Un ataque xenófobo alarma a Italia en plena campaña
Un excandidato municipal de la ultraderechista Liga Norte disparó desde su auto a un grupo de inmigrantes africanos; hubo seis heridos
ROMA.– “¡Viva Italia!”, gritó antes de rendirse a la policía Luca Traini, el hombre que ayer conmovió a toda Italia al protagonizar un ataque xenófobo que dejó a seis extranjeros heridos, en momentos en que se desarrolla la campaña para las elecciones del 4 de marzo.
Con cabeza rapada y envuelto en una bandera italiana, Traini, de 28 años, sembró el terror pasadas las 11 (hora local) en el centro de la ciudad de Macerata –capital de la región de las Marcas, en el centro de Italia–, cuando empezó a disparar desde su auto a mansalva contra personas de origen africano.
Con físico atlético y vinculado a la extrema derecha –fue candidato municipal de la Liga Norte–, según medios italianos Traini había anunciado su intención de cometer “una masacre de negros”. Acusado ahora de intento de homicidio, el joven abrió fuego con una pistola glock –que poseía legalmente– desde su auto, un Alfa 147, al apuntarles a personas de piel negra. Los seis heridos resultaron inmigrantes originarios de Mali, Nigeria y ghana, uno de ellos una mujer.
Después de haber disparado dos cargadores, lo que causó pánico en la ciudad, Traini, perseguido por la policía, detuvo su auto. Se bajó con una bandera italiana atada al cuello. Hizo el saludo romano fascista –con el brazo en alto–, gritó “¡Viva Italia!” y enseguida después se rindió a las fuerzas del orden, justo frente al Monumento a los Caídos de la ciudad.
El ataque provocó momentos de terror en Macerata, que queda unos 300 kilómetros al nordeste de esta capital. Su alcalde, Romano Carancini, envió mensajes en las redes sociales en los que pidió a los 41.000 vecinos que no salieran de sus casas.
La emergencia puso en máxima alerta también a las autoridades italianas, que, pasado el momento, agradecieron la rapidez de intervención de los carabineros.
En momentos en que la cuestión inmigratoria está al rojo vivo en Italia –desde hace años meta de miles de desesperados, muchas veces acusados no solo de quitarles trabajo a los italianos, sino por el aumento de inseguridad–, una de las hipótesis es que Traini haya querido poner en marcha una vendetta (“venganza”) contra la comunidad nigeriana.
De esta nacionalidad es, de hecho, Innocent Oseghale, un hombre de 29 años acusado en los últimos días de haber matado salvajemente a Pamela Mastropiero, una italiana de 18 años hallada descuartizada en dos valijas, en la campiña, a principios de la semana.
Marco Verni, tío de esta chica, que se encontraba en un centro para rehabilitación de adictos del lugar, no obstante, enseguida salió a aclarar las cosas. “Ella no conocía a Luca Traini y nunca tuvo ningún tipo de relación con él. Era imposible tener relaciones con gente que vivía fuera de la estructura en la que se encontraba internada”, dijo el tío de la chica en diálogo con la prensa.
Cuando falta un mes para las elecciones legislativas del 4 de marzo próximo, el ataque racista enseguida tuvo repercusiones en el mundo de la política.
“Cualquiera que dispara es un delincuente, sin contar el color de piel. Es claro y evidente que una inmigración fuera de control, una invasión como la que se ha organizado, querido y financiado en estos años, lleva al choque social”, clamó Matteo Salvini, líder de la xenófoba Liga Norte, que sueña con convertirse en el candidato de una coalición de derecha que, al momento, está primera en intención de voto, según todos los sondeos.
“No veo la hora de asumir el gobierno para volver a llevar seguridad, justicia social y serenidad a nuestras ciudades”, dijo Salvini a la prensa.
El ex premier Matteo Renzi, del Partido Democrático, en una publicación realizada en Facebook invitó a todos a la calma. “El hombre que disparó es una persona sórdida y loca. Pero el Estado es más fuerte que él. Es fácil mantener alta la polémica con quien cada día alimenta el odio. Pero sería un error: es tiempo de calma y responsabilidad”.