LA NACION

Narváez deberá aprovechar el “efecto Matthysse”

- Osvaldo Principi

El chubutense Omar Narváez recogió el mejor de los estímulos en su dilatada carrera de 18 años en el profesiona­lismo, y tras dos Juegos Olímpicos (1996/2000), al producirse la reconquist­a de la corona mundial por parte de su concuñado Lucas Matthysse, un veterano como él, pero de 35 años, que recuperó un título mundial para la Argentina. Todas esas acciones aún sostienen al pugilismo nacional.

Narváez, de 42 años, sufrió la postergaci­ón de su pelea ante el sudafrican­o Zolani Teté, campeón mundial gallo (OMB), para el 21 de abril próximo. Aprovechar­á el aplazamien­to para combatir mañana en un match preparator­io de 10 rounds con el venezolano Jaison Vargas, de 25 años y un récord de 16 victorias (12 KO), 11 derrotas y un empate. Al caribeño ya lo venció por KOT en siete rounds, en 2016. La reunión será en Puerto Madryn, Chubut, con televisaci­ón de TyC Sports.

Este tipo de competenci­as favorece la puesta a punto del exbicampeó­n mundial patagónico. Debe interpreta­rse como tal, como un beneficio de entrenamie­nto, útil y necesario para un atleta longevo que tendrá que afrontar, en algo más de dos meses, el desafío más riesgoso del calendario de competenci­as inmediatas para boxeadores argentinos. Narváez tendrá que probar: ritmo, tiempo y distancia. Esos tres ítems serán valiosísim­os para él. Protagoniz­ará su próxima pelea mundialist­a en la mayor de las soledades; en condición de visitante, en Belfast, Irlanda del Norte, un dominio del promotor inglés Frank Warren, organizado­r de ese combate y manager de Tete, que lentamente afianza su localía, en escenarios británicos, donde efectuó sus últimas siete actuacione­s. Entre ellas, el furioso KO propinado en once segundos a Sibonisio Gonya, que constituyó la definición más breve en la historia de los títulos mundiales de todos los tiempos. Todo esto aumentará la adversidad que deberá sobrelleva­r Narváez para poder convertirs­e en tricampeón mundial. Por eso el cotejo de éste sábado, ante su gente, tiene un significad­o especial. Sobre todo para la puesta a punto ideal de su estilo.

Desde que sufrió una seria lesión en la mano izquierda en un accidente motociclís­tico, en 2006, su rendimient­o como visitante dejó de ser confiable, como lo fue hasta entonces. En cuadriláte­ros franceses brindó clases magistrale­s ante el ruso Alex Makmutov y los galos Bernard Inom y Brahim Asloum. A partir de allí, su puño de remate evidenció un claro deterioro (casi del 50%) y debió apoyarse en su propia sede, la provincia de Chubut, para gestar sus grandes hazañas, superando el récord de defensas mundialist­as del santafesin­o Carlos Monzón, con dos inolvidabl­es defensas ante el mexicano Alejandro Hernández y el norteameri­cano Rayonta Whitfield. Tras estas brillantes exposicion­es, sucumbió rotundamen­te cuando intentó volver al extranjero perdiendo con el filipino Nonito Donaire y con el japonés Naoya Inoue.

Narváez conoce este oficio como nadie. Y sabe que podrá incorporar­le a su boxeo para ganar en condición de retador cuarentón

y forastero. También es consciente de todo aquello que el tiempo se llevó de su fantástico talento. Quizá, mañana, brindará sobre el ring un guiño novedoso que aventure con algo más de optimismo su viaje a Gran Bretaña.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina