Comportamiento propio Subte: las horas pico se contradicen con las fijadas oficialmente
Unas 809.247 personas lo usan en los días hábiles; para la Ciudad, entre las 8 y las 10 y entre las 19 y las 20 son los lapsos con más afluencia; según una investigación de Subte.data, son una hora antes
Son las 16 de un caluroso martes de enero y una multitud de personas espera ansiosa en el andén hacia Juan Manuel de Rosas de la estación Carlos Pellegrini de la línea B. Ya pasaron cuatro minutos desde el último tren y no hay señal que indique el tiempo de espera para el próximo. Se escuchan los suspiros quejosos de los usuarios que se aproximan al televisor para confirmar que el servicio funciona con normalidad. La temperatura asciende y los usuarios se colocan delante de un ventilador metálico colgado del techo para recibir el aire renovado que se mezcla con el olor a basura impregnado en el ambiente.
Una luz roja se asoma en el túnel y la gente avanza con satisfacción hacía la línea amarilla. Se trata de un subte vacío con el número 6063, que, aunque ilusiona a los usuarios, sigue de largo. Los insultos cargados de frustración interrumpen el silencio y agregan una capa más de caos a la demora.
Cuando por fin llega otra formación, la gente se abalanza sobre la formación y presiona con fuerza para asegurarse un lugar en el vagón. Ingresan con las mochilas en el pecho a paso acelerado. Sus codos puntiagudos como armas de guerra intentan resguardar al menos una fracción del espacio. El esfuerzo es en vano. Nadie se salva de los golpes involuntarios. Los pasajeros se acomodan irritados entre empujones y pisotones, y el sudor se transforma en el principal enemigo de la intimidad. Las puertas de los vagones se cierran y comienza el viaje.
En otra época, hubiera sido una situación atípica para esa hora. Ya no. Entre las 16 y las 19 viaja el 25% (204.890) del total de pasajeros que utilizan la red de subtes porteños por día. Es el momento de mayor congestión; desde enero hasta noviembre de 2017 se transportó en esa franja a 67.613.666 personas.
La estadística entra en conflicto con la hora pico oficial establecida por el gobierno de la ciudad, que va de 18 a 20, durante la que se mueven 115.910 usuarios por día.
La hora pico vespertina debería comenzar antes y extenderse una hora más. Así se desprende de un informe publicado por Subte.data del Programa de Datos Abiertos del Laboratorio de Políticas Públicas a partir de las estadísticas del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Antes la hora pico era de tres horas, pero cuando el subte se traspasó a la Ciudad, en 2013, se fijaron dos en el contrato de Acuerdo de Operación y Mantenimiento firmado entre Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) y Metrovías. Y no se modifica desde entonces pese a la constatación de esa modificación y desplazamiento evidente”, sostuvo a la nacion Rafael Gentili, fundador y presidente del Laboratorio de Políticas Públicas.
Algo similar ocurre con la hora pico de la mañana. La oficial es entre las 8 y las 10, y en ese lapso se trasladan 132.649 personas por día. Sin embargo, podría prolongarse y empezar una hora antes, ya que entre las 7 y las 8 el flujo de personas es superior al registrado entre las 9 y las 10, y concentra más de 49.397 pasajeros por día.
Al respecto, Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la ciudad, explicó: “Cada línea tiene su propio comportamiento, con diferencias de hora pico. Para cada línea, Sbase y el operador generan un diagrama específico de despacho de trenes teniendo en cuenta sus necesidades, la distribución de sentido y horario de los pasajeros, más allá del horario pico establecido”.
Metrovías, la empresa operaria de la red de subtes, confirmó esa hipótesis y explicó que ellos no se limitan a lo establecido por contrato. “Si bien el horario específico de mayor afluencia de usuarios difiere de una línea a otra, en términos generales la máxima oferta de trenes se brinda por la mañana, de 7 a 10.30, mientras que por la tarde esa franja se extiende entre las 17 y las 20”, se respondió ante la consulta de este diario.
Sin embargo, la hora pico vespertina de ninguna línea comienza a partir de las 16, como tendría que ser, según se refleja en los datos analizados. Y los usuarios confirman que en esos momentos establecidos por Metrovías todavía tienen muchos problemas para viajar por ese sistema de transporte.
“Yo viajo a la mañana, entre las 7 y las 9, y a la tarde, entre las 17 y las 20. Es muy complicado, la masa de gente se junta ahí, nadie respeta nada, todo el mundo te golpea, te caés en las escaleras, las mujeres con cochecitos se pierden la oportunidad de subir. Todos van para un lugar y quizás yo voy para el lado contrario y corro el riesgo de caerme. El hacinamiento es lo peor”, sostuvo Gabriela (55), que viaja en la línea C desde Retiro.
Lo mismo le pasa a Francisco (23), que viaja en la línea B a las 8 y a las 16.30. “Lo que más me molesta es la cantidad de gente que hay [en los andenes]. No podés subir. Tenés que dejar que pasen 5 o 6 subtes y con suerte te subís en el quinto. A las 8 bajo a la estación y lo termino tomando a las 8.20 u 8.25”, explicó.
Gentili se queja, además, de que el compromiso de un subte cada tres minutos en hora pico que asumió el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en 2016 es restrictivo porque solo rige para la primera hora de cada franja: es decir, de 8 a 9 y de 17 a 18. “Les enviamos cartas, tuvimos reuniones por esto y nunca nos dieron explicación de por qué solo una hora”, manifestó. Recién en 2017 se logró que el 93% de los pasajeros gocen de este beneficio, y falta que se cumpla en la línea E.