CUMBRE DE HINCHAS
Macri y Sampaoli almorzaron en Olivos y hablaron del Mundial
Esta vez no hubo flashes, ni cámaras ni celulares. Jorge Sampaoli y Mauricio Macri almorzaron en la Quinta de Olivos el lunes pasado. Fue una reunión de dos horas en las que hablaron “a solas” de fútbol y de lo que vendrá: el Mundial de Rusia. Macri le confirmó al entrenador que estará presente en los dos primeros partidos del equipo argentino en la competencia (el debut con Islandia, el 16 de junio, y luego, con Croacia, cinco días después). Si el seleccionado alcanza la final, Macri también viajará para ver el encuentro decisivo. Además, el Presidente le confió a Sampaoli su decisión de instalar la “Casa Argentina en Rusia”, a la manera de lo que ya se hizo en Davos (Suiza), con motivo de su visita al Foro Económico, y en Río de Janeiro, durante los Juegos Olímpicos. La Casa Rosada compartirá la organización de este espacio albiceleste en Moscú con la AFA.
La reunión entre el DT y el presidente había permanecido en secreto hasta que la reveló el portal Doble Amarilla. Fueron, según las fuentes consultadas, 120 minutos de puro fútbol “y cero política”. Se inició a través de una gestión de Daniel Angelici, presidente de Boca, luego de una iniciativa del propio Macri. “La reunión demuestra el interés que tiene el presidente en el fútbol”, señalaron allegados al cuerpo técnico del seleccionado. El almuerzo, que se dio con el fondo de la Quinta de Olivos de testigo, bien pudo haberse realizado en Europa hace dos semanas: un día separó a Sampaoli de Macri en París. El entrenador llegó a la capital francesa para visitar a los jugadores argentinos de París Saint Germain (Giovanni Lo Celso, Ángel Di María y Javier Pastore). Pero el presidente ya se había ido, luego de reunirse con el presidente galo, Emmanuel Macron. Fue la última escala de la gira que había comenzado con el encuentro en Davos.
Ante el pedido de Macri de conversar en privado sobre la selección y el Mundial, Sampaoli no se negó. Fue una manera de respetar la investidura presidencial. Testigos del encuentro confirmaron que, si bien el eje fue el fútbol, no se habló ni se pidió ninguna convocatoria específica para el Mundial. Carlos Tevez, por caso, ni siquiera fue mencionado durante el almuerzo. No habrá desde la Casa Rosada ningún llamado para que tal o cual jugador emprenda el viaje a Rusia con la delegación argentina. Sampaoli sabe que cuenta con total libertad para trabajar de cara al máximo objetivo de su carrera: levantar la Copa del Mundo con Lionel Messi –nada menos– como capitán.
Además de charlar sobre el juego, Macri y Sampaoli debatieron sobre lo que significa el Mundial. Cada vez que el presidente sale del país intenta captar inversiones. Rusia (y la Casa Argentina en Moscú) no serán la excepción. Una relación más fluida y menos acartonada con el cuerpo técnico del seleccionado le brindarían la posibilidad de tener al equipo argentino en ese búnker. Sobre todo, porque el Centro de Entrenamiento de Bronnitsy, donde se instalará el equipo argentino, está en el área metropolitana de la capital rusa. No habría que hacer demasiados ajustes de logística para que los futbolistas pudieran visitar la Casa Argentina. Es que, además de ser una inmejorable oportunidad deportiva, en el Gobierno entienden que Rusia 2018 también es una oportunidad de hacer negocios y atraer capitales.
La del lunes pasado con Sampaoli no será la única reunión en la que Macri hablará de fútbol y de lo que significa el Mundial. Según pudo averiguar la nacion, el presidente tiene previsto un encuentro con el presidente de la AFA, Claudio Tapia. Sería el miércoles próximo. Habrá que ver el tono del cónclave: el contexto no ayuda a un acercamiento entre ambos. Tapia es el yerno de Hugo Moyano, secretario general de la CGT y promotor de la marcha del 21 de febrero a la Plaza de Mayo. En los últimos días, y debido a las causas judiciales que lo involucran (una relacionada con Independiente, otra a partir de una denuncia de un funcionario de la Unidad de Investigaciones Financieras, y una tercera a raíz de declaraciones del barra brava Pablo “Bebote” Álvarez), Moyano criticó en duros términos a Macri. E incluso declaró que no tendría problemas en tomarse un café con Cristina Fernández de Kirchner.
Más allá de los lazos familiares y las ideologías de quienes comandan el fútbol argentino, Macri conoce el poder magnético del fútbol. Propulsó su carrera política con los éxitos deportivos en Boca. Ya como presidente de la Nación, no querrá perderse la oportunidad de sacarle el máximo jugo posible a un eventual éxito deportivo. Para eso, la Casa Rosada busca aceitar los vínculos con el cuerpo técnico del seleccionado. Por eso invitaron a Sampaoli (fue su segundo encuentro, luego de su estreno en junio del año pasado). Tapia es el siguiente. Y Tapia es la AFA.