Pelo. Cómo cuidarlo del sol y otros factores ambientales
Antes, durante y después de las vacaciones es preciso aplicar tratamientos, hacer cortes y esperar para retocar el color. Consejos de expertos
El sol, el viento, el cloro y la sal, entre los factores ambientales que más inciden durante el verano, arman un combo que desorganiza la estructura que compone el pelo sano. Es que el pelo está formado mayormente por la proteína queratina, adosada a la glándula responsable de producir sebo para lubricarlo: raíz o bulbo y tallo integran el folículo piloso. Estar al sol y sin cuidado altera su composición y equilibrio graso, y lo convierte en quebradizo, seco, sin vida y con el color degradado.
Desequilibrios.
En días de sol y agua, el cloro, el salitre, el viento y el sol descaman la cutícula del pelo. Entonces se percibe más poroso, seco y quebradizo, y su raíz, por ende, se debilita. El salitre y el viento desgastan la cutícula y lo envejecen. Además, las radiaciones solares pueden afectar sus proteínas, aminoácidos y lípidos, y aclarar el color. Si el pelo es claro o blanco, el cloro puede dejar un tinte verdoso.
al calor.
Como el calor suma daño, hay que tratar de reducir el uso del secador y la planchita, y preferir el secado natural. Para peinar son preferibles los peines de dientes anchos que traccionan menos el pelo. Hay que hacerlo cuando el pelo esté húmedo, no demasiado mojado.
antes De exponerse.
Antes de salir de vacaciones o antes de exponerse mucho al sol, se aconseja preparar el pelo con distintos cuidados: está bueno sellar las cutículas capilares. Un tratamiento nutritivo brinda un alto aporte y tiene un efecto de encapsulado, protector. De esta manera, se aísla el pelo del posible daño.
protección.
Más para proteger el pelo antes de que ocurra el daño. No hay nada más eficaz que la barrera física, por eso es imprescindible usar sombrero de ala ancha mejor o gorra; llevar el pelo recogido, sobre todo si hay viento. Además, aplicar productos en spray, para pelo largo, y en emulsión o crema sin enjuague, para pelo corto, que contengan FPS 30 o más y filtros anti UVA y UVB. Colocar media hora antes de la exposición, repitiendo cada dos horas y al salir del agua. Antes, mojar el pelo con agua de la canilla para que este absorba menos salitre y cloro. Después del mar o la pileta, enjuagarlo con agua dulce y aplicar una crema reparadora que se debe dejar actuar un rato antes de enjuagar.
cuidados en casa.
Durante la estada en la playa o lugares al aire libre adoptar champús y acondicionadores suaves, sin detergentes ni alcohol. Para rehidratar el pelo, las mejores fórmulas son las que incluyen aceites de lino, cártamo y argán, entre otros. No abandonar los baños de crema. Son también efectivas y de fácil aplicación las ampollas que tienen alto contenido nutricional. También, sumar productos específicos para puntas dañadas. Y recortar las puntas florecidas.
a la vuelta.
Terminadas las vacaciones se recomiendan baños de crema semanales. En lo posible esperar a la recuperación del pelo, que se da cuando se ve más sedoso y resistente, para teñirlo. Una o dos veces por semana recurrir a champús y acondicionadores con efecto détox, con manteca de karité, provitaminas, ceramidas, aminoácidos, proteína de trigo y extractos vegetales marinos. Y luego colocar una mascarilla o leche reparadora; cubrir con una toalla caliente y húmeda, y dejar actuar 20 minutos antes de enjuagar. Consultar con un dermatólogo, la posible ingesta de cápsulas de aminoácidos específicos. Por supuesto, llevar una alimentación rica en fibras, vitaminas y proteínas. En verano, los alimentos con betacaroteno y vitamina C y E ayudan a combatir los radicales libres que genera el sol. Por la estructura proteica del pelo, ingerir proteínas contribuye a fortalecerlo y a favorecer su nacimiento y crecimiento. En salón, se recomiendan los tratamientos personalizados que asocian cremas y aceites que agregan nutrientes y sellan la cutícula capilar.
Para proteger el pelo del daño del sol, lo mejor es la barrera física de sombreros y gorras