“Yo al pecado no le tengo miedo, sí a la corrupción”
Francisco retomó los casos que afectan a América Latina
A BORDO DEL VUELO PAPAL (De una enviada especial).– “La corrupción es una ciénaga, es la destrucción de la persona humana. Y hay casos de corrupción en la Iglesia, siempre los hubo”.
El tema de la corrupción –que condenó más de una vez durante el viaje a Perú– volvió a salir a flote durante la conferencia de prensa en el vuelo de regreso a Roma. “En América Latina hay muchos focos de corrupción. Hoy está de moda hablar de Odebrecht, pero eso es un botón de muestra. El origen de la corrupción yo diría que es el pecado original”, aseguró, aludiendo al escándalo generado por las millonarias coimas que el coloso de la construcción brasileño le pagó a diversos políticos de la región.
Tras destacar que “en algunos países de Europa hay corrupción”, recordó que siendo arzobispo de Buenos Aires escribió un libro muy pequeño, Pecado y corrupción, cuyo lema es: “Pecador sí, corrupto no”.
“Todos somos pecadores, pero yo al pecado no le tengo miedo (...), le tengo miedo a la corrupción, que te va viciando el alma y el cuerpo. Un corrupto está tan seguro de sí mismo que no puede volver atrás. Son como esos pantanos chupadizos, que querés volver atrás y te chupó. Es una ciénaga. Sí, es la destrucción de la persona humana”, dijo.
“El político tiene mucho poder. También el empresario. El empresario que le paga la mitad a sus obreros es un corrupto. Un ama de casa que está acostumbrada y cree que es lo más normal explotar a las mucamas con el sueldo o el modo de tratarlas, es corrupta”, agregó. “Recuerdo una conversación que tuve con una persona, un profesional, joven, 30 años, que me decía cómo llevaba la cosa. Y me decía que trataba al personal doméstico de una manera nada noble. Yo le dije: ‘Pero usted no puede hacer eso, eso es pecado’. ‘Padre –me dice–, no vamos a comparar a esa gente conmigo, esa gente está para eso’. Y es lo que piensa el tratante sexual, el tratante de trabajo esclavo, corruptos”, indicó.
Preguntado sobre la corrupción en la Iglesia, Francisco admitió errores. “¿Y en la Iglesia hay corrupción? Sí, hay casos de corrupción en la Iglesia. Siempre los hubo”, reconoció, humilde.