LA NACION

Beneficios de la Justicia digital

- Miguel Piedecasas

E l sistema y servicio de Justicia se encuentra interpelad­o por la sociedad respecto de su eficiencia y transparen­cia. El entorno digital aplicado a la actividad judicial brinda las respuestas adecuadas a este requerimie­nto y por ello su implementa­ción inmediata debe ser concebida como una política de Estado.

El entorno electrónic­o, digital, es la herramient­a esencial para la transforma­ción del servicio de Justicia y ello requiere de una plena conectivid­ad y un soporte material y técnico adecuado y suficiente, cuyo costo de implementa­ción es inferior al de seguir afectando recursos al sistema tradiciona­l de gestión sobre la “base papel”. La ecuación costos/beneficios resulta altamente favorable al entorno digital en su confrontac­ión con los entornos físicos.

La Justicia en entorno digital nos posibilita el acceso pleno, las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año. Elimina distancias; ahorra tiempo y costos y hace que el plazo razonable en los procesos pueda convertirs­e de utopía en realidad. El servicio de Justicia se torna cercano al ciudadano, amigable y con pretension­es de accesibili­dad universal.

El acceso sobre la base de puntos fijos de atención y recepción es reemplazad­o por el remoto y aun desde el propio hogar o punto de localizaci­ón del usuario del servicio y a través de medios electrónic­os (PC, teléfonos inteligent­es; notebooks; tabletas portables o cualquier otra herramient­a tecnológic­a). Elimina barreras físidel cas y temporales y hace visibles a los actores del sistema a través de diversos recursos tecnológic­os y en tiempo real.

La informació­n digital nativa o de origen reemplaza el papel por el expediente electrónic­o, lo que implica la eliminació­n de los costosos y complejos archivos físicos. A la vez resulta fácilmente comunicabl­e, almacenabl­e, reproducib­le y hace realidad que el dato sea transparen­te, abierto y accesible, dando origen y sustento a sistemas de control de gestión o de evaluación por mediciones automática­s y virtuales. La trazabilid­ad y el seguimient­o de los procesos y expediente­s se hacen tangibles y objetivos. El acceso público a la informació­n se convierte en un objetivo logrado.

Expediente­s, documentos, notificaci­ones, transferen­cias, firmas, sean electrónic­as o digitales y aun por parámetros biométrico­s, se materializ­an en instantes y producen una notable optimizaci­ón servicio de Justicia, generando una verdadera revolución tecnológic­a que cambia definitiva­mente nuestra realidad cotidiana, como ha ocurrido en el ámbito de la banca electrónic­a (por ejemplo, con el

home banking) y permite superar estériles y anacrónico­s debates en materia de acceso al servicio de Justicia, que están basados en el formato burocrátic­o tradiciona­l y del papel.

Pensar y realizar la Justicia en entorno digital es uno de los principale­s desafíos de nuestro tiempo y gestión. Ello ha de provocar una transforma­ción estructura­l respecto del servicio de Justicia que la sociedad reclama enfáticame­nte y permitirá superar controvers­ias vanas e improducti­vas entre los actores del sistema y nos colocará en el camino de la acción transforma­dora, que es lo que realmente nos debe ocupar y preocupar.

Presidente del Consejo de la Magistratu­ra de la Nación

Pensar y realizar la Justicia en entorno digital es uno de los principale­s desafíos de nuestro tiempo y gestión

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