La vocación por la seguridad nunca pisa el freno en la F. 1
Para 2019 la FIA haría obligatorios unos guantes inteligentes, útiles en caso de choque
“si sabés si el piloto se mueve y respira, podés decidir de forma diferente”
Laurent Mekies subdirector de la Fia
Guantes inteligentes. El último grito no de la moda en la Fórmula 1, sino de la tecnología y, sobre todo, de la seguridad.
La categoría reina de la velocidad siempre está pensando en ampliar ganancias y en reducir riesgos. Riesgos físicos para los pilotos, más que riesgos económicos. La mortalidad en ella disminuyó notablemente en las últimas décadas, pero el trabajo nunca será suficiente para eliminar todos los peligros. El deceso del francés Jules Bianchi en agosto de 2015, por un accidente ocurrido en Suzuka 2014, volvió a alarmar a una F. 1 que, en rigor, nunca bajó los brazos en la cuestión seguridad y que no se vistió de luto durante dos decenios, desde aquel luctuoso fin de semana de imola 1994, cuando fallecieron Roland Ratzenberger y Ayrton Senna.
A partir de entonces sobrevinieron muchas medidas de protección para los protagonistas. Las células de supervivencia que son las cabinas de los autos se perfeccionaron. Ya los neumáticos, salvo fallas en el sistema, no se desprenden ni se disparan alocados hacia una tribuna cuando un choque los separa de los coches, porque hay cables de acero que los mantienen unidos. Los corredores usan desde hace varios años el HANS, ese mecanismo que evita un latigazo de la cabeza en caso de frenadas ultrabruscas por impactos frontales. El insólito accidente de Felipe Massa en Hungría 2009 propició el Halo, una antiestética defensa que estará delante del casco, sujeta al vehículo, y será estrenada este año. Y en 2018 se ensayará con algo que pasaría a ser obligatorio el año próximo: aquellos guantes inteligentes.
Biométricos, para más precisión. Llevarán, cosido en su interior, un sensor de tres milímetros que medirá datos vitales del cuerpo del piloto: la frecuencia del pulso, el nivel de oxígeno en la sangre, la temperatura y la frecuencia respiratoria. ¿Qué aporte puede hacer a la seguridad esa información? Lo explica Laurent Mekies, subdirector de la Federación internacional del Automóvil (FiA), citado por F1aldia.com: “Nos preguntamos cómo podríamos usar tecnología de punta para ayudar a nuestro equipo médico y, por lo tanto, a los pilotos. Si sabés si el piloto se mueve y respira, podés tomar decisiones bastante diferentes. Por ejemplo, ¿debemos mover el monoplaza rápidamente para acceder al piloto? o ¿se puede hacer la recuperación con más cuidado? Los integrantes de la parrilla apoyan esta medida para aumentar su seguridad”.
Tener al instante esos datos en una situación crítica puede ser decisivo cuando cada segundo cuenta. Hasta ahora, los auxilios médicos utilizan equipamiento de mucho mayor tamaño para scorrer a los accidentados, con la dificultad operativa que ello supone en circunstancias graves e incómodas, como cuando los restos del auto golpeado quedan en una posición que hace difícil el tratamiento al corredor.
“Hay ocasiones en las que no se puede acceder al piloto de inmediato ni él a nosotros. Si no podemos verlo o no estamos muy cerca, la información de él que podemos obtener es limitada”. graficó el doctor ian Roberts, delegado médico adjunto de la FiA. “Con esta nueva tecnología, en el momento en el que un piloto tenga un incidente recibiremos lecturas fisiológicas y datos biométricos. Estará monitoreado continuamente, desde el punto cero, hasta la respuesta inicial y hasta el centro médico”, detalló.
En rigor, 2018 será un año de ensayos con el nuevo elemento pero no serán los primeros: en la última versión del Gran Premio de Hungría, celebrada en agosto de 2017, los guantes inteligentes fueron probados por los pilotos de Mercedes, Ferrari y Red Bull, las tres escuderías más poderosas de la actualidad. De acuerdo con el diario alemán Sport Bild, se volverán obligatorios en 2019.
Lo cual no quita que los equipos desde boxes ya puedan ir monitoreando el estado físico de sus corredores en plena competencia. “No te olvides de beber”, se suele escuchar como instrucción desde el box por las comunicaciones de radio que difunden la transmisiones televisivas. Con los nuevos datos tan a mano al instante, y sobre todo en carreras de clima agobiante, como lo era el Gran Premio de Malasia, los ingenieron podrían saber si sus pilotos se encuentran en óptimas condiciones como para atacar o sostener físicamente el resto de una carrera.