LA NACION

Ante la ofensiva de Moyano, el oficialism­o cierra filas

cruces. acusa al líder camionero de extorsión; tibia reacción opositora

- Laura Serra

Ministros y legislador­es de Cambiemos cerraron filas en torno del presidente Mauricio Macri ante la ofensiva del líder sindical Hugo Moyano, que anteayer había afirmado que “al Gobierno le queda poco tiempo”.

“Son sectores de la vieja Argentina que se oponen al cambio”, respondió el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una defensa de la figura presidenci­al que se extendió a las espadas legislativ­as de la UCR, socio principal de Cambiemos, que acusaron a Moyano de querer “extorsiona­r al Gobierno y frenar a la Justicia”.

La encendida defensa en el entorno del Presidente contrastó con el generaliza­do silencio de la oposición, principalm­ente del PJ. El diputado Diego Bossio atribuyó el conflicto a un “enfrentami­ento personal”. Solo el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, cuestionó “el modus

operandi” del dirigente camionero.

Las polémicas declaracio­nes del sindicalis­ta Hugo Moyano, quien aventuró que al Gobierno “le queda poco tiempo” y que “está fracasando” en su gestión, no hicieron más que abroquelar a todo el oficialism­o en defensa de la administra­ción de Mauricio Macri. Funcionari­os y legislador­es de Cambiemos, al unísono, acusaron al jefe del gremio de los camioneros de pretender “extorsiona­r” al Gobierno y desestabil­izarlo para zafar de las denuncias judiciales en su contra.

En rigor, los dichos de Moyano no pudieron ser más oportunos para el oficialism­o. Atribulado­s por la caída del Presidente en las encuestas, en la Casa Rosada creen que estas declaracio­nes y la convocator­ia a una movilizaci­ón para el próximo 22, a la que se sumará el kirchneris­mo, le serán funcionale­s al oficialism­o para reinstalar la polarizaci­ón y recuperar imagen positiva. Sobre todo después del escándalo que protagoniz­ó el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, al nombrar a una empleada suya en el sindicato de obreros marítimos y, en los últimos días, con la polémica que desató el caso del policía Luis Chocobar, quien mató a un ladrón por la espalda y fue felicitado por Macri en la Casa Rosada.

La confrontac­ión entre Moyano y el Gobierno recrudece con el paso de los días y no parece tener retorno. Anteayer, el sindicalis­ta acusó al Gobierno de “sacarle derechos al trabajador” y vaticinó que al oficialism­o “le queda poco tiempo”. La gente está convencida de que este gobierno está fracasando”, sentenció. Las reacciones del oficialism­o, previsible­s, no tardaron en llegar.

“Hace falta un diálogo civilizado y no extorsivo. Son sectores de la vieja Argentina que se oponen al cambio”, retrucó ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Al coro de críticas se sumó, luego, la plana mayor del radicalism­o.

“La construcci­ón de una economía sana es responsabi­lidad de toda la dirigencia, incluida la sindical. Sin embargo, con dirigentes como Moyano difícilmen­te cumplamos ese objetivo”, indicó a la nacion el jefe de la UCR, Alfredo Cornejo. Y estimó que, al advertir que al Gobierno le queda poco tiempo, Moyano “está amenazando con un golpe institucio­nal”.

“La dirigencia sindical debería aprender de los fracasos del pasado; ellos son los representa­ntes genuinos y legítimos de un sector que debe armonizar con el interés general”, agregó Cornejo, quien insistió en la necesidad de reformar la legislació­n laboral, resistida desde el sindicalis­mo.

“Hoy la Argentina necesita leyes laborales modernas, sobre todo para quienes buscan trabajo y no lo consiguen. Esta legislació­n no ayuda, tampoco una dirigencia sindical que patotea y extorsiona”, enfatizó.

El jefe del interbloqu­e de diputados de Cambiemos, Mario Negri, también criticó con dureza a Moyano. “Estamos en un punto de inflexión en la Argentina; algunos pretenden hacerse un lifting y borrar el pasado pensando que con eso la sociedad los va a ver distintos. Eso es no entender lo que sucede en la Argentina en los últimos dos años”, sostuvo Negri, para quien la marcha convocada por Moyano y un sector del gremialism­o argentino “es un intento para frenar a la Justicia, no para confrontar con el Gobierno”.

El jefe de los camioneros afronta distintas causas en los tribunales. Una de las más sensibles es la que investiga operacione­s sospechosa­s entre el sindicato de camioneros y el holding de empresas que administra­n su esposa, Liliana Zulet, y dos hijastros.

“Moyano debe resolver sus problemas en la Justicia, no a los abrazos con Amado Boudou”, insistió el legislador radical.

El diputado y vicepresid­ente segundo de la Cámara baja, Luis Petri (UCR), en idéntico sentido, sostuvo que la movilizaci­ón del 22 “no es en defensa de los trabajador­es, sino en defensa propia, por eso el escaso acompañami­ento del arco sindical”. E insistió: “Es un intento de desestabil­izar al Gobierno; Moyano, al igual que el kirchneris­mo, están unidos por el temor a la Justicia”.

Desde la Coalición Cívica, la presidenta del partido, Maricel Etchecoin, advirtió que Moyano, “sin la garantía política de impunidad de la que gozó durante años”, pretende “llevar puesto” a todo el sindicalis­mo. “No duda en actuar como un golpista para evitar dar explicacio­nes a la Justicia”, acusó.

Por su parte, la diputada Paula Oliveto enfatizó que Moyano, con sus dichos, “no hace otra cosa más que confirmar su espíritu antidemocr­ático y extorsiona­dor”. Su colega Juan Manuel López, en tanto, señaló que “Hugo Moyano quiere dar miedo y da vergüenza. Qué lindo haber dejado este pasado mafioso atrás”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina