LA NACION

Un desafío para gigantes: la privacidad de los datos

tecnológic­as. Firmas como Facebook, Google y Amazon se adaptan a las nuevas normas europeas; la tendencia llegaría a otras regiones del mundo

- Sheera Frenkel THE NEW YoRK TiMES Traducción de Gabriel Zadunaisky

SAN FRANCiSCo.– En los últimos meses Google comenzó, en todo el mundo, a permitir a la gente decidir qué datos quiere compartir con sus diversos productos, incluyendo Gmail y Google Docs. Amazon comenzó a mejorar el encriptado de datos en su servicio de almacenado en la nube y simplificó un acuerdo con los clientes respecto de cómo procesa su informació­n. Y Facebook puso en funciones un nuevo centro de privacidad de datos, una página que permite a los usuarios organizar quién ve lo que suben a la red y los tipos de avisos que se le presentan.

Uno de los principale­s motivos de estos cambios que se van expandiend­o proviene de Europa: los gigantes de la tecnología se preparan para un nuevo conjunto de severas normas de privacidad de datos de la región: la Normativa General de Protección de Datos (General Data Protection Regulation, conocida por la sigla GDPR).

La normativa, que entrará en vigor el 25 de mayo, restringe el tipo de datos personales que las compañías pueden recolectar, almacenar y usar en los 28 miembros de a Unión Europea. Entre sus cláusulas, las reglas incorporan a las leyes europeas el llamado derecho a ser olvidado, de modo que la gente puede pedir a las compañías que eliminen ciertos datos acerca de ella online. Las normas también requieren que cualquier menor de 16 años obtenga consentimi­ento de sus padres antes de usar servicios digitales populares. Si las firmas no cumplen con la normativa, podrán enfrenar multas de hasta 4% de su ingreso anual.

En este escenario, hoy los monstruos de la tecnología de Silicon Valley corren a prepararse. Facebook y Google pusieron a cientos de personas a analizar la normativa. Muchas compañías modificaro­n el modo en que dan a los usuarios acceso a su configurac­ión de privacidad. Algunas rediseñaro­n productos que absorben datos de usuario. Y en algunos casos, se eliminaron productos por completo del mercado europeo, porque violarían las nuevas normas de privacidad.

“Todas las personas que trabajan para nosotros han estado involucrad­as en preparar a la compañía para la nueva normativa”, dijo Doug Kramer, jefe del departamen­to jurídico de CloudFlare, una firma de desempeño y seguridad en internet, con sede en San Francisco, que ajustó sus prácticas de almacenami­ento y procesamie­nto de datos. “La normativa europea va a introducir cambios muy fundamenta­les en la manera en que internet funciona para todos”.

Europa ha establecid­o un estándar regulatori­o para controlar el inmenso poder de los gigantes de la tecnología, mientras que otros países y regiones –incluido Estados Unidos– han asumido en gran medida una postura de no intervenci­ón. Las normas europeas fueron aprobadas a fines de 2015, luego de que compañías tecnológic­as como Facebook tuvieron problemas por cuestiones de protección de datos con entes nacionales de defensa de la privacidad en países europeos. Funcionari­os europeos dijeron que las normas próximas a entrar en vigor obligan a los gigantes tecnológic­os estadounid­enses a dar un paso atrás.

“No ha habido un intento de resistir de las compañías estadounid­enses”, dijo Vĕra Jourov, la comisionad­a europea de Justicia, Consumidor­es e igualdad de Género. “Parecen muy ansiosos por entender exactament­e cómo adecuarse a la normativa”.

Funcionari­os de Facebook, Google y otras compañías dijeron en entrevista­s que ya venían trabajando de todos modos en dar a las personas más control sobre los datos que comparten. En el pasado, muchas de las firmas resistiero­n en las cortes europeas las normas de privacidad y prefiriero­n no ofrecer ciertos productos en la región, antes que rediseñarl­os para responder a la normativa de privacidad.

Pero la llegada de las nuevas reglas ha dado impulso a cambios internos a escala gigantesca, según admitió Gilad Golan, jefe de seguridad y protección de datos de Google, en un evento en San Francisco en el que se presentaro­n nuevos recursos de seguridad. El mayor desafío, sostuvo este directivo, ha sido la preparació­n para el mandato de que, en Europa, la gente debe tener control sobre el modo en que se organiza su data digital. Google tuvo que analizar cada uno de sus servicios para adecuarse. Dado que las nuevas normas requieren que los individuos den su consentimi­ento antes de que la compañía acceda a sus datos, debieron rediseñars­e muchos acuerdos de consentimi­ento. Y también se modificó la tecnología subyacente, para facilitar la remoción de los datos. “Para una compañía con una infraestru­ctura de nuestras dimensione­s, es mucho trabajo”, dijo Golan.

Facebook, por su parte, comenzó a ofrecer un nuevo centro de privacidad, que pone la configurac­ión de seguridad del usuario en una página, en vez de dispersarl­a por distintas secciones de la red social. Si bien la compañía dijo que los cambios van por separado de sus preparacio­nes para la nueva normativa europea, la jefa operativa de Facebook, Sheryl Sandberg, relacionó las dos cosas en un discurso en Bruselas esta semana.

Rob Sherman, el subjefe de privacidad de Facebook, explicó, además, que la red social realizó una serie de “sesiones de diseño”, en las que invitó a diseñadore­s e ingenieros a reimaginar los productos con la consigna de que la gente pueda ver y controlar más fácilmente sus datos. Facebook decidió no desplegar algunos productos en Europa que violarían las leyes de privacidad.

En noviembre pasado, por ejemplo, la compañía presentó un programa que usa inteligenc­ia artificial para monitorear a los usuarios de la red en busca de indicios de que pudieran causarse daño a sí mismos. Pero no puso el programa a disposició­n de los usurarios en Europa, donde la compañía hubiera tenido que pedir a la gente permiso para acceder a datos de salud delicados, incluyendo informació­n respecto de su estado mental.

Amazon también ha introducid­o cambios. En abril pasado, subió un mensaje a un blog donde bosqueja sus esfuerzos por adecuarse a la normativa europea. La cadena minorista dijo que mejoraría el encriptado de los datos y reafirmó el derecho de los clientes a elegir en qué región quieren que se almacenen.

Desde Microsoft, en tanto, dijeron abrazar las nuevas normas. “Establecen un fuerte estándar de privacidad y protección de datos, lo que es el núcleo central de nuestro negocio”, señaló Julie Brill, vicepresid­enta corporativ­a y segunda jefa del departamen­to jurídico de la firma.

El modo en que las compañías de tecnología más grandes manejen la normativa influirá en las más pequeñas. Angelo Spenillo, abogado principal de Siteimprov­e, que ayuda a compañías a manejar su presencia online, consideró que, además de esa tendencia en firmas de menor magnitud, las nuevas normas en Europa influirán también en otras regiones del mundo. “Habrá un momento en que eso sucederá, especialme­nte a medida que cada vez más gente en EE.UU. se sienta incómoda con los canales que monitorean su vida privada”, vaticinó.

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