rosario sangrienta
mATAN A UN dEAlEr y A SU hijo dE 3 AñoS
Pablo Riquelme, de 27 años, estaba sentado en la vereda de su casa con Jamil, su hijo de 3 años, cuando anteanoche, cerca de las 21.30, dos hombres que se trasladaban en una moto acribillaron a ambos. Este nuevo ataque de sicarios se produjo en Presidente Quintana y Crespo, la zona sudoeste de Rosario, en una ciudad donde la violencia extrema derivada de las rivalidades entre grupos narcos dejó 26 muertos en lo que va del año.
Riquelme recibió disparos en el tórax y en las piernas y brazos. Fue llevado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECa) y murió pocos minutos después de ser examinado. Su hijo de tres años llegó sin vida al centro asistencial con heridas de arma de fuego en el pecho.
Fuentes de la investigación confirmaron que el asesinado Riquelme tenía relación con el clan formado por la familia Caminos, enfrentada con los integrantes de la familia Funes. Riquelme tenía antecedentes por robo calificado, pero había ingresado en el mundo narco haciéndose cargo de un búnker de droga operado por los Caminos. Ese ataque sería una venganza directa por la muerte de Jonathan Funes y el ataque a balazos a su novia.
Una de las características de las venganzas en Rosario es que quienes ordenan las ejecuciones eligen maximizar la violencia al tomar como blancos válidos a familiares directos de los narcos rivales, tengan estos que ver o no con las organizaciones criminales. así cayó bajo las balas narco un niño de apenas tres años.
Pocas horas después de la muerte de Riquelme y de su hijo se produjo, además, otro enfrentamiento en el barrio Bella Vista, donde fue asesinado un hombre de 27 años que –según las fuentes policiales– quedó en medio de un tiroteo entre bandas. La víctima tenía pedido de captura desde 2011.
En las últimas 72 horas se produjeron seis crímenes en Rosario, donde todos los homicidios ocurridos este año fueron cometidos con armas de fuego de importantes calibres, algo que aumenta la preocupación oficial por la ferocidad de los ataques.
En varias de esas emboscadas se utilizaron ametralladoras, especialmente el modelo FMK3, que es parte del armamento con que cuenta la policía santafesina y que hoy representa también una de las armas preferidas por los clanes narcos que iniciaron una nueva guerra bajo el comando de sus miembros más jóvenes.
Ese sangriento conflicto callejero por el dominio de los puestos de venta minoristas de droga empezó a ser visible el 1º de enero, cuando alan Funes viralizó por las redes sociales un video en el que se lo observaba mientras disparaba una FMK3. Funes, de 18 años, estaba en ese momento en prisión domiciliaria bajo custodia de su abuela. Tras la repercusión nacional que alcanzó esa imagen, Funes se escapó y permaneció dos semanas en la clandestinidad.
a partir de ese 1º de enero aumentó el enfrentamiento entre clanes que buscan quedarse con el control de la comercialización de cocaína en Rosario, lugar que empezaron a disputar los Funes y los Caminos frente al arresto de la plana mayor del clan de Los Monos, que durante años monopolizaron la violencia en esa ciudad santafesina al matar a varios integrantes del clan Bassi.
Este año los ajustes de cuentas tienen como protagonistas centrales a los Funes y los Caminos. Uno de los primeros en caer acribillado fue Ulises Funes, asesinado el 7 de enero pasado por dos sicarios que circulaban en una moto.
Ulises era el hermano del recientemente ejecutado Jonathan. Su hermanos alan y Lautaro se encuentran en prisión, pero los investigadores estiman que aún tienen capacidad de dar órdenes operativas al resto de la banda criminal.