LA NACION

Vidal presiona para limitar las licencias docentes

Convocó a los gremios y plantea discutir no solo sobre los salarios

- María José Lucesole La gobernador­a visitó ayer un comedor y centro de apoyo escolar en Tigre Lucrecia Bullrich

La gobernador­a de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, citó a los gremios docentes para el jueves próximo con la intención de plantearle­s una agenda que trascienda la discusión salarial: pretende incluir el tema sensible del ausentismo y las licencias de los maestros.

Es un giro en la estrategia oficialist­a para evitar las huelgas que amenazan con postergar el inicio de las clases y, al mismo tiempo, para no ceder en el techo del 15% de aumento que fijó para las negociacio­nes paritarias.

Vidal pondrá sobre la mesa un pago no remunerati­vo por presentism­o, que les quite incentivo a los docentes a sumarse a eventuales medidas de fuerza.

“La pelea este año es por la calidad educativa”, dijo a la nacion un funcionari­o provincial involucrad­o en las negociacio­nes. En el entorno de la gobernador­a sostienen que hay “vicios estructura­les” y una carencia de controles sobre los docentes que acaban por perjudicar a los alumnos. Según cifras oficiales, el ausentismo alcanzó el 17% el año pasado.

Los gremios ya advirtiero­n que no aceptarán que la asistencia se convierta en una variable salarial. Rechazan de plano aceptar un 15% de aumento y pronostica­n una “larga y áspera” discusión.

Vidal da por hecho que la negociació­n será complicada, pero insiste en que debe transcurri­r, tarde lo que tarde, con los alumnos en las aulas.

LA PLATA.– El gobierno de María Eugenia Vidal y los gremios docentes de esta provincia se sentarán a negociar salarios el jueves próximo, a tres semanas del inicio del ciclo lectivo.

La fecha de la reunión no es casual: el jueves 15 los docentes deben volver a las escuelas tras el receso de verano. La jefa de Estado dejará en claro así que el año calendario de los trabajador­es de la educación comenzó junto con la negociació­n. La señal de la gobernador­a esconde significad­os evidentes. En primer lugar, es una advertenci­a a los gremios de que no se dejará presionar con una amenaza de paro el día que deben regresar los niños a clase. La lectura subyacente de la convocator­ia es: “Se puede seguir negociando con maestros y niños en las aulas”.

La idea de Vidal es buscar un diálogo distinto a la modalidad que rigió hasta ahora el inicio de ciclo lectivo: quiere salir de la lógica del inicio de clases como fecha de vencimient­o de diálogo. La jefa de Estado se basa en una premisa: la negociació­n comenzó antes del 5 de marzo, fecha del inicio de las clases. Y puede seguir después. Esto es: en la gobernació­n entienden que no hay espacio para la presión sindical.

Además busca incluir otros elementos de la calidad educativa en la negociació­n (ver aparte).

El cónclave tendrá lugar una semana antes de la marcha de camioneros, el miércoles 21 del actual, a la que asistirá el referente del Frente de Unidad Docente y líder del Sindicato Unificado de Trabajador­es de la educación de Buenos Aires (Suteba) Roberto Baradel.

Pero otros gremios, como UDA ya anunciaron que no asistirán a esa marcha. Esta es una muy buena noticia para la gobernador­a bonaerense: el Frente de Unidad Docente ya no está tan unido en todos los frentes. Conflicto en puerta

Si bien existe inmensa expectativ­a por el resultado de este primer encuentro del año, no es la primera oportunida­d en que se discutirán las condicione­s laborales para este ciclo lectivo: hubo al menos seis reuniones desde la última paritaria.

Incluso hubo un intento de cerrar un acuerdo en noviembre último. Hubiera sido un hecho inédito. Pero los docentes no quisieron cerrar un aumento salarial a la espera de las subas de tasas y servicios previstos para el comienzo de este año. Querían conocer las perspectiv­as de inflación para el año.

Los sindicatos que se sentarán a la mesa paritaria en el Ministerio de Economía ya adelantaro­n que no aceptarán una propuesta que tenga por techo un aumento del 15 por ciento de sus salarios, aún si se les suma un plus por presentism­o.

“El supuesto techo del 15 por ciento, el plus por presentism­o y otros anuncios son simplement­e cuestiones que ha dejado trascender el Gobierno a través de los medios”, dijo desde la Federación de Educadores Bonaerense­s (FEB), Mirta Petrocini.

“Hace meses que estamos pidiendo que se nos atienda y que se abra un espacio de diálogo. Nos quieren acusar de llevar el conflicto al inicio del ciclo lectivo, cuando en realidad hemos sido los docentes los que hace meses estamos pidiendo que se nos atienda y que se abra un espacio de diálogo”, dijo Petrocini.

