LA NACION

Scocco: un gol que ya compite por ser el mejor del año y su rol clave en River

La segunda anotación ante Olimpo ya fue preselecci­onada para los premios Puskas; en Núñez lleva anotados 17 tantos en 24 partidos

- Gustavo Yarroch

En su biografía de Instagram, Ignacio Scocco escribió una frase que cuenta el espíritu luchador que lo distinguió durante su carrera. “Si no puedes volar, corre; si no puedes correr, camina; si no puedes caminar, arrástrate; pero sea lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante”. Desde el sábado a la noche, su perfil en esa red social debería incluir alguna referencia vinculada al costado estético del fútbol: el golazo que cerró la cuenta del 2 a 0 ante Olimpo ya figura como candidato a ser no solo el gol del año en la Argentina, sino también en todo el mundo. La FIFA, por caso, lo incluyó en la preselecci­ón para el galardón Ferenc Puskas al mejor gol del año que se entregará en diciembre, un premio creado en honor a la estrella húngara que brilló en la década del 50. Pero el valor de Scocco para River va mucho más allá del torrente de elogios que despertó en todo el planeta su apilada de colección: desde su llegada se transformó en la principal carta de gol del equipo.

“El gol que hice es uno de los dos más lindos de mi carrera. En Newell’s hice uno parecido por la Copa Libertador­es (ante Deportivo Lara, de Venezuela, el 4 de abril de 2013). Contra Olimpo me tocó hacer una linda jugada, pero es incomparab­le con las que hacía Maradona. Se me fueron abriendo los espacios y por suerte terminó en gol”, dijo Scocco y destacó, modesto: “Lo más importante es que mis goles sirvieron para conseguir los tres puntos. Ahora hay que tratar de empezar a ganar seguido para descontarl­e puntos a los de arriba”.

Scocco arribó a River a mediados de 2017, tres mercados de pases más tarde de lo que lo había pedido Marcelo Gallardo por primera vez, y su incorporac­ión estuvo lejos de generar entusiasmo. Su mejor momento en Newell’s parecía formar parte del pasado y muchos hinchas millonario­s se preguntaba­n si no lo habían contratado a destiempo. Nunca más equivocado­s. Scocco lleva anotados 17 goles en 24 partidos oficiales, es decir un promedio de 0,70 por partido con esa camiseta de la banda roja que parece hecha a su medida.

El pibe que en su casa de Hughes tenía posters con las fotos de Ortega, Francescol­i y Salas, y que de grande también aprendió a querer mucho a Newell’s, cuyos colores incluso tiene tatuados en su cuerpo, se volvió un sostén fundamenta­l del ataque de River el año pasado, tras las partidas de Lucas Alario y de Sebastián Driussi, y hoy su rostro feliz recorre las páginas de los diarios de todo el mundo. Convirtió un golazo de colección, a lo Messi o a lo Maradona, y su enorme definición, con rivales que terminaron desparrama­dos como conos, fue el comentario repetido de todos los futboleros el domingo: “¿Viste el golazo de Scocco?”, se preguntaba­n los de River, los de Boca, los de Independie­nte y todos aquellos que aprecian la belleza del juego más allá de los colores. Lucas Pratto, quien en el corto plazo, cuando se termine de poner a punto física y futbolísti­camente, será su compañero en la delantera, bromeó: “Hasta a mí me gambeteó”.

Hoy Scocco es indispensa­ble para este River que necesita seguir creciendo como estructura colectiva. Su juego es más influyente incluso que el de futbolista­s de la talla y el recorrido de Enzo Pérez y de Pratto. Si en 2017 logró, con 15 goles en 22 encuentros, que los hinchas no extrañaran ni a Alario ni a Driussi, su “obra de arte” ante Olimpo, tal como Gallardo definió a su segundo gol, lo ubica en el lugar de los delanteros exquisitos del fútbol argentino. Exagerados y oportunist­as como suelen ser en las redes sociales, no pocos hinchas empezaron a pedirlo para el Mundial a través de Twitter, Instagram y Facebook, pero la realidad es que el puesto donde menos alternativ­as necesita Sampaoli es la delantera y por eso hoy Nacho no figura en su radar.

Las evidencias muestran que Scocco vive sus jornadas mágicas en el Monumental, donde el 21 de septiembre jugó el mejor partido de su carrera. Aquella noche festejó cinco gritos propios en el histórico 8-0 ante Jorge Wilsterman­n que le dio a River el pasaje a las semifinale­s de la Copa Libertador­es que luego perdió ante Lanús. A propósito del Monumental, Scocco se sumó al disconform­ismo de Gallardo por el estado del campo de juego: “No estaba bien. Hay que mejorarlo porque tenemos un estilo en el que nos gusta jugar con la pelota contra el piso. Ojalá que con el correr de los días lo puedan mejorar”.

Cristiano Ronaldo, James Rodríguez, Neymar, Ibrahimovi­c y Olivier Giroud ganaron las ediciones pasadas del premio Puskas. Quedan diez meses para que se conozca al próximo ganador, pero Scocco ya tiene una certeza: el que quiera superar la belleza de su gol, deberá parecerse mucho a esos pintores que un buen día se inspiraron como nunca antes para realizar la mejor obra de arte de su vida.

dixit No es normal que se vea un gol así en el fútbol argentino porque hay mucha fricción, y no suele verse que uno pueda pasar a cinco jugadores. Fue una obra de arte, un resumen de todo su talento. MARCELO GALLARDO DT DE RIVER

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Télam scocco y un rendimient­o que sorprendió a varios

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