y 2015 en las escuelas primarias del Estado la cantidad de cargos docentes se incrementó en un 19% y el salario docente aumentó en promedio un 41% por encima de la inflación.” De allí que el argumento de que el fracaso educativo argentino se debe a los ba
Cuestión de ingresos Según Colina, los docentes en nuestro país no están mal pagos. Cobran en promedio una remuneración similar a la de un trabajador privado de otros sectores con la ventaja de que sus condiciones de trabajo son superiores (6 horas, entre 45 y 60 días de vacaciones al año, régimen de licencias más benéfico y estabilidad en el empleo). Además, en la última década el salario docente creció a mayor tasa que el del resto de los sectores.
“Lo que ocurre es que el buen docente no está reconocido,” reflexiona el presidente de Idesa. “El salario crece por la sola acumulación de antigüedad y los regímenes de licencias son muy permisivos, haciendo que un maestro que no trabaja cobre lo mismo o más que uno que sí lo hace y que se esmera en ser un buen docente,” da como ejemplo. Por eso se necesitan reglas laborales que premien a los docentes buenos y dedicados.
“Jerarquizar la docencia a partir de la evaluación de desempeño y un régimen salarial sensible al compromiso del educador con sus alumnos es primordial,” señala Idesa. “La función social del educador es demasiado importante como para dejarla librada al interés individual o a los intereses corporativos,” sostienen desde Idesa. De allí que también sea una oportunidad usar esta herramienta de gestión, que es la evaluación a futuros docentes para jerarquizar a aquéllos que demuestren capacidad y compromiso.