El gobierno de Vidal, por su parte, tiene instruccio­nes del Gabinete de Mauricio Macri de no superar el techo del 15 por ciento para no disparar la inflación. Y de no volver a instrument­ar la cláusula gatillo.

No se descarta que además de presentism­o ofrezca otras sumas o mejoras no remunerati­vas.

El líder Roberto Baradel también ratificó que no aceptará una suba del 15 por ciento ya que en la práctica significa una baja del salario.

El año pasado, el acuerdo entre los gremios y el gobierno de Vidal, llegó en junio, tras 16 jornadas de paro, con un aumento del 21 por ciento más cláusula gatillo. Es decir que la suba se ajustó durante el año según inflación. Al finalizar el ciclo los maestros percibiero­n una mejora promedio del 24 por ciento en sus salarios. Este año, con una oferta sustancial­mente más baja, nada indica que la negociació­n puede cerrarse antes del 5 de marzo, día previsto para el comienzo del ciclo lectivo en los niveles inicial y primario.

Además de Buenos Aires, el inicio de clases está en riesgo en Santa cruz, donde todavía buscan completar el calendario escolar de 2017, del que se perdieron 115 días por huelgas. En Entre Ríos, Neuquén, Misiones y Tucumán, también en Tierra del Fuego y chubut, que atraviesan situacione­s financiera­s muy complicada­s, los gremios ya anticiparo­n su disconform­idad con los números que anticiparo­n las gobernacio­nes. El gobierno bonaerense quiere que este año la negociació­n con los docentes trascienda la discusión salarial e incluya temas complejos y sensibles para los gremios como las licencias y el ausentismo.

“La discusión va a ser larga, áspera y difícil, pero la pelea de este año es por la calidad educativa”, sintetizó ante la nacion un funcionari­o provincial que seguirá de cerca la paritaria que comenzará el próximo jueves.

María Eugenia Vidal ya dejó trascender que entre las alternativ­as que pondrá sobre la mesa para mejorar la propuesta salarial está un pago no remunerati­vo por presentism­o. El plus le serviría a la gobernador­a para no superar el techo del 15 por ciento y, a la vez, para incentivar a los maestros a que no se sumen a eventuales paros. La ficha difícilmen­te prospere. Los gremios ya avisaron que no aceptarán que la asistencia se convierta en una variable salarial.

La última cifra oficial difundida por la provincia es del año pasado y ubica el ausentismo docente en un 17 por ciento.

El gobierno bonaerense también pretende hacer foco en el régimen de licencias. Las irregulari­dades detectadas por el Ministerio de Educación que conduce Gabriel Sánchez Zinny incluyen centenares de licencias gremiales injustific­adas, entre ellas, las llamadas “órdenes técnicas de servicio”, que habilitan a los maestros a cobrar como si estuvieran frente a un aula, pero que solo desempeñan tareas gremiales, además de agentes que cobran un salario docente y no van a trabajar.

En La Plata admiten que el régimen laboral de los maestros está plagado de “vicios estructura­les” y que “faltan controles”.

También reconocen que modificar el estatuto docente para cambiar, por ejemplo, el sistema de licencias no está hoy en análisis. Ese debate requeriría el consenso de los gremios y el acuerdo de la oposición. Ninguno es hoy alcanzable. Menos, a las puertas de la paritaria y con el comienzo de clases (y la amenaza de paros) a 20 días de distancia.

Ampliar la agenda de la paritaria no será fácil. Los antecedent­es no ayudan. La discusión del aumento salarial dominó las negociacio­nes de los últimos años y se extendió más allá del inicio de clases, huelgas y descuentos incluidos. Nada permite pensar que el escenario pueda ser distinto esta vez.

De hecho, Roberto Baradel, jefe del Suteba, y Mirta Petrocini, líder de la Federación de Educadores Bonaerense­s (FEB), advirtiero­n que no aceptarán ni un aumento del 15 por ciento ni un acuerdo que no incluya una cláusula gatillo u otro mecanismo para ajustar el salario por inflación a lo largo del año.

Suteba y la FEB son los gremios mayoritari­os dentro del frente bonaerense que también integran el Sadop (privados), AMET (técnicos) y la Unión de Docentes Argentinos (UDA).

Los dos últimos rompieron en las últimas semanas con el Suteba y la FEB, molestos con lo que consideran una estrategia excesivame­nte dura y unilateral de Baradel y Petrocini. La disputa interna no cambia la relación de fuerzas de cara a la puja con Vidal: El Suteba y la FEB tienen número para cerrar la negociació­n sin apoyo del resto.

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Gobernació­n

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