Las tasas, la inflación y un nuevo blanqueo
Si bien el sector recobró dinamismo el último año, que se mantenga el ritmo dependerá de que la economía se vuelque 100 por ciento al sector productivo y para ello, es imprescindible la baja de la tasa de interés. Además esta baja generará un incremento de los créditos hipotecarios. Otro punto es la inflación: debe acomodarse y seguir bajando. Sería muy efectiva la combinación de una baja paulatina de la inflación que permita una baja progresiva de la tasa de interés. Las tasas bancarias de préstamos son todavía altísimas si se las mide contra los retornos de los negocios, y queda claro que la tasa de retorno financiero que paga el mercado es un atractivo muy fuerte contra la inversión. Lamentablemente la suba en las tasas en las lineas de financiamiento frenará el mercado y está claro que para que el sistema financiero pueda sostener el actual ritmo de los créditos tiene que desarrollarse el mercado de securitización de hipotecas para el cual, la sanción de la ley del mercado de capitales es decisiva. Otra iniciativa clave que sería productiva para el sector es la realización de un nuevo blanqueo. Por otra parte para surjan proyectos para la clase media es crucial que baje tanto el costo de la construcción –un asunto del que deberá ocuparse el propio Gobierno– como la carga impositiva y laboral. También deberá agilizarse la burocracia en el otorgamiento de los permisos municipales. A la hora de hablar de precios es difícil estipular cuánto debería valer el metro cuadrado para que sea accesible a la clase media porque es un dato relativo y dependerá de las zonas pero lo estimo en $50.000. Igualmente, en la medida de que no aparezca fuertemente el crédito para los desarrolladores –atado a la decisión de los bancos y a que las propias desarrolladores ordenen su operación–, desaparecerá la nueva oferta y los valores seguirán subiendo.