EE.UU. no descarta un diálogo directo con Kim Jong-un
Pence ya no puso condiciones; “si se quiere hablar, hablaremos”, afirmó
WASHINGTON (DPA).– La diplomacia del deporte sigue surtiendo efecto en el descongelamiento de las relaciones con Corea del Norte. En un giro respecto de lo que Estados Unidos sostenía hasta ahora, el vicepresidente Mike Pence dijo que su país está dispuesto a mantener conversaciones directas con Corea del Norte sobre su programa nuclear y balístico.
En el vuelo de regreso desde los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, Pence subrayó al diario The Washington Post que su país sigue apostando por las sanciones para hacer la máxima presión posible sobre el régimen del país aislado internacionalmente, pero añadió que si este quiere mantener conversaciones, el gobierno estadounidense está abierto a ello.
“El punto es que no se reducirá la presión hasta que hagan algo que la alianza (Washington y Seúl) considere un paso significativo hacia la desnuclearización”, señaló Pence en la entrevista, publicada anteayer.
“La política de máxima presión se mantiene por tanto y se reforzará. Pero si se quiere hablar, hablaremos”, indicó.
Las declaraciones del vicepresidente representan un cambio en la posición estadounidense, que hasta ahora solo aceptaba que hubiese diálogo cuando Pyongyang hubiera hecho concesiones.
Luego de un año de escalada militar y verbal entre Corea del Norte y Estados Unidos, el líder norcoreano, Kim Jong-un, inició a principios de año una política de acercamiento a su vecino del sur y logró incluso que una delegación de atletas norcoreanos participara en los Juegos Olímpicos de Invierno inaugurados el viernes en la localidad surcoreana de Pyeongchang.
También envió como parte de la delegación a su hermana Kim Yojong, que se entrevistó con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y le ofreció realizar una reunión cumbre entre los dos líderes de la península.
Durante su estancia en Corea del Sur, Pence evitó todo contacto con la influyente hermana del líder norcoreano y con el presidente nominal de ese país, Kim Jong-nam, quien también formaba parte de la delegación. Pero la parte norcoreana también negó cualquier posibilidad de entrevistarse con la delegación estadounidense.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, matizó que aún es temprano para saber si la leve distensión en la relación entre las dos Coreas continuará después de los Juegos Olímpicos.
Mattis recordó que el líder norcoreano había organizado un desfile militar en Pyongyang solo un día antes de la inauguración de los Juegos de Invierno. Se trata, según el jefe del Pentágono, de un “momento muy extraño si [Kim Jong-un] realmente intenta buscar relaciones más cálidas con un país al que ha atacado varias veces calificándolo como títere de Estados Unidos”.
Otro obstáculo para un mayor acercamiento entre Pyongyang y Seúl lo podrían constituir las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur, que con motivo de los Juegos Olímpicos fueron aplazadas hasta abril. Además resta ver en qué queda el anuncio del vicepresidente estadounidense poco antes de su visita a Corea del Sur sobre nuevas sanciones a Corea del Norte.