Murió un cadete policial por maltratos
Arrestaron a cuatro comisarios y desplazaron a la cúpula de Seguridad
Una crisis política se desató ayer en La Rioja tras la muerte de un cadete de la escuela de la policía provincial que estaba internado desde el lunes como consecuencia de un brutal entrenamiento al que fue sometido. Al menos 12 de sus compañeros padecieron también molestias físicas después de ser obligados a ejercitarse intensivamente pese a las altas temperaturas.
Cuatro comisarios fueron arrestados al conocerse el fallecimiento de Emanuel Garay, de 19 años y aspirante a policía. Quedaron detenidos, además, cuatro instructores de esa academia policial, que fue cerrada por orden del gobernador Sergio Casas.
Más allá de las decisiones judiciales, el mandatario riojano también tomó medidas contra los principales funcionarios del área de Seguridad. Ordenó el reemplazo inmediato del secretario de esa área, Luis Angulo, y del jefe de la Policía de La Rioja, comisario Luis Páez.
“No vamos a permitir este tipo de hechos”, afirmó Casas. Aseguró que la escuela permanecerá cerrada hasta que sea adoptado un protocolo que impida a los instructores someter a los cadetes a pruebas inhumanas.
Un fuerte escándalo policial y político se desató en La Rioja al conocerse ayer la muerte de uno de los cadetes que sufrieron un entrenamiento extremo en su preparación de ingreso a la escuela de policía riojana. Fueron desplazados el secretario de Seguridad provincial y el jefe de la Policía de La Rioja, en tanto que la Justicia ordenó el arresto de cuatro comisarios y otros tantos instructores vinculados al establecimiento, que fue cerrado en forma preventiva informaron fuentes judiciales.
El gobernador Sergio Casas anunció la remoción del secretario de Seguridad de la provincia, Luis Angulo, y del jefe de Policía, Luis Páez, y aseguró que hará “hasta lo imposible para llegar a fondo con los responsables” que provocaron la muerte del joven Emanuel Garay, de 19 años, según consignó Télam.
Al mismo tiempo que se efectuaban los anuncios, a solo una cuadra de la residencia oficial se realizó una marcha convocada por las redes sociales frente a la Escuela de Policía, donde se quemaron gomas y se pidió justicia por el cadete fallecido.
“Lamentablemente Emanuel falleció a las dos de la mañana de este sábado en el Hospital Vera Barros debido a un paro cardíaco”, informó ayer su padre, Roque Garay, luego de que el último parte médico había indicado que el joven se encontraba “en estado crítico, con pronóstico reservado y un seguimiento de hora a hora”.
Según dijeron a Télam fuentes médicas, Garay sufrió dos paros cardíacos de los cuales pudo ser reanimado, pero quedó prácticamente sin posibilidades de que los médicos pudieran seguir el tratamiento y murió poco después.
A raíz del deceso, el juez Mario Martínez ordenó la detención de cuatro autoridades vinculadas a la Escuela de Policía y otros tantos instructores, según informó al canal TN el fiscal general de la provincia, Hugo Montivero.
El funcionario explicó que fueron detenidos el subdirector general del Instituto de Seguridad, comisario mayor Dardo Nicolás Gordillo; el director de la Escuela de Cadetes, comisario inspector Ramón Alberto Leguiza; el jefe del Cuerpo de Personal Masculino, comisario Jorge Marcelo Leguiza y la jefa del Cuerpo de Personal Femenino, comisaria Adriana Mabel Rodríguez.
En tanto, los instructores detenidos son la oficial inspectora Nadia Soledad Bravo, los oficiales subinspectores Elio Gonzalo Marcial e Ivana Karina Luna y el oficial ayudante Marcos Antonio Miranda.
“La situación era otra y se había tomado acción por lesiones gravísimas, pero hoy (por ayer) la causa fue recaratulada a ‘homicidio’”, comentó Montivero.
El fiscal también explicó que durante las últimas horas, el Ministerio Público se concentró en reunir “el informe médico (de Garay) a los fines de realizar la autopsia correspondiente” sobre su cuerpo.
Además, aseguró que el cadete fue asistido “con respiración mecánica” durante su ingreso al Hospital Vera Barros de la capital riojana, cuando los médicos constataron que, además de su estado de deshidratación y problemas en los riñones, mostraba “un cuadro de descomposición” general.
Tras conocerse la muerte del cadete, el gobernador Casas dio una conferencia de prensa en la que anunció el reemplazo de la cúpula de Seguridad y que la secretaría del área quedará a cargo el comisario retirado José De la Fuente y que el nuevo jefe de Policía será el comisario Marcelino Elizondo.
“Esto nos causa mucho dolor y como gobernador elegido por el mandato popular, no vamos a permitir este tipo de hechos”, afirmó Casas, que también nombró como ministro de Gobierno, Seguridad, Justicia y Derechos Humanos al abogado Alejandro Moriconi, ya que el cargo estaba vacante. Escuela cerrada
Casas anunció que “se dispuso la suspensión provisoria del ingreso de aspirantes a la Escuela de la Policía por aproximadamente 30 días, que la escuela permanecerá cerrada hasta que una comisión especial diseñe y presente una nueva forma de instruir a los aspirantes, un nuevo protocolo de instrucción alejada de la violencia y el maltrato”.
Por su parte, el padre del cadete aseguró que trabajó 25 años en la Policía y “nunca” pensó que “iban a matar a su hijo”, aunque reconoció que los entrenamientos son una “tortura”.
“La forma de sacarse a los aspirantes a cadetes es el entrenamiento, que más que entrenamiento es una tortura. Son sometidos hasta que no da más el cuerpo, hasta que se desmayan”, afirmó el padre de Emanuel.
El abogado de la familia Garay, José Azcurra, afirmó que el Estado provincial “es el principal responsable” de lo ocurrido. “Nos vamos a constituir en querellantes particulares de la causa, vamos a pedir la investigación absoluta para averiguar la verdad de lo sucedido y determinar las responsabilidades civiles por un lado y penales por otro”, aseguró y señaló que los damnificados con diversos problemas físicos fueron 17 jóvenes y no 12, como informó la Policía.
La internación de los cadetes ocurrió el pasado lunes, cuando los jóvenes ingresaron en el Hospital Vera Barros con cuadros de deshidratación y fallas renales de distinto grado tras su primera instrucción en la escuela policial.