Un policial complejo y muy duro
Primeros minutos del episodio 1: de fondo, “I love to love, but my baby loves to dance” por Tina Charles. Entramos en la historia viendo una pareja en una conversación trivial ya iniciada. Son compañeros, se conocen, pero hay algo no dicho y que es perceptible para todos menos para ellos: ahí hay una historia de amor. John River (Stellan Skarsgard) y Stevie (Nicola Walker) llevan el peso de una eternidad pero el tema de Tina Charles los vuelve livianos, hasta que aparece el auto del sospechoso al que siguen. Así entramos a un policial duro, humano y complejo en una Londres que se parece mucho a los suburbios de las películas de Ken Loach, por su crudeza y mezcla racial. River es una serie que rompe los parámetros del género policial llevándolo al extremo. Creada por Abi Morgan, nos lleva de las narices en una historia que tiene giros impensados, personajes con debilidades (muchas) y algunas fortalezas. Morgan juega con personajes que navegan entre lo público y lo privado. Y lo privado es difícil de digerir. Un policial creado por una mujer con perspectiva de género, una mirada sensible que nos deja vulnerables queriendo saber más sobre River y su universo. Nos rendimos ante esta historia que balancea la acción externa del policial con la acción interna que sucede en la mente del protagonista. Cóctel perfecto: inteligencia, humor cínico, realidad social y acción.
Producción Julia Montesoro
River
Disponible en Netflix.