Por la conservación ambiental
C ada vez más se instala con fuerza la noción de que no hay actividad económica posible en un ambiente o entorno social que no promueva la sustentabilidad, y por eso muchas empresas responsables promueven acciones en esa dirección. Ya son más de 931 los proyectos de investigación aplicada a la conservación del ambiente que se presentaron a lo largo de las ocho convocatorias anuales que lanzaron conjuntamente, desde 2010, el Banco de Galicia y la Fundación Williams, con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y de la Administración de Parques Nacionales (APN).
Este año, la temática elegida fue Biodiversidad y Conservación de Mamíferos, un grupo de especies gravemente amenazado a nivel global por la pérdida o modificación de sus hábitats, por la caza o por estar a merced de la invasión de especies exóticas. Sobre 105 proyectos presentados desde distintas regiones del país, un jurado de expertos asignó 150.000 pesos del Fondo para la Conservación Ambiental a cada uno de los cinco ganadores, mientras que otros cinco recibieron una mención especial por contribuir
al conocimiento científico y aportar a la sustentabilidad global. En la lista de los protagonistas en peligro incluidos en los proyectos se encuentran: el mono aullador, el tatú carreta, el huillín o nutria de agua dulce, el gato andino, además de herbívoros y carnívoros patagónicos, la taruca o venado andino, la ballena franca austral, murciélagos, vicuñas y guanacos.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por las
Naciones Unidas asignan fundamental importancia a la adopción de “medidas urgentes y significativas para reducir la degradación de los hábitats naturales, detener la pérdida de biodiversidad y, de aquí a 2020, proteger las especies amenazadas”. La contribución de los privados resulta clave para estos fines. Celebramos que el Banco de Galicia así lo entienda y bregamos por que estos esfuerzos se repliquen.