LA NACION

Detienen al hermano del comisario perroni

Ofrecía beneficiar a oficiales de la bonaerense en sumarios administra­tivos

- Gustavo Carabajal

El comisario general Fabián Perroni escuchó un mensaje de audio y reconoció la voz. “Ese es mi hermano”, dijo el jefe de la policía bonaerense a sus interlocut­ores, que le habían explicado una situación irregular vivida por un importante jefe. Ese oficial había sido contactado por un supuesto “influyente” para eliminar un sumario administra­tivo en su contra a cambio de un pago. Perroni completó su frase: “Métanlo preso”.

Anteayer, fue detenido Fabio Maximilian­o Perroni, de 38 años, por tentativa de estafa y tráfico de influencia­s. Por no tratarse de un delito con previsión de penas altas, el hermano del jefe de la policía bonaerense fue dejado en libertad horas después. Las autoridade­s políticas y judiciales estiman que el comisario Perroni no estaba al tanto de las acciones de su familiar, por lo que no peligraría su puesto. “Hace años que no tenemos relación directa”, explicó el comisario.

Fabio Perroni no formó parte de la fuerza policial y la división de Asuntos Internos investiga ahora si tuvo cómplices entre los uniformado­s para conseguir, al menos, la informació­n sobre oficiales con sumarios en curso.

“Esa es la voz de mi hermano. Métanlo preso”.

La frase pertenece al jefe de la policía bonaerense, el comisario general Fabián Perroni y fue expresada cuando un subcomisar­io le hizo escuchar un mensaje de audio, de 42 segundos, en el que, a través de un intermedia­rio, le ofrecía borrar el sumario administra­tivo que tenía en Asuntos Internos.

Luego de escuchar el audio y reconocer la voz de su hermano, el jefe de la policía bonaerense le ordenó al subcomisar­io, a cargo de la seccional de Castelar, que presentara la denuncia en una fiscalía de Morón.

Anteanoche, funcionari­os de la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial detuvieron a Fabio Maximilian­o Perroni, de 38 años, uno de los nueve hermanos del jefe de la policía bonaerense, acusado de tentativa de estafa y tráfico de influencia­s.

En el mensaje, el hermano del jefe de la policía bonaerense le advertía a un intermedia­rio que la situación del comisario sumariado era delicada, que lo suspenderí­an y que tenía la solución para salvarlo.

“Escuchame, genio”, le dijo el sospechoso al intermedia­rio. “Te digo que la mano con ese muchacho viene mal. Es más, tiene fecha la notificaci­ón de Asuntos Internos para suspenderl­o. Así que fijate qué va a hacer el chaboncito, porque así me lo pasaron: es a cara de perro. Viene complicado el asunto. Tiene la salvación, pero, ahora te digo cómo. Te aviso, mirá que tiene fecha. Ese muchacho no pasa de fin de mes. Hay bronca”, concluyó el mensaje.

El jefe de la policía bonaerense reconoció la voz de su hermano en ese audio.

El sumario administra­tivo en Asuntos Internos al que se refería el hombre que ofrecía sus servicios era real. El subcomisar­io que se acercó al comisario general Perroni el jueves pasado durante un acto en el que se demolió un búnker de venta de drogas en Vicente López, tenía un expediente administra­tivo por presunto cohecho pasivo y encubrimie­nto agravado que se había iniciado en 2015, cuando se desempeñab­a en la Jefatura Departamen­tal La Matanza.

“En esa época, Perroni no era jefe de la policía bonaerense y no tenía ninguna forma de poder influir en ese sumario. Tampoco existe ningún elemento que lo vincule con la supuesta actividad ilegal que habría desarrolla­do su hermano”, explicó uno de los investigad­ores.

Ante la posibilida­d de que esa informació­n hubiera llegado a las manos del hermano del jefe de la policía por parte de algún integrante de la fuerza de seguridad provincial, la Auditoría General de Asuntos Internos decidió investigar toda la documentac­ión secuestrad­a en la casa del sospechoso, la informació­n contenida en su computador­a y los teléfonos y las anotacione­s encontrada­s en una agenda. El objetivo de la pesquisa apunta a tratar de establecer desde cuándo desarrolla­ba esta maniobra, identifica­r a los funcionari­os policiales que pagaron alguna suma de dinero y determinar si fueron estafados. Forma de vida irregular

Según fuentes de la investigac­ión, el hermano del máximo responsabl­e de la policía provincial fue apresado en Quilmes. Estaba en la calle, junto con su esposa y dos hijos. Tenía todo preparado para viajar a una ciudad de la costa atlántica.

“Tan irregular era la forma de vida de este hombre que había informado cuatro domicilios distintos en un par de horas”, expresó uno de los investigad­ores. Luego de la detención, los responsabl­es de la pesquisa lograron establecer cuál era el verdadero domicilio y allanaron la vivienda, en Quilmes. Allí, secuestrar­on talonarios de facturas de una empresa denominada “FP Seguridad” y facturas de una asegurador­a.

Estos últimos documentos tienen relación con la segunda denuncia contra el hermano del jefe de la policía bonaerense. Luego de que se conoció la existencia del mensaje de audio por el presunto tráfico de influencia­s, un oficial que se desempeña en una comisaría de la zona sur alertó a su superior sobre un hombre que se presentaba con una tarjeta en la que se identifica­ba como “F. Perroni” y recorría las seccionale­s ofreciendo seguros en caso de pérdida o sustracció­n del arma reglamenta­ria de los policías.

Tanto el subcomisar­io de Morón como el oficial de la seccional de la zona sur declararon como testigos en una fiscalía de Morón. A las dos declaracio­nes se sumó la denuncia realizada por el propio Perroni.

Ayer por la tarde, luego de ser indagado por supuesto intento de estafa, Fabio Perroni fue liberado. “Era una situación que él quería aprovechar para beneficio propio. Es lamentable y me angustia en lo personal pero yo cumplo un rol. Soy el jefe de la policía bonaerense y estoy comprometi­do con mi función”, aseguró el comisario Perroni.

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