La construcción de oficinas modulares gana mercado en el país y en la región De Argentina a Latinoamérica
Son estructuras que tienen una vida útil de diez años y pueden transportarse y reutilizarse en otro lugar geográfico; el valor de venta ronda los $190.000 y el de alquiler los $6500
El mercado de las oficinas no sólo se aggiorna constantemente sino que parece tener una opción para cada necesidad. Una de las propuestas más novedosas y que más adeptos está sumando en los últimos tiempos son las construcciones modulares o también conocidas como oficinas móviles. Esta alternativa que llegó a la Argentina hace ocho años hoy es una de las opciones más utilizadas por empresas dedicadas a la construcción, a la minería y vialidad, entre otros rubros.
“Esta es una alternativa que sin duda llegó para quedarse”, comenta Mariano Frassia, director la firma Mobilbox, pionera y una de las referentes de este tipo de construcciones.
Esta propuesta constructiva está conformada por módulos especialmente diseñados con aislación de lana de roca en paredes, techo y piso, ventanas con doble vidrio hermético y terminaciones de categoría. Estas estructuras, que tienen un esqueleto de hierro que soporta hasta tres pisos de altura, se pueden integrar unos con otros, explica Frassia. Y amplía: “Cada módulo que se entrega está listo para ser utilizado como oficina u obrador, comedores, sanitarios, SUM, habitaciones, shelters y laboratorios, entre otros. Es decir, resultan ideales para empresas que estén buscando una rápida solución ya que reducen los tiempos de obra a una décima parte”.
Otra ventaja que presentan los módulos es que se pueden reutilizar en otro proyecto o locación o ampliar su dimensión sin necesidad de hacer obras ni incurrir en costos significativos o rediseños del layout. “Estas estructuras tienen una vida útil estimada de diez años y pueden transportarse fácilmente, generando un ahorro en los costos de logística de hasta cuatro veces”, afirma Frassia.
Cuando la firma Mobilbox inició sus actividades en el país, en 2010, traída de la mano de la empresa familar Grupo Gemez –especializada en depósitos fiscales– hablar de estructuras modulares resultaba extraño en el mercado local pero actualmente es una variable cada vez más tenida en cuenta por una gran cantidad de empresas.
Desde el comienzo, la propuesta se convirtió en una tendencia y con el tiempo se estable- ció como una pieza clave tanto en el mercado nacional como en el regional. “El comienzo de la actividad fue muy vertiginoso, logramos entrar en un nicho muy selecto como es la minería, oil & gas, parques industriales y automotrices; rápidamente nos adaptamos para cumplimentar no sólo sus necesidades sino también sus políticas internas”, explica el ejecutivo que tiene clientes como YPF, Shell, Barrick Gold, Techint, Toyota, Unilever, Siemmens, Wheatherford, Cameron Mercedez Benz, Renault y Molinos Río de la Plata, entre otras empresas.
El mercado, con el paso del tiempo, se hizo más más selectivo. En los últimos años se dio un fenómeno que había ocurrido en Europa hacia una década. las empresas están requiriendo mayor calidad habitacional y evitando utilizar sanitarios químicos para sus empleados, consecuentemente los containers marítimos usados hasta hace un tiempo fueron quedando en desuso. Otro cambio notable que se dio es que los clientes estaban acostumbrados a esperar uno, dos y hasta tres meses para recibir un proyecto de este tipo. “La situación que se generaba llegaba al punto que se nos hacía difícil explicarles que nosotros contábamos con stock para poder hacer una entrega inmediata y que eso se debía a que habíamos fabricado con antelación 3000 m2 de módulos, es decir un equivalente a 200 estructuras. Hoy en día, los clientes nos piden los proyectos para ayer y es para nosotros un gran desafío poder anticiparnos a dicha demanda”, agrega.
La elección de la Argentina como base de operaciones de la región no fue casual. “Vimos que a pesar del riesgo que significaba invertir en el país en aquel entonces, había una oportunidad, un nicho en el mercado que no estaba cubierto: dar servicio de calidad a empresas de primera línea. Para lo cual además de una gran inversión en infraestructura se necesita contar con un producto 100 por ciento confiable. Además vimos que la Argentina era un inmejorable trampolín para el resto de Latinoamérica.
Estos módulos se ofrecen en alquiler a partir de los $6500 con contratos que van entre uno y seis meses, mientras que para la venta el costo de cada estructura ronda los $ 190.000.