No hay exceso
El policía Chocobar actuó decidida, valiente y legítimamente en defensa de un turista que fue apuñalado diez veces por dos asaltantes en La Boca. Pero fue procesado por homicidio por exceso en la legítima defensa y embargado en sus bienes. No hay exceso, porque su respuesta fue oportuna y racional. Advirtió el ataque, se identificó como policía y emprendió la persecución de los asaltantes que huían en moto. Se dirá que la agresión había concluido. Ello no es así. El delito era flagrante, es decir, se estaba ejecutando en ese momento (DRAE). La ley define esa condición en estos términos: “Se considera que hay flagrancia cuando el autor del hecho es sorprendido en el momento de cometerlo o inmediatamente después, o mientras es perseguido por la fuerza pública, por el ofendido o el clamor público…” (art. 285 del Código Procesal Penal de la Nación). Por otro lado, no resulta irracional disparar, aun a zonas vitales del cuerpo, a quien acuchilló repetidamente a otro para robarle, y sigue armado. Y, además, va con otro, y puede tener otras armas y está bien dispuesto a usarlas, tal como acaba de mostrar. Las alternativas sí parecen irracionales: a) detenerlos (¿cómo?) o b) dejarlos escapar. Mi solidaridad con el policía Chocobar. Dr. Alejandro Freeland alexfreeland@speedy.com.ar