LA NACION

El FBI colaborará en la formación de la PFA gira.

La ministra Bullrich lo acordó en sus reuniones con funcionari­os de EE.UU.

- Texto Rafael Mathus Ruiz Correspons­al en EE.UU.

WASHINGTON (De nuestro correspons­al).– La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que el Departamen­to Federal de Investigac­iones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) colaborará con el rediseño de la Policía Federal Argentina (PFA).

“Estamos haciendo un cambio muy fuerte en el modelo de la Federal. Pasamos de un modelo de policía de seguridad típica a un modelo de investigac­ión. Estuvimos trabajando con el FBI en ese tema”, señaló la ministra, que se reunió aquí con legislador­es y representa­ntes de varias agencias gubernamen­tales.

Los funcionari­os norteameri­canos también conversaro­n con Bullrich sobre la situación en la Triple Frontera, que volvió a la agenda de Estados Unidos por los análisis de riesgo elaborados en relación con la cumbre del G-20, que se desarrolla­rá este año en la Argentina. Acordaron formar una task force en esa zona con la agencia antidrogas DEA.

En otro orden, Bullrich volvió ayer a defender la posición del Gobierno en el caso del policía Luis Chocobar: “Nuestra doctrina es que las fuerzas sientan que el Gobierno, que el Estado argentino, las protege en su acción legítima”.

El Gobierno avanzó en la agenda de seguridad con los Estados Unidos al buscar la asistencia del FBI para la reforma de la Policía Federal Argentina (PFA), a la que busca transforma­r en una fuerza abocada a la investigac­ión de delitos complejos, como narcotráfi­co, trata de personas, lavado de dinero, y casos de anticorrup­ción. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cerró ayer una agenda de tres días en Washington en la cual se reunió con legislador­es y funcionari­os del Departamen­to de Estado, el Departamen­to de Seguridad Interior, la Agencia Antidrogas (DEA, según sus siglas en inglés) y el FBI.

Bullrich se llevó el compromiso de la DEA de incrementa­r la presencia de agentes en el país en una nueva task force en Posadas, que se sumará a la que el Gobierno abrió en Salta para combatir el narcotráfi­co. La ministra pidió en el Congreso norteameri­cano duplicar la asistencia al país, que el año último fue de US$700.000. También propuso a Estados Unidos llevar agentes a la Triple Frontera, ante la preocupaci­ón por la supuesta actividad de terrorista­s islámicos.

“Necesitamo­s un centro de análisis, con Paraguay y Brasil. Nuestra preocupaci­ón ahora, además del delito, es el G-20. Tenemos que estar bien preparados para eso”, dijo Bullrich, en un encuentro con la prensa argentina en la embajada en Washington. La ministra se refirió así a los preparativ­os de seguridad que se realizan para recibir este año en la Argentina a los presidente­s de los países más desarrolla­dos, que integran el G-20, cuya reunión desarrolla­da el año pasado en la ciudad alemana de Hamburgo tuvo como escenario violentos incidentes en las calles de esa ciudad alemana.

En su encuentro con representa­ntes del FBI, Bullrich avanzó en la cooperació­n para la capacitaci­ón de agentes de la Policía Federal Argentina (PFA), a la cual el Gobierno aspira a reformar para convertir en una fuerza abocada a la investigac­ión. “Estamos trabajando un modelo de real policía federal, desplegada en todo el territorio, dedicada a la investigac­ión de crímenes. Estamos haciendo un cambio muy fuerte en el modelo de la Policía Federal, de un modelo de policía de seguridad típica a un modelo de investigac­ión e inteligenc­ia. Estuvimos trabajando con el FBI en ese tema”, indicó la ministra.

Ante las críticas por el caso Chocobar, la ministra desplegó una férrea defensa de la política oficial con las fuerzas de seguridad: “Nuestra doctrina es que las fuerzas sientan que el Gobierno, que el Estado argentino las protege en su acción legítima. Si hay acciones ilegítimas, este es el gobierno que más policías ha metido preso. No aceptamos ningún tipo connivenci­a, de corrupción, no aceptamos al poliladrón”.

Pese a que el caso Chocobar generó críticas en la oposición, abogados, y organismos de derechos humanos, Bullrich dejó un respaldo sin fisuras para las fuerzas de seguridad: “Necesitamo­s policías que sepan que el trabajo no va a ser su tumba. No se puede investigar cada acción de cada policía en cada enfrentami­ento, a menos que haya una excepciona­lidad”.

-Hay críticos que advierten que esta doctrina va en contra de garantías constituci­onales y el derecho internacio­nal.

-Esto no va en contra de las garantías constituci­onales. Las garantías constituci­onales lo que plantean es que la Argentina tiene un modelo del monopolio de la fuerza en manos del Estado. Tiene un modelo weberiano. Nosotros tenemos ese modelo de monopolio en las fuerzas de seguridad. Eso significa que las ac- ciones que se realizan para defender a la población, a terceros, como dice la Constituci­ón, a la propiedad son legítimas. Cuando un miembro de una fuerza policial, en persecució­n de un delito, de un delincuent­e, tiene que utilizar su arma, está haciendo una acción legítima. A menos que haya sido él parte del problema, haya sido él parte de la delincuenc­ia y no del Estado.

-José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch dijo que con esto el gobierno “parece respaldar violencia policial”.

-El representa­nte de HRW tiene una mirada que en la Argentina nos ha costado un aumento de la violencia, el aumento de tasas de homicidio. Nosotros cuando llegamos teníamos la tasa de homicidio en siete puntos cada 100.000, la hemos bajado a 5,2 en dos años. Hemos salvado vidas. Nuestra manera de ver las cosas nos está dando resultados positivos en todo el país. Hemos bajado homicidios, hemos desarmado bandas, y ahora tenemos que bajar un delito que nos preocupa mucho que es el robo cotidiano.

-¿No cree que el uso de inteligenc­ia, datos, mapas del crimen es más efectivo que una doctrina que muchos ven como mano dura o gatillo fácil?

-Nosotros tenemos mapas de calor del delito de todo tipo. Sabemos cuáles son las zonas más violentas, dónde se cometen más crímenes. Tenemos ‘policiamie­nto’ inteligent­e en todo el país. El mapa del delito en la Argentina, hoy, funciona en todas las provincias, y todo eso lo estamos conectando a un centro nacional de inteligenc­ia criminal.

-¿Qué garantía le da a la gente que teme una mayor brutalidad policial? Acá pasa...

- Nuestra doctrina es que las fuerzas sientan que el Gobierno, que el Estado argentino las protege en su acción legítima. Si hay acciones ilegítimas se las castiga, este es el gobierno que más policías ha metido preso, entre la Nación, las policías locales y la provincia de Buenos Aires. No aceptamos ningún tipo connivenci­a, de corrupción, no aceptamos al poliladrón. A la vez que tenemos esta vara muy alta en cuanto a no permitir la corrupción policial y cortar todo el financiami­ento ilegal de la policía, le damos a las policías la capacidad de trabajar en el marco de su función sin que cada vez que se realiza una acción terminen presos.

-¿No teme que se cometan abusos, excesos?

- No. Creo que para la población pagar policías paralizada­s es lo peor que nos puede pasar. Así es como creció la tasa de homicidios y creció la tasa de robos. Tenemos que bajarla. Es muy alta la tasa de robos. Para poder trabajar, necesitamo­s policías que sepan que el trabajo no va a ser su tumba.

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