Crisis en una fábrica de salchichas de Quickfood
Están en riesgo 180 puestos de trabajo; apuntan a los costos laborales
Quickfood SA, firma que controla la brasileña BRF, pidió ayer la apertura de un procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo de la Nación para su planta ubicada en Baradero, en la provincia de Buenos Aires, lo que podría derivar en una próxima desvinculación de unos 180 operarios, según fuentes gremiales.
En esa planta, la empresa produce, entre otras, las reconocidas marcas de salchichas PatyViena y Vieníssima (esta última se la adquirió a Molinos) y también los fiambres Sadia.
En total, la firma que controla BRF tiene en Baradero 415 empleados. De acuerdo con fuentes gremiales consultadas por la nacion, la empresa ya anticipó que a partir de la segunda quince del mes próximo sacará un turno de producción para salchichas y que eso involucra a 180 trabajadores.
“Nos dijeron que la decisión está tomada y que la orden viene desde Brasil”, dijo José López, secretario del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne de Baradero, San Pedro y San Antonio de Areco. Según López, la empresa adujo una menor rentabilidad “a pesar de vender más salchichas” y a la competencia informal en el mercado. “Hay empresas en negro y dicen que se les complica competir; dicen que perdieron $ 60 millones”, apuntó López.
El sindicalista dijo que la empresa tenía pedidos para producir 2000 toneladas en enero y otras 2000 en febrero, pero que de eso sólo producirá la mitad. De hecho, hoy estará cumpliendo con la producción de enero y la planta quedará parada hasta la próxima semana.
Si bien fuentes vinculadas con la empresa no hablaron de los 180 puestos de trabajo en juego, admitieron la reducción de personal diciendo que se llevará adelante un plan de “readecuación productiva cuyo objetivo es la continuidad y la sustentabilidad de la planta” para “resguardar” 235 empleos directos.
En este caso, la fuente vinculada con la compañía le apuntó a los costos laborales, que hoy son 50% superiores a los competidores promedio del mercado. También señaló que hubo categorizaciones excesivas “producto de distintas presiones y/o razones sin relación alguna con la real posición y/o tarea a cargo del personal”.
Afirman que antes que reducir el personal trataron de renegociar tarifas con proveedores y extendiendo el plazo de pago, entre otras acciones. Todavía no llegaron los telegramas pero en el sindicato están atentos.