambiente festivo, enfrente del estadio Hernando Siles –donde estuvo ubicado el podio de llegada–, los fanáticos disfrutaron ubicados en tribunas especialmente montadas.
El Dakar tendrá hoy, aquí, su jornada de descanso. Sin embargo, los manifestantes aseguraron que volverán a salir a las calles.