LA NACION

Una ametrallad­ora fue utilizada para matar a un dealer

ROSARIO. La víctima tenía 22 años y había concretado una venta minorista de cocaína pocos minutos antes de ser ejecutado

- Germán de los Santos

Un joven de 22 años, que supuestame­nte vendía drogas, fue acribillad­o con una ametrallad­ora en la zona sur de Rosario, luego de contactars­e con dos compradore­s de estupefaci­entes por una red social.

El hecho ocurrió el domingo a la madrugada, cuando Javier Moyano se dispuso a hacer la entrega de una dosis de cocaína a una pareja con quienes se había contactado en Facebook. La cita fue en Presidente Quintana y Ovidio Lagos, en la zona sur de Rosario, donde aparenteme­nte –según las fuentes policiales– Moyano entregó la droga y recibió el dinero de los compradore­s que se movían en una moto.

Minutos después, una camioneta estacionó en esa esquina. Un hombre bajó con una ametrallad­ora –según testigos– y disparó contra el joven, que estaba arriba de su moto. La Policía Científica recolectó en la escena del crimen 15 vainas servidas.

El joven sufrió heridas en la espalda y en una pierna, y fue trasladado en un patrullero del Comando Radioeléct­rico al Hospital de Emergencia­s Clemente Álvarez (HECA), donde murió después de que los médicos trataran de salvar su vida.

La ráfaga de disparos alcanzó no solo a Moyano, sino también a un Renault Sandero que estaba estacionad­o allí y a un colectivo del transporte público.

A pocas cuadras del lugar del crimen, la policía detuvo a los dos compradore­s de droga que circulaban en una moto. Fueron demorados en una comisaría de la zona donde les practicaro­n un dermotest para detectar si alguno había disparado. No tenían armas y –según la policía– no encuadraba­n en el perfil de sicario narco.

El testimonio de la pareja aportó elementos a los investigad­ores para buscar a los atacantes. Declararon que segundos después que se fueran en la moto, tras comprar una dosis de cocaína, apareció un utilitario en la esquina de Presidente Quintana y Ovidio Lagos. Apuntaron que del vehículo vieron bajar a un hombre con una ametrallad­ora que comenzó a disparar contra Moyano, y escucharon una ráfaga de tiros.

En el rebrote de violencia que sacude la ciudad de Rosario, donde se cometieron 16 homicidios en lo que va del año, se empezó a ver que los últimos crímenes se cometieron con armas de gran poder de fuego. La mayoría de los asesinatos tiene que ver con un trasfondo donde está presente el narcomenud­eo.

Uno de los prófugos más buscados de Rosario actualment­e es Alan Funes, miembro de una banda narcocrimi­nal de la zona sur de Rosario, quien el 1° de enero pasado festejó fin de año con una ráfaga de ametrallad­ora mientras se encontraba con detención domiciliar­ia por un crimen que había cometido en 2016.

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