messi llegó a la 33ª final
Barcelona definirá la Copa del rey con Sevilla antes del mundial
Prácticamente desde el debut Lionel Messi se acostumbró a jugar finales. El 16 de octubre de 2004, el director técnico holandés Frank Rijkaard, a falta de nueve minutos en el clásico con Espanyol, envió al crack a la cancha en reemplazo de Deco. Fue su único año sin ser protagonista de un juego definitorio, aunque en rigor apenas tuvo 76 días por delante hasta el cambio de calendario. En la temporada siguiente empezó la seguidilla, una cuenta que llegará a 33 el próximo 21 de abril, cuando Barcelona se mida con Sevilla en el partido que coronará al campeón de la Copa del Rey.
El dato estadístico realza la voracidad del rosarino; muestra que, aunque algunos todavía lo discuten, él es un animal competitivo, un calificativo que se utiliza también para el portugués Cristiano Ronaldo, con quien sostiene una extraordinaria batalla por los premios.
Con un 2-0 sobre Valencia en Mestalla, los blaugranas sellaron la serie semifinal con un resultado global de 3-0 y sacaron el boleto, aunque desconocen el destino del viaje: el lunes se determinará qué estadio será sede del cotejo. El Sánchez Pizjuán y olímpico La Cartuja, ambos hispalenses, y el moderno Wanda Metropolitano, de Madrid, llevan la delantera.
El contador de finales para Messi tuvo su inicio con la camiseta de la Argentina en el Mundial Sub 20 de 2005, en Holanda. no pudo ser mejor la presentación: los juveniles se consagraron campeones –el quinto título de los seis que ostenta la AFA en la categoría– y Messi marcó los dos goles en el 2-1 a nigeria. En 2006 fue el turno de Barcelona por la Supercopa española, su primera definición en el conjunto catalán: suplente en el cotejo de ida, en que reemplazó a Ludovic Giuly (autor del tanto en el triunfo por 1-0), en el desquite se alineó como titular. no marcó, pero el equipo se impuso por 3-0 y levantó el trofeo.
Entre las dos camisetas, la azulgrana y la de la selección, el recorrido provoca asombro: Messi protagonizó 26 encuentros definitorios en Barcelona, entre Supercopa de España, Supercopa de Europa, Copa del Rey, Champions League y Mundial de Clubes, y ganó 20 y celebró 27 goles. Vestido de argentino, las definiciones fueron seis: festejó dos títulos (Mundial Sub 20 de 2005 y Juegos olímpicos 2008, con nigeria como rival en ambas ocasiones) y cayó en las restantes cuatro (Copa América 2007, 2015 y 2016 y Copa del Mundo 2014).
Para clasificarse para la final número 33, Messi contó con dos socios estelares ante Valencia: Luis Suárez y Coutinho. La fórmula que abrió el resultado tiene antecendetes: así como en febrero de 2013, en Liverpool, el uruguayo asisitió al brasileño para que convirtiera por primera vez con la camiseta del club inglés, en Mestalla el charrúa le hizo el pase-gol a la estrella que arribó en el último mercado de pases y que ayer debutó en las redes. El croata Rakitić le dio la estocada a un rival que a esa altura estaba desvencijado.
Messi viaja hacia su 33ª final con el apoyo de una sociedad sudamericana que, como en el pasado, ofrece resultados; Barcelona sostendrá su quinta definición consecutiva por la Copa del Rey, un trofeo que levantó 29 veces. Como siempre, juntos, su nº 10 y el club culé van por todo.