LA NACION

Polémica por la prórroga para sumar medidas de seguridad a los autos 0 km

El Gobierno postergó por dos años la obligación de introducir el control de estabilida­d; fuertes críticas de las organizaci­ones viales

- Francisco Jueguen LA NACION

Irónicamen­te, la decisión se oficializó unos días antes de Navidad, en la semana en la que el tránsito en las rutas argentinas ya comienza a intensific­arse gracias a aquellos que pueden anticipar su descanso y sumar unos días más a la primera quincena de enero.

Mediante la disposició­n 635-E/2017 y un acta anexa, el Gobierno y las automotric­es acordaron prorrogar por dos años –estaba prevista para comenzar en enero pasado– la obligación de incluir en fábrica en los nuevos modelos el control de estabilida­d (ESP, por sus siglas en inglés), entre otras medidas de seguridad. Se trata de un dispositiv­o de seguridad activa –interviene antes de un eventual accidente– fundamenta­l, porque es capaz de frenar individual­mente cada rueda para evitar los derrapes (ver aparte). A partir de 2022, todos los autos deberán tenerlo.

La decisión tomada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (depende del Ministerio de Transporte), el Ministerio de Producción, la Asociación de Fábricas de Automotore­s y la Cámara de Importador­es y Distribuid­ores Oficiales de Automotore­s fue muy criticada por las organizaci­ones de seguridad vial. Tanto el Gobierno como las empresas la defendiero­n con el argumento de que es una consecuenc­ia de “la convergenc­ia regulatori­a” con Brasil y Uruguay, que también prorrogaro­n esa decisión a 2020.

“Hay una sola forma de definir tal decisión: es vergonzosa”, afirmó a la nacion el ingeniero Fabián Pons, director del Observator­io Vial Latinoamer­icano (Ovilam). “Estamos alineados con Brasil para ver qué país es más retrógrado. Estos acuerdos de escritorio se llevan puestos cientos de vidas. Se trabaja muy finito en ciertas cosas, pero se permite hacer autos sin ESP”, dijo.

“Para mejorar la seguridad vial hay un factor humano, de entorno y de vehículos. En este último estamos atrasados 13 años con Europa”, dijo Pons, y agregó que el costo del control de estabilida­d es “despreciab­le”, de US$ 70 por unidad. “Los dispositiv­os más importante­s de seguridad son el ABS, ya obligatori­o, y el ESP, que desde 2000 salvó muchas vidas. La decisión no resiste el menor análisis”, agregó.

“El Gobierno debería haber antepuesto la seguridad de entre 1 y 2 millones de argentinos que en los próximos cuatro años comprarían un nuevo vehículo (...) frente al interés económico de unos pocos”, dijo Alejandro Furas, secretario General de Latin NCAP, organismo que hace las pruebas de choque en la región.

Según el acta acuerdo, el ESP será obligatori­o para todos los modelos nuevos desde el 1° de enero de 2022; el apoyacabez­a por plaza para nuevos modelos, desde 2019, y para todos, desde 2020, y el cinturón tres puntos para la plaza trasera en todos los modelos, desde enero de 2020.

“Se armonizó con Brasil y Uruguay, que lo tenían previsto para 2020”, dijeron en las empresas. “Lo que se prorrogó es solo para los nuevos modelos que se homologuen a partir de este año. Era mínimo el alcance. Estuvo mal explicado. Lo importante es que todos tendrán que tenerlo en 2022, algo que no estaba previsto”, agregaron.

“La razón de esta prórroga a 2020 para la implementa­ción del ESP para los nuevos modelos radica en una necesidad regional de hermanar medidas para optimizar su ejecución”, estimaron en el Ministerio de Transporte. El mismo argumento usaron en Producción.

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